Guillermo Westreicher
Una tercera parte de la producción de cobre del vecino país del sur corresponde a Codelco, empresa del gobierno mapuche. Además, este país se caracteriza por refinar o añadir valor a un mayor porcentaje del metal rojo extraído, en comparación al Perú, que exporta mayoritariamente concentrados.
Perú y Chile no solo comparten una rivalidad histórica, sino una gran riqueza en recursos minerales. Así, ambos país compiten en un sector que hoy despierta un gran debate, principalmente, a nivel político: la minería.
Chile es el primer productor de cobre del mundo, casi duplicando la oferta de nuestro país.
La primera diferencia que salta a la vista es que en nuestro vecino del sur, donde se explota sobre todo cobre y molibdeno, existe una firma estatal. Y no ocurre como en Bolivia, donde la participación empresarial del gobierno es menor.
Como podemos observar en el gráfico, entre las principales empresas productoras del metal rojo, el liderazgo es de la Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco), fundada en 1976.
“Chile produce anualmente 5 millones y medio de toneladas de cobre. De ese monto, 1,8 millones de toneladas son de Codelco”, explica Jorge Manco Zaconetti, investigador de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
Lo anterior quiere decir que en el país mapuche una tercera parte de la explotación cuprífera está a cargo del Estado, que compite con los privados locales y extranjeros.
Otro dato relevante es que en el 2018 Chile exportó el 40% del metal rojo con valor añadido, es decir, refinado (convirtiendo los concentrados en cátodos de cobre). Esto, según información del Ministerio de Minería del país del sur.
En cambio, en Perú solo se refina entre el 10% y 12% del cobre extraído, principalmente en la Refinería de Ilo de Southern Copper Corporation. Así lo afirmó Carlos Villachica, ingeniero e investigador experto en minería.
Para Villachica, lo anterior nos pone en una situación de desventaja porque podríamos ganar más si el Gobierno o los privados invirtieran en plantas para transformar el metal rojo.
Sin embargo, no todos los analistas comparten esa visión. “El valor que agrega la refinería no es mucho, solo entre 5% y 8%. Lo que deberíamos exportar son alambres de cobre”, indica José Miguel Morales, expresidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).
Otro hecho destacable es la ausencia de conflictos sociales vinculados a la minería en el país vecino del sur.
Para Carlos Villachica, esto se debe a que las minas se ubican en zonas desérticas. Entonces, no hay motivos para que se genere oposición por temas ambientales.
No obstante, José Miguel Morales sostuvo que no existe tal "ventaja geográfica", sino que en la nación mapuche ha existido un trabajo del sector público y privado para comunicar los beneficios de la minería.
“En Chile sí hay una cultura del cobre, saben que la minería es beneficiosa para el país”, dice el expresidente de la SNMPE.
En conclusión, la minería chilena se caracteriza por la actividad empresarial del Estado y por la aceptación de la población a la actividad extractiva, lo que puede ser explicado por diversos factores.
Por ley, el 10% de los ingresos por exportación de Codelco se ha venido destinando a las Fuerzas Armadas. Sin embargo, el Congreso chileno está debatiendo la modificación de dicha norma, refirió Manco Zaconetti.
- En Chile existe la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), organismo técnico estatal dedicado a promover la inversión minera en el país vecino.
- Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), en Chile la tasa de impuestos (carga fiscal) a las mineras es menor que en Perú, pero mayor que en Canadá.
