El esfuerzo por volver a poner a la industria minera de Sudáfrica en una senda de crecimiento sostenible carece de un ingrediente clave: una creencia compartida en lo que el sector podría y debería ofrecer.

Según Roger Dixon, consultor corporativo de SRK Consulting, un obstáculo fundamental para el progreso del sector es que las partes interesadas simplemente no están de acuerdo en lo que quieren lograr.

"Las partes interesadas de la industria, como las empresas mineras, el gobierno, los sindicatos, las comunidades y las ONG de la sociedad civil, están profundamente divididas y sospechan unas de otras", dijo Dixon. "Esto realmente no proporciona una base sobre la cual forjar un futuro sostenible".

Señaló que una útil definición reciente de sostenibilidad se centró en la "creencia compartida" de que mañana será mejor que hoy.

"Tal creencia compartida parece ser esquiva en nuestra industria hoy, como lo indica claramente el reciente conflicto en torno a la posibilidad de minar en Xolobeni en el Cabo Oriental", dijo. "Esto a pesar del hecho de que el mundo corporativo ha defendido durante mucho tiempo la sostenibilidad como un principio central en el desarrollo de proyectos mineros".

Abordar el estancamiento actual significará enfrentar el desafío de que los activos del sector minero son finitos y, por lo tanto, en sí mismos no son sostenibles. La sostenibilidad requerida solo se puede lograr con la solidez del desarrollo económico concurrente que la actividad minera puede permitir y fomentar, y que puede llevarse adelante después de que una mina haya cerrado.

"Por lo tanto, la colaboración real entre las partes interesadas es vital desde el primer día de la concepción de una mina, ya que las partes deben compartir tanto un plan como una creencia en lo que la mina puede lograr durante su vida útil y más allá", dijo Dixon. "Este compromiso común es particularmente importante porque la compañía minera, de hecho, abandonará la escena en algún momento después de que la minería haya terminado, dejando a las otras partes para llevar adelante la visión post-minera".

Al llegar a una creencia tan compartida, propuso que las partes interesadas se inspiraran en los Objetivos de Desarrollo Social (ODS) de las Naciones Unidas, que también incluyen 'Alianzas para los Objetivos'. Planteó los problemas de cómo se representan las comunidades, cómo se articulan sus necesidades y si sus foros relevantes son efectivos. También señaló la relación poco saludable con el trabajo organizado.

"El enfoque intensamente contradictorio entre los sindicatos y la administración, agravado por las malas condiciones económicas, fomenta el corto plazo y la polarización de las posiciones", dijo.

A nivel político, el gobierno tiene el poder de fomentar una cultura de colaboración, bajo el imperativo de la unidad nacional. A través de sus departamentos y agencias, el gobierno puede promover el espíritu de asociaciones constructivas sobre el terreno.

Dixon también señaló que muchos de los desafíos de sostenibilidad en la minería están más allá de la capacidad de una sola mina. Se necesitaban formas de coordinar y consolidar las acciones de las empresas mineras para garantizar una masa crítica y optimizar su impacto en el desarrollo.