El presidente de GEMERA hace un balance sobre la exploración minera durante el año que está por finalizar.
Por Julio Ríos Gómez*
Tras la desaceleración de la actividad exploratoria mundial, Argentina volvió a registrar un movimiento muy importante en la exploración minera. A mediados de 2010, las proyecciones se cifraban en US$ 1.500 millones de inversión en este sector fundacional de la industria minera para los próximos cinco años. Alentaba este pronóstico los nuevos descubrimientos, mejoras de los que habían quedado en stand by o que tenían condiciones para seguir como proyectos avanzados. También, aquellos que ya están en proceso de factibilidad y van a avanzar al compás de mejores precios internacionales, la demanda y mejoramiento de las condiciones de la actividad minera y de los productos minerales.
La inversión exploratoria 2010-2011, a mediados de 2010, se estimaba en US$ 250 millones, para unos 35 proyectos mineros de todo el país, una recuperación notable si se tiene en cuenta que en 2008-2009 no superaron los 12. A la salida de la crisis de setiembre del 2008, que desaceleró iniciativas mineras en todo el planeta, la exploración en la geología argentina insinuaba una vuelta a sus niveles récord de 2007-2008, cuando captó unos US$ 350 millones.
Sin embargo, en el último trimestre de 2010, la sanción de la Ley de Protección de Glaciares, firmemente cuestionada por el sector minero en su conjunto, ya había encendido luces de alerta y según reveló una compulsa entre los socios de nuestra entidad, el Grupo de Empresas Mineras Exploradoras de la República Argentina (GEMERA), los presupuestos iniciales sufrieron una revisión a la baja del orden del 30%. y la baja lo dejaría cercana a los US$ 180 millones.
La cautela es comprensible, ya que los términos de la referida ley no dan precisamente tranquilidad al inversor minero. Es esperable que el escenario se vaya dilucidando en los próximos meses, sobre todo con la resistencia que le están oponiendo los estados provinciales, los dueños por imperio constitucional de los recursos minerales, a la norma Bonasso-Filmus, un texto que ha pecado de todo tipo de prejuicios y audacias a la hora de combatir a una actividad genuina y generadora de riquezas como es la minería.
Provincias como San Juan, que impulsan proyectos interesantes de cobre y de oro, en los departamentos de Iglesia, Jáchal y Calingasta, se verían seriamente perjudicadas. Por eso es comprensible que el gobierno local y las empresas con intereses en territorio sanjuanino, hayan apelado y obtenido los primeros fallos favorables en la Justicia Federal que declaran inconstitucionales buena parte del articulado de la nueva ley. En la provincia cuyana están un 40% de los proyectos más activos de la minería argentina.
El notable auge de los proyectos de exploración de litio en las provincias del Noroeste Argentino (NOA), los preparativos para construir en Mendoza la que será una de las grandes explotaciones de potasio del planeta y el resonado traspaso de propietarios, por una cifra record para el país, de una mina de oro y plata en Santa Cruz, son algunas de las señales que deja el 2010 de cómo Argentina interesa y se afirma en la minería global. Los grandes países de Asia, motores de la nueva economía mundial han demostrado su interés en recursos minerales del país, cada vez más escasos y caros en el mundo.
Mientras todo esto ocurre, las novedades legislativas se dirimen en los estrados judiciales, y al tiempo que grupos políticos intentan hacer progresar en el Congreso Nacional leyes decididamente impedidoras de la producción minera, la dirigencia política argentina hace gala de una posición errática con respecto a su adhesión a la minería, lo cual es aprovechado por países vecinos que tientan a la minería mundial con su portafolio de proyectos. Hoy estamos muy por debajo de los US$ 6.500 millones en exploración que recibirá Perú en este quinquenio y con un notable suceso de atracción de mineras junior. La minería peruana es competidora de la argentina en este rubro, más que Chile o Brasil, más avanzados y con otra proyección de yacimientos. Mineras que hoy exploran en otros países, estaban en Argentina en 2006-2007. Para que vuelvan a activar su mirada sobre los abundantes recursos argentinos es necesario que reciban señales nítidas de interés del país por el desarrollo minero, respetando y haciendo respetar las leyes que rigen y son específicas de la actividad minera.
* Presidente del Grupo de Empresas Mineras Exploradoras de la República Argentina (GEMERA).
GEMERA se desarrolló como un lugar de encuentro para los empresarios y un lugar de discusión para problemática específica de la exploración.
Desde 2005, ante condiciones de mayor desarrollo y mejoramiento de mercado en la minería internacional, GEMERA comenzó un proceso de reestructuración y profesionalización lo que involucró la confección de un estatuto constitutivo, así como la búsqueda de nuevos socios y la ratificación existentes.
Está constituida por la mayoría de las empresas mineras que actúan en territorio argentino Su estructura profesional la pone en condiciones de reaccionar en defensa de sus asociados y de la actividad misma.
Los objetivos de GEMERA son:
+ Defender la actividad minera
+ Apoyar a sus asociados y sus intereses
+ Monitorear las practicas éticas y de buen vecino de sus asociados
+ Brindar información a la comunidad y a los medios de prensa