En principio la mayoría eran esposas de geólogos, ingenieros, técnicos, entre otros. También, mujeres profesionales vinculadas a la minería y se fueron agregando amas de casa y mujeres independientes que se enteraron de la existencia de este grupo por medios de comunicación.

Ellas forman parte de este grupo que funciona desde 2010. La organización femenina ronda las 25 integrantes y, desde el principio, se planearon como objetivo dar respuesta al costado social de la actividad. El compromiso que tienen es poder ayudar a los departamentos mineros más necesitados.

A un año de su inicio, algunas de las tareas sociales que realizaron fueron en la zona calera de Pedernal y Los Berros, en Sarmiento. A mediados de año y con ayuda de especialistas del Sanatorio Argentino, promovieron una campaña ginecológica a la que asistieron más de 130 mujeres de la zona. Se hicieron controles de rutina (Papanicolaou) y también pruebas de HIV. En forma paralela, se dieron charlas sobre alcoholismo, drogadicción y violencia familiar.

En la escuela de Pedernal acercaron material deportivo para las clases de educación física como redes, pelotas y ropa de gimnasia. También se realizó una campaña para amoblar algunas escuelas y, a través de donaciones de maderas y herramientas de particulares, lograron fabricar muebles por las personas que hoy están en la cárcel de Chimbas.

Para llevar a cabo estas obras, pensaron que en el norte de la provincia la gente recibe gran ayuda por parte de las empresas mineras en distintos aspectos. Por lo cual comenzaron a asistir entidades y escuelas del sur donde ellas piensan que hay mucho para hacer.

La promotora de realizar este grupo fue Noemí López, Coordinadora Administrativa de la Cámara Minera de San Juan. Cuenta que la idea de formar un grupo surgió luego de participar en un encuentro de mujeres mineras organizada el año pasado por Panorama Minero. Allí conoció la tarea de las integrantes de “Women in Mining” de Canadá y otras organizaciones de mujeres. De ahí en adelante se lo propuso a algunas de las mujeres que hoy integran el grupo y luego lo hablaron con Jaime Bergé (presidente de la Cámara Minera de San Juan), que les brindó su apoyo para poder comenzar a realizar las actividades.

En su primer año de vida se sienten muy satisfechas por las tareas realizadas y piensan seguir trabajando en las zonas anteriormente nombradas. También algunas de las expectativas que tienen es seguir creciendo y sumar integrantes, ya sean mujeres y también hombres; poder afianzarse como asociación; brindar ayuda a otros lugares; poder suministrar elementos y herramientas para que las personas beneficiadas puedan generar sus propios recursos; ayudar en las campañas de capacitación para los futuros profesionales en el ámbito minero y si bien es un equipo de trabajo, crear una comisión que tome las decisiones.

Fuente: Tiempo de San Juan