Las exportaciones de joyas peruanas hacia Estados Unidos mostraron un crecimiento de 30.1 por ciento entre los meses de enero y agosto de este año, en relación a similar período del 2013, reportó hoy la Asociación de Exportadores (Adex).

Señaló que el Perú está enviando joyas a un total de 61 países, de los cuales Estados Unidos es el principal mercado de destino.  

Asimismo, el gremio exportador dio a conocer que Brasil duplicó sus importaciones de joyas peruanas, mientras que Francia y Austria también incrementaron sus pedidos.  

No obstante, el monto total de exportaciones de joyas fue de 48.8 millones de dólares, lo que representó un retroceso de 10.4 por ciento, respecto al mismo período del año pasado (54.6 millones).  

Ante ello, Adex estimó una mejora de las cifras totales para el segundo semestre del 2014 o en los primeros meses del 2015.  

Por otro lado, con el objetivo de contribuir a elevar su competitividad, este 23 y 24 de octubre la gerencia de manufacturas de Adex realizará el II Congreso Internacional de Joyería y Orfebrería.  

Este evento se llevará a cabo en coordinación con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) y la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (Promperú), además de contar con el apoyo de Senati.  

Con el objetivo de contribuir a elevar su competitividad, este 23 y 24 de octubre la Gerencia de Manufacturas de la Asociación de Exportadores (ADEX) realizará el II Congreso Internacional de Joyería y Orfebrería, en coordinación con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) y Promperú, además del apoyo de Senati.

En la inauguración del certamen se ha previsto la presencia de la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Magali Silva, y el presidente de ADEX, Gastón Pacheco, además de expertos nacionales e internacionales.

En el segmento "Perspectiva comercial", la empresaria Rocío Mantilla de Platería Rocío, disertará sobre el Potencial de la Orfebrería en el Peru: Objetivos por alcanzar; asimismo Alisa Bendayan (EE.UU.), hablará sobre las oportunidades para Perú en su país; y, Marty Hurwitz de MVI Marketing de EE.UU., tratará sobre"la campaña de marketing para Joyería: De la mina al mercado".

En el segmento perspectivas de promoción estará Simon Ogilville-Harris (Inglaterra), quien expondrá sobre las marcas de joyería peruana que trascienden en el mundo. También se realizarán talles de engaste de piedras preciosas, esmaltado sobre superficies de oro y plata con profesores procedente de Italia. Serán el 22 y 25 de octubre.

Hay que señalar que la exportación de joyas peruanas entre enero y agosto de este año, ascendió a US$ 48.8 millones, lo que representó un retroceso de -10.4 %, respecto al mismo período del año pasado (US$ 54.6 millones), sin embargo se espera una mejora de las cifras en el segundo semestre del año o en los primeros meses del 2015.

Perú envía joyas a 61 países. EE.UU es el principal. En el periodo analizado mostró un crecimiento de 30.1%. Los que presionaron las cifras a la baja fueron Bolivia, Ecuador, Colombia y Chile, entre otros. Es importante señalar que Brasil duplicó sus importaciones, Francia (122.8%) y Austria (37.6%) también incrementaron sus pedidos.

Arin S.A., Unique S.A., Línea Nuova S.A, Yobel SCM Costume Jewelry S.A y Fidenza Disegno S.A. y Designs Quality Exports S.A.C., son las principales empresas comercializadora de joyas en el exterior.

Los diamantes son tan difíciles de encontrar que los exploradores han dejado, en gran medida, de buscarlos.

Más de US$7000 millones se destinaron a la búsqueda de la gema desde el año 2000, según el importante proveedor De Beers, y los resultados fueron escasos, sin grandes hallazgos. Eso llevó a productores como BHP Billiton a empacar sus mapas y taladros y a volverse a casa. El monto destinado a la búsqueda de formaciones subterráneas de kimberlita ricas en diamantes cayó a la mitad desde 2007, cuando las inversiones en exploración alcanzaron los US$1000 millones.

La falta de nuevos proyectos está presionando a una industria que ve agotarse las existencias de diamantes accesibles cerca de la superficie y aumentar los costos de una búsqueda a mayor profundidad. De Beers abrió la mina de Orapa en Botswana en 1971 y su proyecto de Jwaneng, la mina de diamantes más grande del mundo por el valor de producción, en 1982. Botswana, el mayor productor, sufrió una caída de su producción a 22,7 millones de quilates el año pasado, de los 33,6 millones de quilates en 2007.

“Las probabilidades de encontrar una kimberlita económica son casi nulas”, dijo Johan Dippenaar, CEO de Petra Diamonds Ltd., que gastó sólo US$2,1 millones en la búsqueda de nuevas minas en 2013 y que abandonó proyectos futuros en Angola y Sierra Leona. “Seguiremos haciendo exploración, para el futuro previsible, pero no destinaremos mucho de nuestros flujos de efectivo”.

La inversión y la actividad minera están en retroceso en momentos en que crece la demanda de diamantes, ahora que las clases medias pujantes de China e India quieren sumarse a la fascinación del mundo desarrollado por las piedras preciosas. Los dos países representaron un 20% de las compras en 2011, y ese porcentaje subirá a 28% en 2016 cuando el mercado crezca de US$ 23.000 millones a US$31.000 millones, según Anglo American, dueño de De Beers.

Los diamantes se forman a cientos de kilómetros por debajo de la corteza en la roca magma del manto terrestre. Explosiones violentas impulsan a las piedras preciosas hacia la superficie, donde quedan depositadas en chimeneas con forma de zanahoria conocidas como kimberlitas. Pero encontrar una kimberlita no garantiza encontrar diamantes. De más de 6000 chimeneas examinadas en los últimos 140 años, sólo 60 valieron la pena, según De Beers. Apenas siete resultaron ser superdepósitos, capaces de mover el amperímetro del abastecimiento.

Para dificultarles las cosas a quienes aún buscan diamantes, estas gemas estuvieron ocultas en algunos de los lugares más hostiles del mundo. Con Sudáfrica y Botswana explorados casi por completo, las fronteras para la exploración son el Artico helado del norte de Rusia y Canadá o las selvas azotadas por guerras de la República Democrática de Congo y la República Centroafricana.

Los precios de los diamantes en bruto subieron un 75% en los últimos cinco años, cuando Estados Unidos se recuperó de la crisis financiera y la demanda aumentó en Asia.

La mayoría de las minas más importantes del mundo ya han sido descubiertas, señaló Keith Whitelock, un ingeniero de minas que comenzó la exploración de diamantes en Lesotho en los años 50, y construyó y administró minas en el sur de Africa. “Dudo que se descubra una chimenea realmente grande”, dijo este ingeniero, quien trabajó para empresas de extracción de diamantes como De Beers y Gem Diamonds Ltd. “La media docena de minas que conforman la mayor parte de la producción mundial dejaron su huella porque eran grandes”.

El sector también perdió parte de los recursos financieros necesarios para explorar depósitos caros. BHP Billiton, con sede en Melbourne, la mayor compañía minera del mundo, le dio la espalda a los diamantes en 2013, al vender su mina canadiense Ekati.

La empresa dijo que veía pocas perspectivas de repetir el predominio que tenían en mineral de hierro. Antes de la crisis financiera mundial, BHP buscó piedras en Angola, RDC y Canadá.

Rio Tinto Group también intentó abandonar la industria, antes de desechar ese plan cuando la compañía con sede en Londres no pudo encontrar un comprador para sus minas.

Mientras que De Beers continúa con la búsqueda en el sur de Africa e India, muchos de los productores más pequeños han reducido o cancelado sus esfuerzos.

“Se necesitan bolsillos profundos para encontrar kimberlitas”, concluyó Whitelock.