La difícil faena minera es un desafío para cualquier maquinaria. Un trabajo pesado el máximo de tiempo posible, sin paradas, en pos de la mayor productividad. Es fundamental que las máquinas tengan un mantenimiento especial. Y que los equipos de lubricación estén allí, al lado de las máquinas en las minas. ¿Cómo lograrlo?
Lubricación SAIC viene dando una respuesta a esta pregunta desde hace 30 años. En su planta de Ciudadela, en el Gran Buenos Aires, fabrica un conjunto de equipos y aparatos destinados a la tarea de lubricar las máquinas y herramientas de sus clientes. De sus talleres salen camiones que bien pueden ser considerados estaciones de lubricación móviles por la cantidad de equipos que incluyen.
Daniel Slongo, directivo de Lubricación, señala que “lo nuestro es venderle servicios a nuestros clientes”. Slongo hace referencia a que Lubricación fabrica equipos a medida.
“Para los mineros, fabricamos especialmente camiones de lubricación, de servicios, de soldadura y de combustibles. Pero siempre adaptados a lo que el cliente necesita”, agrega.
El método de Lubricación es sencillo. El cliente aporta el chasis y Lubricación diseña y construye la carrocería que va arriba, de acuerdo con lo que el cliente necesita en materia de prestación de servicios de lubricación.
“No ponemos límites a ningún chasis. Sólo estudiamos con el cliente qué chasis debe comprar en función de los equipos que debemos montarle”, describe Slongo. Actualmente trabajan muchos pedidos de clientes sobre chasis de camionetas 4x4.
Otro producto de la empresa destinado a la industria minera son las bahías de lubricación. “Hacemos el diseño de la bahía de lubricación, de acuerdo a las necesidades del cliente, y desarrollamos el montaje, proporcionando elementos como los enrrolladores de mangueras, bombas, etc”, explica.
Lubricación tiene entre sus clientes a mineras como Barrick y Cerro Vanguardia y a prestadores de servicios, como Sandvik y Finning.