Términos como luminosidad, hidratación, equilibrio o tonificación parecen formar parte del lenguaje habitual de las grandes corporaciones dedicadas a la cosmética femenina, en el que el marketing y la publicidad juegan un papel fundamental en la búsqueda adecuada del tipo de producto a desarrollar y luego para saber de qué manera darlo a conocer.

Desde la antigüedad, los minerales y los metales han estado presentes en los maquillajes, pero en el el terreno de la cosmética y la higiene corporal habían permanecido con ciertas restricciones hasta la fecha.
Hoy en el mercado existen algunos productos de maquillajes que contienen minerales como el zinc, adecuados a pieles de personas jóvenes, según lo confirman personas del rubro y allegados a firmas especializadas como L'Oreal.

De repente, se observa que una parte de los cosméticos antiedad que hoy se encuentran disponibles al público, contienen unos pocos gramos de oro, platino o diamantes. Y por este motivo, las principales firmas a escala mundial, argumentan que no todo es una simple cuestión de marketing, sino, de efectos tangibles que estas sustancias tienen sobre la belleza. Es por eso también, que dentro de la industria comenzó a hablarse a menudo por estos días de gemoterapia, terapia magnética y otros términos que pasaron a formar parte de las nuevas denominaciones vinculadas a los tratamientos de la piel.

En definitiva, los minerales se pueden considerar componentes activos capaces de aportar al producto una serie de propiedades determinadas en función del mineral utilizado.

Otro uso frecuente, es el denominado polvo de diamante. El diamante es una gema a la que se le atribuyen poderes terapéuticos, entre ellos, su afinidad natural con las energías corporales.

Haciendo una rápida recorrida por varios de los productos, observamos que la denominada nueva cosmética utiliza el caolín (otorga un blanco puro y absorbe la grasitud de la piel); carbonato de calcio (ideal para bases); óxido de titanio (funciona como un pigmento blanco de altas características refractivas protegiendo la piel de los rayos ultravioleta); nitruro de boro (provee adherencia y suavidad en la aplicación); óxido de zinc (protector de rayos UVA y UVB del sol); óxido de hierro (para dar color y variados tonos); oxicloruro de bismuto (brinda un efecto perlado y también es antiinflamatorio); silicona (absorbe la grasitud e Impermeabiliza y atenúa líneas de expresión y arrugas); mica (para pantallas y como aislante natural); entre otros.

Fuente: AIMSA-SantaCruz. Por Diego Cons y Sergio Solon