Vinio Floris, director del Centro de Gestión de Agua y Medio Ambiente de la Escuela de Postgrado de GERENS, conversó con el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú sobre riesgo de sequía que afrontan diversas regiones de nuestro país como consecuencia del fenómeno de El Niño.
Asimismo, describió qué sectores económicos serían los más perjudicados y cómo desde la industria minera se puede contribuir a ser parte de la solución.
- El Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred) ha advertido sobre el riesgo de sequía a causa del fenómeno El Niño, ¿Cómo se explica la generación de sequía por este fenómeno?
- El Cenepred y otras instituciones gubernamentales y no gubernamentales se han manifestado en forma enérgica ante los estragos potenciales de los eventos meteorológicos extremos que se avecinan.
El fenómeno de El Niño interrumpe la circulación atmosférica global (movimiento de aire que distribuye la energía termal en la superficie del planeta). Esto causa, por lo general, incrementos sustanciales de precipitación en Ecuador y el norte del Perú y sequias en Indonesia y Australia.
Sin embargo, a nivel menos global es común observar sequias en el sur del país y zonas de Sudamérica. El gráfico abajo mostrado claramente exhibe zonas típicas húmedas y secas a nivel global durante el Fenómeno de el Niño típico (fuente: Columbia Climate School)
- El Gobierno viene evaluando una declaratoria de emergencia ante este peligro, ¿considera usted que sería apropiado tomar dicha medida cuanto antes?
- Por su localización geográfica, se pueden considerar los fenómenos meteorológicos extremos como omnipresentes en el Perú. Definitivamente se deben tomar medidas inmediatas, pero siguiendo un detallado plan de gestión que involucre a todos los actores de la sociedad con objetivos alcanzables, actividades, responsables, financiamiento y proyectos claros con tiempo de ejecución.
- ¿Qué regiones del país serían las más afectadas ante una sequía y de qué manera?
- Como se había mencionado en la pregunta anterior, el sur del Perú sería el más afectado no descartando otras zonas del territorio. Esto estaría basado en pronósticos que se harán cuando el fenómeno esté en su etapa maduración.
El gran riesgo es tener fenómenos de El Niño plurianuales que impactarían ostensiblemente en la oferta de agua tanto en demasías como de escasez creando un balance muy perjudicial.
- ¿Esto afectaría también la producción de las minas del sur, que proveen el 50% del cobre peruano?
- El gran impacto es a la agricultura que utiliza más del 70% de las aguas del Perú con un gran porcentaje en modalidad de secano, por ejemplo, solo se utiliza agua de avenidas. Por lo observado en el pasado, todas las actividades productivas serian impactadas, pero la minería tiene otros recursos, aunque no infinitos. Por ejemplo, Southern usa aguas subterráneas (sujetas a retribución económica) que también serían impactadas, pero es más al mediano plazo al haber muy poca recarga de sus acuíferos.
Otras empresas tienen embalses de regulación (reservorios), plantas desalinizadoras o usan agua de mar cruda/tratada. Me da la impresión de que el impacto no sería tan devastador como en la agricultura y ganadería. Sin embargo, los estragos a las comunidades afectan indirectamente también a la minería pues sus pobladores, entre ellos empleados, vivirán un inusual y cruel estrés hídrico.
- ¿Cómo puede contribuir el sector minero para afrontar esta situación?
- El sector minero es uno de los elementos más importantes del sector productivo del país y no está ajeno a los impactos negativos que afectan a las comunidades.
Creo que se debe inmediatamente relanzar la extraordinaria iniciativa RIMAY (Centro de Convergencia y Buenas Prácticas Minero-Energéticas) en donde convergen todos los estamentos del Perú y elaborar una hoja de ruta y planes de acción para afrontar (como un todo) los embates de estos fenómenos que pueden tener efectos extremadamente negativos y hasta irreversibles.
RIMAY sería un gran centro de convergencia que podría coordinar acciones con otros entes para poner por delante el desarrollo del país y bregando con estos fenómenos.
- ¿Qué otras medidas son necesarias para afrontar esta situación?
- El éxito en la gestión de estos eventos (muchos de ellos devastadores) deben estar basados en los estudios hechos por profesionales de las ciencias que gobiernan estos fenómenos. Este es el primer y muy importante paso que no se puede omitir y nunca dejar para el final o mucho menos ser ignorado.
Los tomadores de decisiones deben hacer uso de un análisis de riesgo (y no solamente vulnerabilidad como comúnmente se cree) para tomar medidas que cumplan con optimizar cuatro factores: (i) confiabilidad, (ii) resiliencia, (iii) asequibilidad y, (iv) sostenibilidad.
Se requiere, además, un órgano nacional que alberge a los cuatro grandes estamentos para ejecutarlo en conjunto: (i) Estado, (ii) sector productivo, (iii) sociedad civil y, (iv) academia. Este es un trabajo magnánimo en el que no se puede omitir ninguna de las partes.
- Desde hace algunos años se viene hablando de infraestructura hídrica compartida como una solución. ¿Qué le parece esta opción?
- ¡No creo que exista otra opción más justa, equitativa y sustentable! Vale acotar que la propuesta de infraestructura hídrica compartida está basada en la bien desarrollada metodología de análisis de sistemas elaborada por Colorado State University (CSU) a finales del siglo pasado.
En este enfoque, las herramientas básicas de simulación y optimización obligan a todos los miembros de la sociedad a trabajar juntos y compartir el recurso hídrico en la forma más eficiente posible con una visión de maximizar el bien común en el corto, mediano y largo plazo. Este es no más que el llamado “uno más uno es más que dos”.
- Para finalizar, ¿por qué no avanzan grandes proyectos hídricos como Paltiture en el sur del Perú, que incluso Southern ha propuesto construir?
- Lo que ha ocurrido en Paltiture lo he visto en proyectos en Estados Unidos (entre varios estados), África y Asia. Estos conflictos de recursos de agua no son nada nuevos. Muchos de ellos fueron resueltos al compartir una visión que maximice el bien común en una forma equitativa y sustentable como indicaba anteriormente.
¿Por qué no avanzan? El ingrediente primordial es que se requiere líderes que sean competentes y que demuestren pasión y acción, que sean éticos y honestos, que creen y fortalezcan relaciones personales e institucionales y empoderen y sean modelos a otros potenciales líderes. Si tenemos estos individuos con los atributos mencionados, estos y muchos otros proyectos podrán avanzar y beneficiar todos.