La sequía en Chile ha causado estragos en varios sectores y uno de ellos es el eléctrico. En lo que va del año, las acciones del sector registran el peor desempeño en el S&P IPSA, lideradas por Engie Energía Chile, que ha caído 38,51%, y Enel Chile, que ha perdido 32,43%, mientras que el índice de referencia acumula un alza de 4,73%.
Por su parte, AES Andes ha bajado 14,53%. Las excepciones son Colbún, que acumula un retorno de 4,68% y CGE que ha ganado 32,80% tras la reciente compra por parte de la estatal china State Grid del 96,04% de su propiedad, en US$ 3.000 millones.
Parte de las caídas también se explica por las postergaciones del pago de cuentas y la incertidumbre política. No obstante, en el mercado creen que los precios también están relacionados con los efectos de la sequía.
Los bajos niveles en los embalses (lago Laja), los cambios climáticos y los movimientos ambientales contra nuevos proyectos, "han hecho que la contribución hídrica al sistema sea inferior a los promedios de los últimos 10 años", dice el gerente de renta variable de Vantrust, Cristián Araya.
Además, la generación con agua es más económica que con combustibles fósiles, los que ha incrementado su precio. "Si una empresa no tiene agua suficiente, tendría que salir a comprar energía para cumplir sus contratos y afectar bastante sus márgenes", explica la estratega de mercado nacional e internacional de Nevasa, María Luz Muñoz.
Varias centrales a carbón se han apagado y han entrado las ERNC, pero aún este tipo de energía no permite garantizar la estabilidad en los servicios.
"De persistir la sequía es probable que los costos de la energía suban y aumenten los riesgos de racionamiento, escenario negativo para el sector", subraya Araya.