Raros tiempos nos toca vivir a aquellos que de una manera u otra estamos vinculados a la actividad minera en la provincia de La Rioja.
Por Jorge Lobo - Presidente de la Cámara Minera de La Rioja
Raros tiempos nos toca vivir a aquellos que de una manera u otra estamos vinculados a la actividad minera en la provincia de La Rioja. La difusión pública que han tenido los hechos protagonizados recientemente, por los grupos "ambientalistas", en realidad antimineros, han generado justificados temores en los pequeños productores, por la presión que éstos ejercen denostando la actividad en general, ya que algunos carteles y pancartas expresamente dicen "maldita minería".
Se comprueba la politización de sus postulados, en los que no se aceptan razones científicas o técnicas. Se confunde expresamente "impacto ambiental" con "contaminación", con el propósito de crear en los desprevenidos temor y consecuente oposición hacia la minería. A tanto ha llegado esto que los piquetes han obstruido la circulación de camiones cargados con ¡cuarzo y feldespato! Esto en un ejercicio de un poder de policía que nadie ha conferido a estos piquetes. Y al parecer nadie lo tiene suficientemente claro, como para que la población asuma que los cortes de ruta son delito.
La paralización de la exploración convenida con Osisko en el Famatina, emblemático en el pasado por la actividad minera que allí se registró, y emblemático hoy por la actividad antiminera, sólo resultará en que no se sepa con certeza si el Famatina será un proyecto minero factible y rentable. Esto redundará en un lógico atraso más, a las expectativas de desarrollo de esta Provincia, una de las más pobres del País. Conocida es la falta, en nuestra Provincia, de cursos de agua superficiales, imprescindibles para desarrollar actividades agropecuarias, producto de un escueto régimen de lluvias. Obstruir la actividad minera es cerrar las puertas al futuro de La Rioja, cuya economía hasta hoy es dependiente de la coparticipación y de los ATN.
Es muy difícil prever o dar cifras, por cuanto la minería metalífera en La Rioja está aún en etapa de prospección y como en el caso de Famatina, que sería el más avanzado, en exploración en suspenso. Uno puede imaginar progreso, pero ¿cuantificarlo? Es pronto para ello. Famatina no está aún en grado de factibilidad técnica-económica y falta bastante todavía, ya que habría que: cuantificar el yacimiento, definir método o métodos de explotación y de beneficio de los minerales, de uso del agua, lugar y modo de obtención del producto final. A partir de ese conocimiento se podrá definir el Impacto Ambiental, que tanto interesa a la sociedad y el análisis final de costos/beneficios. Recién entonces se tomará la decisión de construcción de la mina.
No obstante, debemos ser mesuradamente optimistas y creer en que la población no dará apoyo futuro a quienes, con cantos de sirena, la atemorizan, sosteniendo "contrario sensu", la conveniencia de seguir siendo una Provincia dependiente del erario público. Ardua es la tarea que tenemos por delante los que pretendemos vivir de una actividad lícita, imprescindible para el desarrollo económico y social.
Fuente: Revista Mining Press