Una nueva Constitución podría introducir cambios al marco institucional aplicable a la actividad empresarial
Recién inicia la temporada de resultados de empresas, correspondientes al cuarto trimestre de 2019, y la crisis social se hace notar como era esperado. Sin embargo, hay un factor que también aparece dentro de las preocupaciones de mediano plazo para las compañías que informan sus cifras al mercado y es el riesgo que supondría una eventual nueva Constitución.
La primera en plantearlo fue Colbún. En su balance al cuarto trimeste, la firma controlada por la familia Matte consignó entre los posibles riesgos para el sector, y para las empresas en general, el impacto de una nuevo texto fundamental, si este se aprobase en el plebiscito del 26 de abril.
Al hacer un recuento del estallido de octubre pasado, la compañía se refirió al llamado del gobierno a los actores políticos para alcanzar distintos acuerdos en materia de agenda social, instancia que fijó los criterios para que en abril de este año la ciudadanía decida si aprueba o rechaza redactar una nueva Constitución y bajo qué procedimiento.
"Este proceso, que se estima durará hasta fines del año 2021, si es que se aprueba la idea de redactar una nueva Constitución, podría introducir cambios al marco institucional aplicable a la actividad empresarial en el país", indica el análisis de razonado de la empresa.
Asimismo, la eléctrica también se refirió en extenso a los otros cambios regulatorios que pueden afectar a la compañía y que son impulsados por el Ministerio de Energía, entre ellos destacó la "Nueva Ley de Distribución", la "Ley de Flexibilidad" y la "Ley de Transmisión Mejorada", donde agrega que, "dependiendo de la forma en que se implementen, podrían representar oportunidades o riesgos para la compañía".
Otra firma del sector que en sus resultados se refirió a los efectos de la crisis social fue Engie. Al cuarto trimestre, la compañía percibió por este concepto un deterioro en la línea de los ingresos. Según su análisis razonado, "hubo una caída de ingresos en el segmento de clientes regulados asociada a la menor demanda en el último trimestre producto del estallido social en octubre, lo que se tradujo en una disminución de US$8 millones en ingresos por ventas de energía y potencia".
Tres eléctricas del sector informaron sus resultados: Compañía General de Electricidad (CGE), Colbún y Engie.
En Colbún al cierre de 2019 cayó 2,7% con respecto a la misma medición del año anterior. Si en 2018 percibió ingresos por US$ 1.529 millones, en el presente se situó a niveles de US$ 1.487 millones. Esto principalmente por las menores ventas a clientes regulados y en el mercado spot parcialmente compensadas por mayores ventas a clientes libres.
Además, según la compañía también hubo un efecto en la generación eléctrica por la baja de las precipitaciones, las que fueron inferiores a un año medio en las principales cuencas: las del Maule y Aconcagua presentan el déficit más importante con una disminución de 46% y 82%, respectivamente.
En el caso de las ganancias a diciembre también hubo una baja de 18,2%, pues en 2018 la cifra fue de US$ 240 millones, pero al período siguiente bajó a US$ 203 millones.
En tanto, Engie tuvo un año más positivo, pese al menor consumo registrado hacia finales de año producto de la crisis social. Al cierre de 2019, la eléctrica registró un crecimiento de 14% en sus ingresos, pasando de US$ 1.275 millones a US$ 1.454 millones. Lo anterior, empujado principalmente por mayores ventas de energía en el segmento de clientes regulados, gracias al aumento en la demanda contratada por las compañías distribuidoras del centro-sur del SEN.
Asimismo, la compañía también vio un alza en sus ganancias, subiendo éstas un 7% con respecto a 2018, pasando de US$ 102 millones de utilidades en ese ejercicio a US$ 110 millones al cierre de diciembre.
La recaudación de CGE subió 7,6% a diciembre, lo que significó ingresos por $ 1.800 millones. Estos resultados están empujados por mayores ventas de energía, peajes y recargos. Los abonados crecieron un 2,5% respecto al cierre del ejercicio 2018, alcanzando los 3.002.393 clientes.
En la línea de las ganancias, la compañía obtuvo alzas de 159%, un aumento extraordinario por el efecto de la venta de Transemel, pues pasó de captar $ 33.890 millones a $ 87.961 millones al cierre de 2019.
