Magda Chambriard, directora general de la Agencia Nacional del Petróleo, Gas Natural y Biocombustible (ANP) de Brasil, ha asegurado que si el país sale de la crisis necesita abrir nuevas refinerías para hacer frente a la demanda interna del producto de aquí a 2030.

Teniendo en cuenta un informe del organismo, Chanriard ha asegurado que sin refinerías o instalaciones de almacenamiento el país podría ver como se triplican las importaciones de combustibles en 14 años. “Las inversiones deben comenzar en 2017 para poder estar preparados en diez años” ha concretado la directora del ANP según recoge Bloomberg.

La compañía estatal Petróleos Brasileños (Petrobras), una de las enseñas nacionales del país que preside Dilma Rousseff, se encuentra en horas bajas. No solo por el escándalo de corrupción que sacude la política brasileña, sino también por la complicada situación que vive el sector petrolero.

Petrobras ha reducido o cancelado muchos de sus proyectos, lo que supone un duro golpe para la economía brasileña, puesto que la compañía prácticamente tiene el monopolio de la distribución de combustible en el país latinoamericano. Todo ello con el juicio político a la mandataria como telón de fondo y el descontento entre los brasileños creciendo por momentos. 

Todos los ojos están puestos en este proceso, del que cada día se dan a conocer nuevos datos. El último, que Rousseff (antaño una de las políticas latinoamericanas más queridas) cada vez cuenta con menos apoyos en el Congreso. El Partido Social Democrático (PSD) y el Partido Laborista Brasileño (PTB) han apostado por engrosas las listas de aquellos que votarán a favor del impeachment, entre los que también se encuentran el Partido Progresista (PP) y el Partido Republicano Brasileño (PRB). El primero en abandonarla fue el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) del vicepresidente Michel Temer.