La Compañía Argentina de Perforaciones (CAP) es una joven empresa de capitales nacionales que lleva apenas tres años de operaciones, pero ya se ganó desde Salta un lugar en el rubro y se propone ahora consolidarse como líder en los servicios que presta a la minería.
La Compañía Argentina de Perforaciones (CAP) es una joven empresa de capitales nacionales que lleva apenas tres años de operaciones, pero ya se ganó desde Salta un lugar en el rubro y se propone ahora consolidarse como líder en los servicios que presta a la minería.
"Nuestro capital es argentino y el nombre de la empresa justamente lo elegimos para resaltar eso. Somos cuatro socios, de los cuales dos llegaban con experiencia en el sector minero. Nuestro equipo se completa con ingenieros y geólogos muy experimentados", explica Nicolás Barr, presidente de CAP.
Esta empresa dedicada a perforaciones (aire reverso, convencional y diamantina) y a movimiento de suelos nació a principios de 2010 y completa hoy su tercer año con mucha demanda, a la que responde con un interesante inventario de equipos y recursos humanos, "su principal capital", enfatiza el directivo.
Por ahora, CAP sólo ofrece servicis a la minería, aunque ya está en condiciones de extenderse a otros rubros. En Salta tiene un taller de mantenimiento de 300 m2, dormitorios y comedor para el personal que no vive en la capital provincial.
"Nos radicamos en Salta porque apostamos al NOA como destino creciente de inversiones mineras. Y notamos que en Salta había lugar para una nueva empresa de servicios. Somos la única del NOA que hace aire reverso", dice Barr.
CAP hizo perforaciones exploratorias con aire reverso y pozos de bombeo y monitoreo con sistema convencional por más de 10.000 m en proyectos de litio de los salares de la Puna salteña, porque "estábamos en el lugar y en el momento indicado -explica Barr-. Éramos los únicos con equipos de aire reverso disponibles".
Los salares son complicados de perforar porque son todos distintos. CAP perforó en Diablillos, Ratones, Centenario y Llullaillaco y en cada uno de ellos encontró condiciones muy diversas. El más complicado fue Diablillos, con arcillas que dificultaron el muestreo y gravas que no permitían contener las paredes de los pozos. El más sencillo fue Llullaillaco, donde encontraron sal hasta los 100 m de profundidad.
Actualmente, CAP está perforando en la construcción de la ferrovía de Potasio Río Colorado (PRC-Vale), contratados por Contreras Hermanos-CN Sapag-UTE para construir cinco pozos de agua de hasta 400 m en Rincón de los Sauces. En Gualcamayo, fue contratada para perforar 10 pozos de bombeo y de monitoreo, con profundidades que van desde los 50 m hasta los 300 m.
"En Argentina no son muchas las empresas que pueden ofrecer estos servicios y hay pocos equipos disponibles cuando se abre un llamado a licitación. Esto hace que el trabajo se vaya repartiendo entre los jugadores del mercado. La meta de CAP es ser reconocidos en el mercado como líderes en servicio y calidad", afirma Barr. Para ello, la empresa incorporó un equipo de diamantina Atlas Copco CS14 y un camión de apoyo.
"Esperamos poder seguir trabajando en las minas que están en producción, ya que la exploración esta prácticamente 100% detenida. También tenemos esperanzas de que haya mas inversión en el área petrolera y poder brindar servicios de pozos de monitoreo ambiental, pozos de agua o antepozos de petróleo", comentó el directivo.
Importaciones. En cuanto a las reglamentaciones vigentes, CAP se ve afectada sobre todo en aceros de perforación (triconos y brocas), porque los plazos de entrega de estos materiales se han estirado mucho. No tuvo grandes inconvenientes con los repuestos de maquinaria, salvo con una pieza que no pudo importar con licencia automática y cuyo proceso de importación resultó muy largo. "Por suerte, era un repuesto para stock y no nos dejó con la máquina parada", se consuela Barr.