"La región de metales preciosos del Macizo del Deseado, está subexplorada y la región tiene un extraodinario valor prospectivo para la exploración de minerales" dice el analista, que también toma en cuenta los riesgos de inversión.
Esta entrevista al analista de metales preciosos Mike Niehuser (*) fue hecha semanas después de una visita al Macizo del Deseado (Santa Cruz) que coincidió con la expropiación de YPF, y terminó publicada sólo dos días antes de conocerse la venta de Extorre (Cerro Moro) a Yamana, este lunes. Sus apreciaciones resultan muy esclarecedoras sobre cómo la situación económica y financiera internacional, combinada con decisiones políticas como la expropiación de la petrolera estatal, las exigencias de liquidar divisas, el tipo de cambio y la inflación impactan a corto plazo y seguirán influyendo en el negocio minero, de capitales de largo plazo y tan sensible a los cambios. “A nadie le gusta que le cambien las reglas y le muevan el arco”, grafica. De todos modos, Niehuser considera que hay “posibilidad cero” de una nacionalización de mineras. Hoy día “el efectivo es el rey”, proclama, pero si en el precio de las acciones ya fue contabilizado el riesgo propio de países como Argentina, entonces, las oportunidades pueden aparecer.
The Gold Report: usted estuvo recientemente de gira como analista visitando proyectos mineros en Argentina. ¿Qué ha visto?
Mike Niehuser: Visitamos media docena de compañías en Santa Cruz, una provincia del extremo sur de Argentina. Fue mi primer viaje a Santa Cruz y resultó increíble. Se trate o no de minería, tenemos que ponerlo en la lista de los lugares a viajar. Primero visité Cerro Moro, en las afueras de Puerto Deseado, sobre la costa del Atlántico. Deseado es un puerto moderno con áreas naturales de importancia histórica que el propio Charles Darwin visitó. Santa Cruz tiene una infraestructura moderna y carreteras pavimentadas. Geológicamente, el área que rodea Santa Cruz, la región de metales preciosos del Macizo del Deseado, está subexplorada y la región tiene un extraodinario valor prospectivo para la exploración de minerales.
TGR: ¿su visita coincidió con la expropiación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), la petrolera nacional? ¿Es un país que los inversores deberían evitar?
MN: Me enteré de la noticia apenas aterricé. Siendo estadounidense, tuve un acto reflejo inmediato de rechazo, pero enseguida el asunto se volvió un poco más complicado, porque comencé a recibir información local y en tiempo real, no de segunda mano desde Estados Unidos. Fue interesante en distintos sentidos, desde la perspectiva de los inversores y de otras.
TGR: ¿a qué se refiere?
MN: Los argentinos son únicos. Para Sudamérica, ellos son muy europeos y vanidosos. La gente con la que hablé tenía una gran necesidad de ser comprendida. Parecía haber disconformidad con Repsol por no haber mantenido sus compromisos de perforar y de aumentar la producción de crudo. Esto llevó a Argentina a convertirse en importador neto de energía. Se pueden imaginar, con los precios del crudo en aumento, cómo podría haber contribuido esto al déficit comercial y a provocar ansiedades devaluatorias. Atar la tasa de cambio del dólar ha causado muchos problemas, principalmente tener que quedarse en pesos. La gente con la que hablé busca ser reconocida como Buenos amigos de Estados Unidos y de los mercados libres, pero lo interesante es que en privado había un ánimo de vergüenza o negación sobre cómo explicar, desde la lógica, cómo llegaron a donde están. Está claro que iban detrás de Kirchner para tratar de salir de su situación.
TGR: ¿cree que ella tendrá éxito?
MN: Es difícil de decir, pero será fascinante seguirlo. Desde mi visita, he estado monitoreando el diario Buenos Aires Herald en la web, que parece proporcionar la información en tiempo real más consistente de la política y la economía argentinas. El desafío de Kirchner no es diferente de lo que pasa en Europa o en cualquier otro país desarrollado desde la crisis financiera de 2008. Ella abordó el problema desde una línea proteccionista, de economía centralizada y eligiendo arbitrariamente ganadores y perdedores. Los argentinos parecieron apoyar a Kirchner. Ella se comprometió a “pesificar” sus propios depósitos personales en dólares y alentó a sus ministros a imitarla. Extrañamente, este intento de persuasión y liderazgo moral me recuerda a la campaña de compra de bonos durante la II Guerra Mundial, en la medida en que comprar bonos y atesorar pesos parecen un sacrificio más allá de lo debido. Más que controlar YPF para hacerse de ganancias fáciles, se trata de un asunto de seguridad nacional. La Presidenta prometió designar profesionales alineados con los intereses nacionales y el nuevo CEO de YPF (Miguel Galuccio, ndr) tiene planes de perforar 1.000 pozos nuevos el año próximo para alcanzar el autoabastecimiento energético. Es un cambio significativo respecto de los últimos años, pero para economías centralizadas es más fácil decirlo que hacerlo.
TGR: ¿Qué significa esto para las mineras en Argentina? Si Kirchner no tiene éxito, ¿cree que esto puede conducir a la nacionalización de las empresas mineras?
TGR: Creo que hay posibilidad cero de la nacionalización de las empresas mineras según lo que hemos visto con YPF. Nunca digas jamás, pero YPF había sido privatizada, no cumplió con su obligación de desarrollar los recursos y fue ahora expropiada. El interés de los políticos por hacer carrera se puede confundir con las prioridades nacionales. Las compañías mineras, incluso los productores, podrían parecer blancos tentadores de una nacionalización, pero no parece que vayan a serlo. Además, la construcción de minas atraen capital extranjero, que es lo que el gobierno quiere.
Además, la Presidenta es oriunda de Santa Cruz, el área que visité en el sur de Argentina y a la que le falta empleo privado. Los lugareños dicen que había unos seis millones de ovejas pastando a comienzos de los ’90, cuando un volcán arrojó desde Chile unos 30 pies de ceniza, que cubrió la hierba y acabó con la ganadería. No estoy seguro de que sea así, pero con vegetación escasa, menos gauchos y granjeros, la zona era perfecta para la exploración minera. Supongo que nacionalizar o que el Estado se asuma como propietario es posible, pero hay otras razones más válidas por las cuales hacer negocios en Argentina plantearía particulares riesgos.
TGR: ¿Se refiere a la inflación por una devaluación, o al desequilibrio comercial?
MN: Por supuesto, la inflación es un reto para los extranjeros debido al incómodo tipo de cambio fijo para dólares y pesos. Este tipo de controles de precios da lugar a un mercado negro y a escasez de bienes y servicios al tipo de cambio oficial. Por otra parte, como el gobierno busca incrementar la exportación de bienes de valor agregado para reducir el desequilibrio comercial, hay un tratamiento diferente de la exportación de doré en comparación al concentrado. El gobierno también exige que los ingresos por exportaciones en moneda extranjera se conviertan a pesos. Las compañías extranjeras aceptan la reducción en el cambio y lo pasan otra vez a moneda extranjera, eventualmente a los inversores. Este costo es muy parecido a un impuesto o regalías para una compañía minera. El gobierno está tratando de hacer más atractivo a los pesos mediante el fomento de la actividad económica local y reduciendo o frenando el cambio de los pesos. Para la mayoría de empresas mineras, cada país es diferente, y siempre y cuando las reglas no cambien, se pueden tomar decisiones de inversión. Esto es lo que los inversores deben tener en cuenta.
TGR: ¿cómo luce Argentina al respecto?
MN: Para algunos, no muy bien. La columnista sobre Sudamérica de Wall Street Journal, Mary Anastasia O'Grady, alguien imposible de engañar, sostuvo que la expropiación de YPF hizo de Argentina "un accidente previsible y un buen sitio a evitar para los inversores". Al margen de su posición libremercadista, argumenta que la manera en que se procedió a la nacionalización violó las leyes del país. Si es así, el desprecio por el estado de derecho podría ser para mí la mejor razón para retrasar inversiones en Argentina. A nadie le gusta que le cambien las reglas y le muevan el arco. Esto no debería sorprender a los inversores y este riesgo podría haber sido ya incorporado al valor de las acciones; si es así, esto crea una oportunidad para inversores a contracorriente. Personalmente, respecto de la seguridad jurídica, Argentina podría ser de interés secundario, pero según van los acontecimientos en Grecia y España, podría ofrecer importantes indicios de a dónde van la economía global y las inversiones a largo plazo.
TGR: ¿qué tiene que ver Argentina con Grecia y España?
MN: se asume que la población va camino de superar los 10.000.000 millones, y que el planeta se está calentando debido a la expansión de una clase media global que llevará al agotamiento de recursos. No estoy convencido. Salvo en Estados Unidos y otras raras excepciones, la tasa de natalidad en Occidente está peligrosamente baja. El “esquema Ponzi” de derechos gubernamentales y la progresiva redistribución de la riqueza funcionan bien cuando las economías crecen, pero no tenemos experiencia de una regresión a corto y largo plazo de esta tendencia. No creo que la austeridad sea la respuesta para Europa o para China, pero lo mejor que nos podría pasar sería liberalizar las economías. La actual expansión de los trabajadores con más antigüedad respecto de los nuevos es algo nuevo. La novedad de este problema no es diferente de la que enfrentaron las agencias de rating en la reciente crisis financiera, sin experiencia ni capacidad para reconocer una baja de precios inmobiliarios hasta que fue muy tarde. Mirar a las naciones con tasas de natalidad en descenso sería muy aleccionador como casos testigo para grandes economías que no están tampoco inmunes, como Estados Unidos y China.
TGR: ¿sugiere que el riesgo político se está globalizando?
MN: experimenté empatía con los argentinos con los que hablé durante mi viaje. La actual Administración norteamericana tampoco es amigable con la minería y los mercados libres. La Corte Suprema de Estados Unidos emitirá en breve un fallo sobre la cobertura de salud que impactará notablemente sobre el cambio demográfico. Además, hay otros c asos en los que las decisiones de la Corte han impulsado la deuda pública a niveles record en relación con el PBI. La minería es un negocio de capital intensivo y largo plazo para el que la seguridad jurídica lo es todo. Este es el problema para los mercados y los inversores en conjunto. El economista Milton Friedman opinaba que los estímulos o cambios fiscales temporarios eran ineficientes. El manejo micro de la economía con reformas fiscales o la costumbre de ofrecer nuevos programas de mejora para impulsar el crecimiento económico no sustituye la confianza en el mercado libre y en el capitalismo. Piensen en la confusión creada al interpretar las señales de la Reserva Federal cuando puso fin a su Operación Twist o si emprende una baja de tasas.
TGR: ¿influye esto en su pronóstico sobre los precios del oro?
MN: Me quedo con mi pronóstico de nuestra última entrevista. Mi pronóstico era de un rango de US$ 1.400 - US$ 1.700/oz con la posibilidad de que alguna coyuntura lo llevara hasta US$ 1.800 - US$ 1.900 / oz. Creo que podemos dar vueltas y vueltas sobre eso, pero la política y la demografía a nivel internacional será impulsar mayores niveles de gasto público. Esto fracasará, por supuesto, pero tomará un largo tiempo. Un crecimiento más lento, entre ellos China con su reciente recorte de tasas de interés, con bajas tasas en Estados Unidos, junto con el estímulo de los bancos, ampliará la base monetaria. La riqueza se redistribuirá a costa de ahorristas y de productores, y seguirá así mientras tengamos tasas de interés negativas. El oro sigue siendo la reserva de valor hacia donde ir, a pesar de que sus precios se mantuvieron abajo sólo por la bancarrota del sistema bancario y por la caída de la economía global. Es lo que esperaba, pero todavía estoy sorprendido de que los precios del oro se hayan mantenido tan estables, sobre todo en comparación con los índices bursátiles o con las acciones de las mineras en general.
TGR: ¿por qué es que las acciones mineras no han reflejado los mayores precios de los metales preciosos?
MN: Todos nosotros estamos cansándonos un poco de escuchar hablar de la situación límite para el medio ambiente. No es para simplificar, pero tampoco es tan complicado. Los modelos económicos generales indican que los actuales valores resultan de aplicar las tasas de retorno para los flujos de efectivo a lo largo del tiempo. Centrarse en los precios del oro no es suficiente, como vimos en 2007, cuando la industria se sobrecalentó y los costos de mano de obra y material se fueron por las nubes destruyendo los márgenes potenciales y el flujo de caja. Los plazos son también un asunto a tener en cuenta. Cuanto antes uno ve cash, mejor. Esto es ahora más importante que nunca. La gran cuestión ahora son las tasas de retorno, que incluye no sólo lo que los inversores reclaman, sino un extra por el riesgo. Esto incluye una canasta dinámica de riesgos de la empresa, del sector y del mercado. Se puede ver que incluso con niveles sostenidos de precios más altos para los metales y costos estabilizados, los riesgos en aumento pueden bajar o revaluar a compañías en particular y al mercado mismo. Si estos riesgos ya han sido incorporados al precio de las acciones, puede haber oportunidades.
TGR: ¿cómo influye esto en su apreciación de las acciones mineras para el resto de 2012?
MN: Tuve una sensación extraña hace un mes, después de leer un artículo en el Wall Street Journal acerca de la caída por un precipicio financiero en 2013, cuando expiren los beneficios fiscales que había otorgado la Administración Bush. Les dije a mis clientes que esto sugería que no habría mejor argumento para quedarse en efectivo. Acabamos de regresar de una conferencia sobre recursos en Vancouver (Canadá). El ambiente era raro, como en una reunión de viejos egresados de la escuela. Una especie de "espero verte pronto", pero tal vez no. Las empresas parecen haberse esforzado por protegerse con efectivo, sin saber si y cuándo van a ser capaces de recaudar dinero y qué precio. Hay una mayor sensibilidad entre los inversores exacerbada por el exceso de gastos corporativos en lugar de dinero que va para la exploración o a proyectos que avanzan. También me recuerda lo que John Maynard Keynes dijo: "Los mercados pueden permanecer ilógicos mas de lo que los inversores pueden permanecer en efectivo". Creo que por ahora es posible que hayamos llegado a un punto en que los inversores interesados en las acciones mineras estén buscando nuevas ideas.
TGR: y usted, ¿está en busca de algo ahora?
MN: A pesar del riesgo medio ambiente, el mercado todavía premia las sorpresas positivas. Esto incluye tanto a compañías de exploración como a descubrimientos que aumentan el flujo de caja. Hoy el efectivo o el flujo de efectivo es el rey.
TGR: entonces, ¿recomienda que los inversores compren empresas mineras en Argentina?
MN: no puedo recomendar que los inversores actúen sin conocer las minas o sin conocer todos los riesgos de invertir en la Argentina. Muchas cosas quedarán claras en los próximos meses y años. Sin lugar a dudas, el Macizo del Deseado es impresionante, pero por otro lado, las acciones y la dirección del gobierno argentino son un problema, especialmente si se espera atraer capital extranjero y unirse a otras naciones desarrolladas en una economía global. Es evidente que gran parte del riesgo ha sido descontado por acciones de compañías mineras, pero si Europa se mueve hacia una contracción monetaria como en 2008, sospecho que las acciones se pueden conseguir más baratas. En cualquier caso, es posible que tengamos todo el verano (boreal) para discernir esto.
*Mike Niehuser es fundador de Beacon Rock Research LLC, que produce investigaciones para una audiencia institucional y se centra metales básicos, industriales y preciosos, petróleo, gas energías renovables. Fue vicepresidente y analista senior de acciones del Grupo Robins y analista de inversiones de Red Chip Review. Tiene una Licenciatura en Ciencias en Finanzas de la Universidad de Oregon.