La inversión en exploración minera cayó 30% el primer trimestre. El nuevo reglamento ambiental para exploración sería un detonante.
La inversión en exploración minera crecerá 10% este año en todo el mundo, de acuerdo a proyecciones de S&P Global. Pero no en el Perú.
En contraste con lo que sucede en otras partes del globo, la actividad exploratoria en nuestro país se está contrayendo. Ocurrió así en el 2018 (-15%) y también en el primer trimestre de este año (-30%), según estadísticas del Ministerio de Energía y Minas (MEM).
Lo irónico es que esta caída ocurre precisamente cuando losprecios de los metales se recuperan y las empresas mineras reactivan sus planes de exploración.
Prueba de ello es el ingreso al país de una nueva hornada de compañías exploradoras, y el manifiesto interés de los productores mineros por asociarse con estas para generar nuevos proyectos, como acaban de hacer Gold Fields y la junior Chakana Copper. ¿Por qué, entonces, la inversión en exploración está cayendo?
Exploración minera en el Perú.
Una explicación plausible es la frondosa permisología minera que aglutina cerca de 260 trámites, según Manuel Fumagalli, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).
“Sólo en exploración tenemos permisos previos con Serfor y Produce que toman hasta cinco meses. Luego vienen los certificados de inexistencia de restos arqueológicos (Cira), los permisos de uso de agua y las consultas previas. Todo eso suma, de forma que podemos demorar hasta 18 meses para empezar a perforar”, detalla.
Consecuencia de esto es que las mineras junior no pueden realizar perforaciones, actividad indispensable para descubrir nuevos yacimientos.
Así lo advierte Miguel Cardozo, vicepresidente del XI Congreso Internacional de Prospectores y Exploradores, ProExplo 2019.
“El problema es que la perforación no está ocurriendo, y eso sucede porque no están saliendo los permisos”, refiere.
El geólogo refiere que las compañías exploradoras presentaron en 2018-2019 no menos de 30 declaraciones de impacto ambiental o DIA (campañas perforatorias tempranas), de las cuales sólo seis obtuvieron luz verde.
Esto significa que en el último año y medio solamente se pudo iniciar exploración en seis nuevos proyectos, pero con una lentitud no vista en años previos, anota Cardozo. ¿Que sucedió que empeoró las cosas?
Exploración minera en el Perú.
Según el geólogo, el detonante fue la publicación del nuevo Reglamento Ambiental para Exploración Minera (marzo del 2018), que el MEM anunció como la panacea que iba a dinamizar la exploración minera.
De hecho, Ricardo Labó, ex viceministro de Minas, llegó a proyectar que esta norma auparía la inversión en exploración en no menos de 20% en el 2018.
Una expectativa que no se materializó en lo absoluto.
“Antes,la aprobación de un DIA era un procedimiento poco riesgoso y rápido. Ahora, tenemos un monstruo de reglamento que hay que detener antes que destruya la inversión en exploración”, advierte Cardozo.
El nuevo reglamento no solamente introduce el silencio administrativo negativo en la tramitación de los estudios ambientales, sino también la noción de que las perforaciones tempranas (20 a 40 sondajes) pueden contaminar el medio ambiente.
La demora en el descubrimiento de nuevos yacimientos abre una brecha que hoy puede parecer imperceptible, pero que será visible más adelante, cuando se pongan en producción todos los proyectos en cartera y no haya más por ofrecer.
Es lo que ocurre actualmente con los proyectos auríferos, visiblemente escasos (no hay más de siete en el portafolio de inversiones).
“La tendencia en la producción aurífera es a la baja porque no hay nuevas minas”, señala Fumagalli.
Sólo resta esperar que esto mismo no ocurra con la producción cuprífera, que sustenta el PBI nacional desde un tiempo a esta parte.
