Convocado por Mining Press, el reconocido abogado y ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), brindó una conferencia en donde destacó la legislación peruana como fuente del crecimiento económico de su país.
Por Hans Flury - ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE)
La minería es el motor del desarrollo del Perú, es la actividad que le da a la Nación y a todos los peruanos la posibilidad de tener una mejor vida. Somos un país minero reconocido por nuestra riqueza geológica. A diferencia Chile y Argentina, tenemos la suerte de tener los Andes en ambos extremos, lo cual facilita muchísimo las labores mineras.
Tenemos una larguísima tradición minera Hay vestigios de la actividad desde la época Pre-Inca e Inca. Pizarro. Perú también es reconocido por tener buenos trabajadores, profesionales de primera línea. Chile necesita para su desarrollo futuro y la mitad de ellos van a salir de Perú. En los diarios peruanos han aparecido avisos de empresas de Australia convocan a trabajadores peruanos.
En Perú la minería genera trabajo formal y los salarios del sector son superiores a los de otras actividades vinculadas o no al quehacer minero. El Perú ha sufrido el centralismo de Lima que consumía los recursos que generaban las provincias, originaba una gran migración y que no hubiera un mecanismo de redistribución de esa riqueza minera. Las minas hacen posible llevar trabajo y desarrollo a regiones remotas.
La minería es el principal contribuyente para el Estado y trabajamos con responsabilidad social y ambiental. La minería no puede estar ajena a su entorno, tiene que aportar a mejor educación, salud y seguridad, cuidando de no sustituir al Estado y a la obligación que la Constitución le impone.
Perú ofrece una situación legal de trato al inversionista nacional y extranjero es idéntico, con los mismos derechos. Permite el acceso del inversionista extranjero a todos los sectores, quizás la excepción sea en banca. Permitimos la libre transferencia de los capitales, los pagos de las obligaciones, la remesa de dividendos, no hay ningún trámite administrativo a tal fin, simplemente la habilitación del banco para que se haga la remesa como debe ser. Buscamos la libre competencia, procuramos eliminar todo tipo de monopolio, las empresas extranjeras tienen libertad de adquirir y posteriormente vender si es necesario las acciones y participaciones de las empresas peruanas en territorio nacional, hay absoluta garantía a la propiedad privada, las expropiaciones son muy condicionadas y vinculadas al interés nacional, la libertad al crédito es total, las empresas extranjeras pueden tomar préstamos locales o traer recursos del extranjero. Además, el Perú ha suscripto innumerables Tratados de Libre Comercio con lo cual lleva a la integración internacional, participamos en todas las actividades para el mejor ambiente de negocios.
El esfuerzo de toda esta legislación ha permitido que el Perú pueda crecer. Desde de los años ‘70 a los ‘90 Perú sufrió mucho el embate de una mala política económica donde sufrimos inflaciones improcedentes e increíbles para llegar a gobiernos a partir del 1990, donde empezamos a ser más racionales buscando los niveles de inversión que hoy hemos alcanzado.
Estas inversiones han hecho que el Perú ocupe importantes posiciones en la producción de metales. En oro, es sexto en el mundo, primero en Latinoamérica; en cobre, obviamente estamos siempre detrás de Chile, por sus ventajas geológicas. En plata sin plomo, siempre peleamos con México el liderazgo.
¿Cómo hemos logrado todo este ambiente muy positivo? Con una democracia estable, con más de 30 años, con gobiernos surgidos en elecciones limpias, certificadas internacionalmente, legislación que da seguridad, las normas generalmente son previsibles, consultadas. Tenemos un mecanismo de diálogo con los gobiernos y los legisladores a los que podemos aportar a que las normas tengan cierta inteligencia. La integridad y la seguridad es fundamental, no existe el empresario que quiera enviar a los trabajadores o representantes a un país donde pueden sufrir secuestros o cualquier otro perjuicio, orden público va de la mano con esta seguridad y hemos avanzado mucho en ese camino.
Nuestra tributación es competitiva, no queremos ser el país más barato del mundo pero tampoco podemos ser el más caro. No hay nada más cobarde que un dólar, el cual va donde no lo asusten, sea bienvenido y tenga la mejor rentabilidad posible. En esa línea, tenemos los contratos de estabilidad jurídica, en los cuales se fijan las reglas a una fecha determinada. Con permanencia durante 10 ó 15 años, basados en la inversión que se compromete. Las nuevas reglas administrativas y la tributación novísima que se quiera implantar no se aplican al inversionista que cuando llegó al Perú evaluó la situación económica y tributaria para invertir.
Hemos desarrollado mecanismos de coordinación internacional con el Estado, para salir al mundo a decir que Perú es una plaza posible para hacer minería.
MARCO LEGAL
El proceso de concesiones mineras es un título que otorga el derecho de extraer esa sustancia metálica, se adquiere en base a un procedimiento administrativo, las concesiones no dan derecho al uso de la superficie y eso lleva a que el titular interesado del desarrollo minero deba lograr un acuerdo con el propietario de la tierra para poder tener acceso a la riqueza mineral.
Las concesiones mineras una vez otorgadas son irrevocables, el Estado no tiene la capacidad de eliminarlas, caducar los títulos o anularlas de alguna manera, solamente la omisión por parte del propio interesado, en el no pago de la obligación anual, lo que llamamos el derecho de vigencia (US$ 3/ha por año) o ante la falta de producción a partir del décimo año, son las únicas dos condiciones que pueden hacer caducar la concesión minera.
Perú tiene un régimen de devolución del impuesto general a la renta, al valor agregado para promover inversión para poder devolver este gravamen alto, una tasa del 18% mientras se pone en práctica la concesión.
En la regulación ambiental el sector minero es el líder, el primero que se impuso ciertas reglas de conductas vinculadas a los límites máximos permitidos, estándares de calidad impuestos a partir de 1993. Vamos evolucionando conforme la tecnología lo permite y siempre buscando un consenso para tener reglas que sean cumplibles y evitar litigios entre los inversionistas y el Estado.
Tenemos mecanismos de participación ciudadana donde el pueblo y las instituciones pueden participar en la definición del quehacer minero y su desarrollo, la fiscalización de la minería la realizan el Ministerio de Minas y Medio Ambiente a través de terceros, empresas privadas que contratadas por el Estado para hacer estas revisiones, levantan la información y entregarla a las autoridades.
TRIBUTOS MINEROS
La actividad minera no tiene ninguna exoneración, ningún privilegio, está sujeto a un régimen común. Pero tenemos gravámenes adicionales que otras actividades no tienen, por lo tanto hacer minería en Perú es fiscalmente más oneroso que otra actividad. Tenemos un impuesto a las Ganancias es del 30%; un impuesto a la Remesa de los Dividendos que se devenga al mes siguiente del acuerdo de distribución; el IVA es del del 18%; las Pérdidas son trasladables a los ejercicios siguientes hasta por un máximo de cuatro años. La ley permite un procedimiento de Depreciación Acelerada a un 20% anual. Tenemos Regalías Mineras sobre la utilidad operativa de cada bimestre, desde hace poco rige el Impuesto Especial a la Minería y finalmente tenemos un régimen de Participación de Utilidades de los trabajadores mineros, del 8%.
Con respecto a las tributaciones especiales a la minería, la regalía minera, en el esquema anterior era un impuesto en tres bandas, 1, 2 y 3% en base al valor de venta de la empresa, esto se consideró altamente oneroso para las empresas pequeñas porque una tasa fija del 3% para una empresa que vende US$ 1.000 millones es menos onerosa para aquella que vende US$ 10 ó 100 millones, por lo tanto se cambió a un régimen en el cual se grava la utilidad operativa que se genera en cada trimestre de tal manera que a mayor rentabilidad, mayor tasa tributaria. Obviamente cuando una minera logra utilidades del 60/70% una tasa del 14% al 18% no le viene mal y esa tasa baja cuando las utilidades son menores.
Cuando el presidente Ollanta Humala anunció el impuesto a las sobreganancias mineras, hubo temor de que ocurriera como en Mongolia, donde se grava el 65% de la renta pero gracias al diálogo, el Aporte Voluntario fue sustituido por el Impuesto Especial a la Minería, que es adicional a la regalía minera y vinculado a las ganancias operativas: a mayor utilidad mayor impuesto. Es renta del gobierno nacional para lograr aliviar la pobreza y favorecer la inclusión social.
En un esquema de invariabilidad tributaria basada en los contratos, ese último Gravamen Especial Minero es hermano gemelo del Impuesto Especial a la minería y es una contribución voluntaria que han aceptado pagar al Estado aquellas empresas mineras que ya realizaban actividades en el país y que estaban amparados por el contrato de estabilidad tributaria. Es decir, se ha presentado una plataforma que pide a todos un aporte adicional. Aquellos que no tenían contrato fueron sujetos de una imposición, pero todas las empresas, que eran muchas extranjeras, protegidas de esa nueva obligación, se comprometieron en un contrato con el Estado a hacer contribuciones adicionales. El Estado ha reconocido la validez y la vigencia de los contratos de estabilidad con los gobiernos anteriores y ha habido generosidad de las empresas mineras para contribuir a aliviar la pobreza del país.
DIÁLOGO CON LAS AUTORIDADES
Este esquema surgió del diálogo con la autoridad. En el Perú tenemos una situación en la que el sector minero está convencido de que tenemos que hablar, consensuar y escuchar a todos, los stakeholders.
Logramos establecer este diálogo con el Ministerio de Energía y Minas y con el Ministerio de Economía y Finanzas, en el cual antes de entrar a esta nueva legislación, el gobierno reconoció que se requiere un competitivo. Esto nos permitió hacer un análisis fiscal de distintos países del mundo para sugerirle a este nuevo gobierno cómo hacer para que el Perú seguir atrayendo inversión y produciendo más.
Las consecuencias están acá, la tributación es importantísima para el Perú y se ha incrementado en forma sustancial. El impuesto a la renta que proviene de la actividad minera es el sustento para todo el desarrollo y las inversiones en infraestructura y en salud que el gobierno quiere hacer, por lo tanto la formalidad de las empresas mineras es fundamental. Las mineras exportan y eso pasa por la aduana y somos vistos en cuanto a la calidad, cantidad y valor que se refleja en la tributación que generamos, por lo tanto la minería es bienvenida en Perú y queremos hacer buena minería y queremos hacer mejor minería.
La minería tiene que seguir aportando a este desarrollo de la población, nada hacemos con generar riqueza que no es compartida con ese entorno. Por lo tanto buscamos que esos desarrollos permitan a estas poblaciones tener vida mas allá de la mina. La mina en algún momento va a consumir esta riqueza, la reserva tiene valor en la medida que sea extraíble, vendible y comercializada. Estas poblaciones se van a quedar cuando nos vayamos buscamos que tengan una mejor vida mas allá de la mina. Queremos complementarnos en las relaciones con la salud y la educación, debemos cumplir con estas normas ambientales y queremos actuar con ética, transparencia y sobre todo eficacia.
Fuente: Mining Press
Mining Club es la plataforma para vincular negocios creada por Mining Press, el diario de minería que circula en tres ediciones diferentes en Argentina, Chile y Perú.
Participan en Mining Club más de 600 empresas y cámaras proveedoras del sector de la industria minera, sin distinción de tamaño y procedencia.
A través de Mining Club, las compañías de diversos rubros pueden ofrecer sus productos y servicios a un público de más de 30.000 seguidores diarios, de los cinco continentes, interesado en el acontecer regional de la minería.