Para que la minería de Argentina pueda aprovechar la ventana de oportunidad que se abre con la demanda de minerales y el beneficio de las nuevas herramientas de financiamiento, el país debe entender que es una industria de largo plazo y que necesita de mejores condiciones para poder abarcar los tiempos de los proyectos.
Patricio Prandi, Gerente Comercial en Techint Ingeniería y Construcción, insistió en la necesidad de pensar a la minería como una actividad de largo plazo. En su participación en la Experiencia Idea CAEM, dentro de Arminera 2025, afirmó que "poner en funcionamiento desde cero a la entrada de la operación y producción de minería de gran escala implica no menos de 20 años, lo cual yo sería un poco más amplio y pensaría que como país tenemos que generarnos las condiciones para que la industria minera pueda hacer esa planificación de largo plazo. Eso implica una composición, implica una visión de flexibilidad, de estabilidad en el juego".
Para graficar el potencial, apuntó en la comparación con Chile, que es el primer productor de minería de cobre, el año pasado exportó 51.000 millones de dólares en derivados de cobre secundario. "Toda la economía argentina exportó 80.000. Si Argentina hoy pudiese correr en funcionamiento y en operación, los cinco proyectos que más avanzados están en su etapa de desarrollo, podrían generar una producción enorme de 1.000.000 toneladas que generarían exportaciones por 9.000.000 millones de dólares. Hablando de incrementar las exportaciones en un 12%".
Y agregó que "con lo cual, me parece que tenemos que ser conscientes, por un lado, de que la posibilidad está". El mercado mundial demanda alrededor de 25 millones de toneladas de cobre. Se espera que la demanda suba a 30 millones y que en 15 años 40 millones. "La demanda va a estar. Las condiciones están, la oportunidad está. Tenemos que ser muy conscientes de los desafíos que envuelven esas oportunidades. Estar a la altura de las circunstancias y trabajar profesional y seriamente para estar en condiciones de hacer una diferencia".
"Techint cuenta con la experiencia en minería y en particular en el cobre. A partir de un trabajo continuo, en Chile trabajan en una planta de desalinización, desde la concepción del proyecto, desarrollando la ingeniería, haciendo toda la gestión de compra de los materiales, construyendo toda la infraestructura". La planta de desalinización va a tener capacidad, en una primera instancia, de 860 litros por segundo, expandible a 1.600, y un acueducto y sus estaciones de bombeo de 160 kilómetros.
"Creo que las empresas que venimos trabajando en la industria minera en otros países de la región tenemos el desafío adicional de ser capaces de transpolar y adaptar a las condiciones de la Argentina porque creo que todos los que estamos envueltos en el mundo de los proyectos sabemos que no es lo mismo Argentina, Chile y Perú. Con lo cual creo que los que ya venimos con esa experiencia de proyectos mineros o proyectos de otras industrias, pero que son igual de complejos, igual de desafiantes, transpolar y poder adaptar a la realidad argentina, las soluciones, el know-how y la capacidad que hemos desarrollado para, de vuelta, ser parte virtuosa y ser un valor agregado para que quienes tienen entre sus manos la posibilidad o la decisión de desarrollar estos proyectos lo puedan hacer de una manera eficiente y con valor agregado por parte del gobierno", concluyó Prandi.