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Esteban Barrena es el coordinador de la Brigada Operativa de Emergencias y Rescate (BOER) de Cerro Vanguardia, yacimiento ubicado a 150 kilómetros al noroeste de Puerto San Julián, en la meseta santacruceña.

El objetivo de la BOER es, según detalla su titular, asistir en todas las emergencias que se puedan suscitar dentro del yacimiento y fuera de él, si la autoridad policial o de Bomberos así lo requieren.

Barrena explica que, en el yacimiento, las emergencias que más se dan son accidentes vehiculares y principios de incendios, “no estructurales, pero sí de mucho potencial que se minimiza con la llegada de la Brigada en minutos, por una cuestión de cercanías”.

Para combatir los incendios y actuar ante las emergencias, el funcionario de Cerro Vanguardia asegura que “los principales elementos con que contamos son los recursos humanos. También tenemos herramientas de rescate vehicular, pasando por equipos para emergencias químicas, emergentología vial, equipamiento para minas subterráneas, equipos de aire contenido, circuitos cerrados con una durabilidad y operatividad para el brigadista de cuatro horas, entre otros, además de los equipos para combatir incendios”.

Afirma Barrena que hoy la Brigada está en condiciones, tanto en equipamiento como en personal, para poder responder, controlar y mitigar cualquier emergencia dentro del yacimiento, como así también las que puedan surgir como apoyo fuera de él.

El entrenamiento de los brigadistas es a través de capacitaciones internas que están a cargo de los coordinadores, y capacitaciones externas con empresas certificadas a nivel nacional sobre las diferentes fases de emergencias y rescates.

Cuando se le consulta sobre la diferencia entre los brigadistas y el resto de los trabajadores del yacimiento, Barrena es terminante: “en la BOER somos todos mineros, que en nuestro tiempo libre nos dedicamos a entrenarnos y en el tiempo que nos queda dentro de nuestro turno de trabajo estamos alertas por si surge alguna emergencia o alguien necesita nuestra ayuda. A los coordinadores nos toca estar full time, y al resto de los chicos, tiempos compartidos, pero siempre estando de guardia en la brigada o adquiriendo conocimientos para perfeccionarse”, y agrega, no sin orgullo, que “más allá de que somos brigadistas, ya nos consideramos bomberos voluntarios. Esta vocación empieza siendo un hobby, luego una pasión y hoy por hoy es un estilo de vida”.

“Como buenos bomberos –acota– somos pirómanos, nos gusta el fuego, pero la idea es prepararnos y estar entrenados, tener la capacidad física y psíquica para intervenir en una emergencia, es decir, prepararnos para lo que no queremos que pase, porque esa gente que vamos a rescatar o a ayudar son compañeros. Somos todos mineros. Somos parte de la operación y parte del grupo que trabaja en Cerro Vanguardia”.