La marcada oposición a diversos proyectos eléctricos en Chile podría comprometer el desarrollo del país y las inversiones por US$ 100.000 millones proyectadas en su industria minera desde ahora al 2020.
La marcada oposición a diversos proyectos eléctricos en Chile podría comprometer el desarrollo del país y las inversiones por US$ 100.000 millones proyectadas en su industria minera desde ahora al 2020. Tras las represas de Aysén, han sido bloqueados en los últimos tiempos Castilla, Alto Maipo y Campiche.
El gobierno de Sebastián Piñera reconoce que se necesitan 8.000 MW adicionales en los próximos nueve años. Entre procesos judiciales y decisiones políticas, hay cerca de 7.000 MW en proyectos paralizados.
El presidente del Consejo Minero, Joaquín Villarino, ha reclamado un acuerdo nacional para afrontar "una crisis real que está por producirse en 2015 ó 2016, donde podemos tener un problema de escasez de energía o de duplicación del precio", lo cual afectaría a toda la ciudadanía. "Se lleva hace mucho rato diciendo que nos vamos a quedar sin energía. Va a pasar y no se reacciona. Hace falta una visión de largo plazo de todos los actores", dijo el dirigente empresario.
La competitividad de la industria minera de Chile, y su futuro a mediano plazo, está bajo amenaza por la escasez de producción de energía. En el Sur chileno ya es cuatro veces más caro que en Perú, por lo cual el gobierno proyecta inversiones en hidroeléctricas y termoeléctricas por US$ 40.000.000.000 en el próximo lustro.
El ministro de Economía, Pablo Longueira, puso la cuestión en estos términos: "Si Chile quiere crecer al 6%, necesita duplicar la capacidad de generación eléctrica que tiene. Sin una red energética adecuada, esto será una variable para no alcanzar el desarrollo". La minería representa el 15,2% del PIB de Chile y presupuestos por exploración y producción de US$ 60.000.000.000, de los cuales US$ 10.000.000.000 son de la estatal Codelco.
Thomas Keller, flamante presidente ejecutivo de Codelco, estimó que al menos hasta 2018 la minera afrontará costos de energía superiores a los del resto de América Latina, lo cual amenaza al liderazgo regional de la compañía. "Es un grave problema para la minería en Chile", evaluó, y advirtió sobre la paralización de proyectos, que cuesta 50% más cara que en Perú.
El costo de la energía para Codelco subió en promedio 40% en los últimos cinco años y representa el 14% de los costos operacionales de la empresa. Ello, a su vez, impacta directamente sobre otro gran problema de la industria minera: la falta de agua. Como casi ya no existen nuevas fuentes de agua disponibles en la Cordillera, distintos proyectos están considerando usar agua de mar desalinizada, pero su costo final es muy alto por la energía necesaria para impulsar el agua desde el nivel del mar.
La minería del cobre en Chile absorbe el 30% de la energía que se consume en el país y un 90% de lo generado en el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING). Codelco consume 6.386.000 MW/año, el 13,3% del consumo eléctrico nacional. El retraso de proyectos de generación y transmisión, más la sequía que afecta a las hidroeléctricas y los cortes de gas desde Argentina, han empujado también los precios de la energía para hogares, que casi se cuadruplicaron desde 1998, de US$ 55,1/MW/h a US$ 256,4 MW/h.
Menos Cobre
En 2004, la producción de cobre de Chile dio un gran salto, hasta las 5.400.000 ton. Desde entonces, hubo nuevos proyectos (Gaby, Spence) y se ampliaron Los Bronces, Escondida, Andina, Carmen de Andacollo y otros. En total, US$35.000.000.000 en inversiones. Y pese a eso, en 2011, siete años después, la extracción de cobre en Chile fue de 5.260.000 ton, 3% menos que en 2010. La razón hay que buscarla en la minería privada. Si bien Codelco produjo casi lo mismo que en 2004, la privada bajó 151.000 ton, equivalentes a una mina como Spence. Según Villarino, la clave son las mayores dificultades para extraer el mineral, a causa de la menor ley, que ha pasado en promedio de 1,1% en 2004 a 0,84%.
Sobrecostos
Un reciente informe destacó que la demora de HidroAysén implicará un sobrecosto de US$ 388 millones en el Sistema Interconectado Central en un solo año. Si Castilla, de MPX y E.ON, no comienza a inyectar energía en 2019, el mayor costo para el sistema sería de US$ 54 millones. El impacto negativo por la demora de Alto Maipo, de AES Gener. sería US$ 106 millones.
Alternativas
Una opción de energía todavía abierta para Chile es la nuclear, con una central que puede emplazarse en el desierto de Atacama. El Grupo Luksic se interesó hace algunos meses en Francia por los últimos avances disponibles en esta materia. A esta alternativa se suma el fuerte crecimiento experimentado por el parque termoeléctrico, en especial de carbón, fuente que ha abarcado la mayoría de los proyectos en evaluación.
Las centrales carboníferas aportan casi el 30% de la energía generada en la matriz eléctrica del país, más aún con la sequía que experimentan los principales embalses del país.
Algunas empresas mineras, como Collahuasi y Codelco, están incursionando en el desarrollo de energías renovables no convencionales para abastecer sus proyectos de extracción. La estatal está desarrollando el mayor parque eólico del país, que superará ampliamente a los hoy emblemáticos Canela y Monte Redondo, con un potencial nominal de 250 MW que se generarán por medio de 125 aerogeneradores. Collahuasi ya trabaja en un proyecto piloto con paneles solares para suministrar energía a sus procesos, aprovechando los altos niveles de radiación del Norte Grande de Chile.
Fuente: Mining Press