Expertos reunidos en CADE 2017 exponen alternativas que muestran como viable la coexistencia de proyectos agrícolas en las inmediaciones de las zonas mineras.
De los 161 conflictos detectados en nuestro país por la Defensoría del Pueblo, 71 son por temas socioambientales con empresas del sector minero o hidrocarburos y el agua contaminada es la gran protagonista de los mismos, comentó Jorge Merino, ex ministro de Energía y Minas durante su presentación en CADE 2017.
Esos conflictos, opinó, son la brecha más importante que se debe cerrar si se desea conseguir un desarrollo sostenible del sector y elevar los niveles de producción mineral.
Para empezar hay que dejar de ofrecerles algo que no se cumplirá, como puede haber ocurrido en el pasado, y acercarse a conversar con las comunidades sobre sus inquietudes y las posibilidades que existen de que salgan beneficiados con la operación minera, dijo.
Pero, ¿Es posible que los agricultores no se perjudiquen por un agua contaminada al estar cerca de una mina? De acuerdo a los expertos reunidos en esta oportunidad en el CADE sí es posible.
Rafael Fernández Rubio, catedrático emérito de la Escuela de Ingenieros de Minas y Energía de la Universidad Politécnica de Madrid (España), sostuvo que el oro, el cobre, el hierro y el carbón sí pueden extraerse sin dañar la labor agrícola.
Como ejemplo mostró a la audiencia fotografías y detalle sobre algunos proyectos mineros europeos y norteamericanos en donde no solo coexisten los cultivos agrícolas al lado de la mina sino que es el agua extraída de ellas la que se utiliza para irrigar las tierras.
Fernández Rubio explicó que la minería es productora de agua, porque esta sale del subsuelo y hay que drenarla para poder pasar en busca del mineral. El mayor lago de Europa, citó, está al lado de una mina de carbón y produce agua de excelente calidad gracias al adecuado drenaje y purificación que se realiza en la mina.
El oro, los cultivos agrícolas y la trucha son compatibles, recalcó, si se utilizan las tecnologías debidas y se siguen metodologías adecuadas. La mina, agregó, puede usar el 10% del agua extraída y el resto se va para el riego de los cultivos. Así sucede en Portugal, Alemania, Polonia y varios países más, dijo.
Estas propuestas aplicadas en otros países son ejemplos de lo que se puede hacer en el país, estimó Jorge Merino. Existe la oportunidad para llenar déficit de oferta de minerales como el cobre desde el país, dijo, y se puede lograr si entendamos la problemática del sector y la resolvemos con una visión integral para desarrollo de toda la región ofreciéndoles agua limpia.
Por lo pronto, comentó Wilber Venegas, gobernador regional de Apurímac, ya se están desarrollando iniciativas de nanotecnología que permiten cuidar la purificación del agua y el aire en las mineras en nuestro país. "Esperan que sean consideradas en los próximos proyectos a desarrollarse en nuestra región", puntualizó.
El agua que existe en una zona minera, agregó, puede ser llevada a poblaciones de regiones vecinas para complementar el riego de cultivos. Es algo que estamos buscando suceda, comentó.