El presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Jorge Riesco, se refirió en distintas entrevistas al controversial proyecto minero y portuario Dominga, destacando su transformación en un símbolo polarizador de las tensiones entre desarrollo económico y preocupaciones ambientales.

En declaraciones a El Diario de Cooperativa y La Mañana de Agricultura, Riesco lamentó que el proyecto se haya convertido en “casi un fetiche” para sus detractores, complicando un análisis objetivo basado en méritos técnicos y legales.

“Creemos que en Chile no hay proyectos que estén vedados o prohibidos: hay una forma de evaluar sus impactos ambientales, hay técnicas para eso, y todo proyecto cuyos impactos puedan controlarse –y los que no, mitigarse o compensarse– debería poder hacerse, y ese es el principio del sistema”, argumentó en Cooperativa.

Riesco cuestionó que el rechazo al proyecto se haya convertido en un lema político, como sucedió con la consigna “No a Dominga” adoptada por el Gobierno actual durante la campaña electoral. “Se ha tratado de revestir este caso de un montón de aristas que no tienen nada que ver con el proyecto”, añadió.

El fallo del Tribunal Ambiental de Antofagasta, que anuló la resolución del Comité de Ministros que había rechazado el proyecto, fue otro punto destacado por Riesco. En su opinión, esta decisión marca un precedente importante al enfocarse en las irregularidades del manejo institucional del caso.

“El gran mérito de esta sentencia –más allá de que se pueda analizar en detalle los argumentos y los considerandos– es que vuelve la mirada al procedimiento de evaluación y a los antecedentes que se han producido durante el proceso. Todo lo demás pierde importancia”, explicó.

En su entrevista con Agricultura, el líder gremial enfatizó la necesidad de que las autoridades actúen en la dirección que el fallo indica. “Lo que corresponde, creemos nosotros, es que la autoridad actúe ahora en la dirección que el fallo indica”, subrayó, destacando que el Comité de Ministros no respetó principios esenciales para garantizar una evaluación objetiva.

Además, hizo un llamado a revisar los procedimientos actuales para entregar mayor certeza jurídica: “Pareciera que tenemos un sistema que queda permanentemente abierto, que no podemos cerrar con una decisión definitiva”.

Riesco también abordó las críticas sobre los impactos ambientales del proyecto, afirmando que el sistema de evaluación ambiental permite identificar y mitigar dichos impactos.

“El sistema de evaluación ambiental lo que permite es identificar los impactos ambientales que todo proyecto puede tener y que pueden ser negativos, pero también permite que los titulares, a través de una evaluación técnica, puedan discernir junto con las autoridades que tienen que revisar y aprobar esos proyectos”, señaló.

Finalmente, el presidente de la Sonami destacó la importancia de este caso como una oportunidad para fortalecer el panorama de las inversiones en Chile.

“Ojalá que aprovechemos esta oportunidad de dar una señal muy potente para otros proyectos de inversión que están esperando su oportunidad también”, concluyó.