Luciano le propuso matrimonio y Sabrina no dudó en aceptar.

Acordaron la fecha del casamiento y empezaron a buscar el sacerdote para que oficie la ceremonia religiosa. Lo que priorizaron en toda la organización fue compartir el momento con sus amigos más cercanos. Hasta aquí, la historia de esta pareja es una de tantas aquellas que buscan dar un paso más en su relación. Pero lo que descolocó a todos, incluso a sus propios jefes de trabajo, fue el lugar que escogieron para dar el ‘sí‘. Es que están planeando casarse en el campamento minero de Pascua Lama, a 4.100 metros de altura, porque ambos trabajan en el emprendimiento de la empresa Barrick, que está en ese lugar. El casamiento será el próximo 10 de marzo al mediodía.

No existen registros en la provincia sobre la realización de un casamiento en tierra firme y a esa altura. Y además será la primera vez adentro de una mina. Esto es lo que hace que la historia sea tan llamativa.

Ni vestido blanco, ni ligas, ni luna de miel, al menos por el momento. Los novios se casarán con la indumentaria que utilizan para trabajar, incluido el casco de seguridad, ya que la ceremonia se realizará en la hora del almuerzo para que la mayoría de los compañeros de tarea pueda estar presente. Entre los invitados estarán los hermanos de Luciano que también trabajan en el emprendimiento minero.

‘Vamos organizando todo poco a poco, en el tiempo que nos vemos. Muchas veces nuestros turnos de trabajo no coinciden‘, dice Sabrina Oribe, una tucumana que llegó a San Juan por casualidad y más azarosa fue su llegada a Pascua Lama. Hoy la chica está en el área administrativa del campamento y fue la primera mujer en trabajar en ese lugar. ‘Estaba por irme a vivir a Buenos Aires cuando me salió el trabajo allá arriba‘, dice.

Mientras que Luciano, oriundo de Angualasto, un pueblito que está a poco más de 20 kilómetros de Rodeo, se desempeña en el área topográfica del mismo emprendimiento minero que maneja Barrick.

AMOR DE ALTURA

Si el hecho de casarse en uno de los sitios más inhóspitos de la cordillera de Los Andes parece una historia escrita para una película romántica, mucho más lo es el modo en que Sabrina y Luciano se conectaron. Mientras que ella llegaba a San Juan después de haber viajado por un sinfín de lugares, él sólo anhelaba comprarse un auto. Hasta ahí nada parecía unirlos. Pero bastó que en un invierno de 2010, a un mes de haber ingresado a trabajar en la mina, Luciano se fijara en Sabrina para darse cuenta que esa era la mujer con la que quería pasar el resto de su vida. Seis mese después él le propuso matrimonio. Ella aceptó sin dudar.

Pero cuando Luciano dejó en manos de su novia la elección del sitio y de la fecha de la boda, nunca imaginó que el lugar elegido sería el campamento. ‘Mi familia no se asombró cuando recibió la noticia: me conocen. Saben que soy aventurera y hace muchos años que viajo por el mundo para encontrar mi lugar‘, asegura Sabrina, que no dudó en comunicar a sus jefes la inquietud de poder casarse en Pascua Lama. Una propuesta que tuvo aceptación inmediata. Y aunque en esta mina y en la que está en Veladero ya se formaron varias parejas, Luciano y Sabrina serán los primeros en sellar su unión en el corazón de la montaña.