Fue pionero en aunar Psicología y Comunicación masiva en San Juan. Es asesor político, encargado de relaciones institucionales, organizador de eventos, y ahora quiere publicar su propio libro de cuentos. Dice que el ocio es su mejor compañía.
Elio Azerrad nunca fue el más charlatán del grupo, ya de chico él se paraba, miraba, escuchaba y analizaba a todos a y a todo; como si quisiera asomar el psicólogo que anidaba en él. Pero esa vocación no fue algo que descubrió fácilmente, fue madurando despacio. Cuando fue psicólogo quiso más, y se convirtió en el primero en San Juan en enlazar su ciencia con la Comunicación masiva para solucionar conflictos en empresas, partidos políticos o instituciones.
A través de su consultora, Factotum, palabra del latín que significa "persona que presta todos los servicios" en una empresa, llevó el diván allí donde lo necesitaran. Supo convertirse en ese hombre de confianza. Después quiso más, comenzó a trabajar por la cultura en San Juan y ahora planea publicar su propio libro, para dejar libre su alter ego.
"La Psicología me ha dado el aporte de una mirada particular: pensar en qué quiere el otro, cuál es su deseo, dónde está ubicado respecto a determinado tema; y a partir de ahí trabajar para que ese otro, el social, pueda encontrar respuestas antes de que se agoten las preguntas", explicó.
Y agregó: "Soy un psicólogo, vengo del Psicoanálisis donde es muy fuerte la imagen del diván. Lo que Factotum hace es poner en el diván a distintos actores sociales, empresas, instituciones, entidades benéficas o políticos". En ese diván logra sacarlas de su anhedonia.
¿Cómo logró enlazar tantos actores y tantas materias distintas?
Para explicarlo Elio se remontó a la Escuela Industrial, donde hizo el Secundario, épocas en las que pensaba que lo suyo era las Ciencias Exactas. Pero una orientación vocacional lo definió para el lado de las carreras humanísticas y comenzó a estudiar Abogacía en Buenos Aires; antes de terminar el primer año, se dio cuenta de que tampoco era lo que quería. "En esa época existía la idea de que estaban las carreras importantes y las otras, las humanísticas, pseudo médicas como la Psicología, se quedaban en la mitad y había que vencer paradigmas sociales, culturales y familiares", dijo. Ingresó a Psicología y se recibió a los 3 años y medio, meteórico. Volvió a San Juan, empezó a atender su consultorio y pronto advirtió que quería más, más proyección, más impacto social, aunque lejos del egocentrismo. Mientras tanto, también ayudaba a su padre en la representación de marcas de indumentaria y las ventas también se le daban bien.
En 1994, luego de una entrevista con quien era su director, Francisco Montes, ingresó a Diario de Cuyo como Jefe de Ventas, pero sólo pasaron 7 meses para que Don Francisco se diera cuenta de que Elio era muy bueno para pensar, "pero no sabía trabajar la idea de defender un producto editorial, comercialmente. Eso me generaba controversias, me fui del diario muy agradecido porque aprendí mucho", contó. Fue allí donde se dio cuenta de que el mayor problema de los medios era la comunicación interna; pero también advirtió la importancia de la relación entre las empresas, los medios y la Psicología.
"Empiezo a ver que la comunicación era un espacio donde la mirada de la Psicología tenía mucho para aportar, y en ese sentido me hice solo; me formé y empecé a asesorar en comercialización mas comunicación", dijo. En el '95 empezó a trabajar en ello, y con Roberto Carmona hicieron el desarrollo inicial de Costa Magna, que fue su primer emprendimiento exitoso. Luego asesoró a Plastro, que lideró el mercado argentino de riego; al Grupo Scop, cuando incluía al Grupo Boggián, y en el '96 se hizo cargo de Relaciones Institucionales de la empresa Energía San Juan.
En el ‘97 fundó Factotum, Comunicación Integral, que incluía asesoramiento en crisis, relaciones institucionales, desarrollo de eventos, creación de campañas de comunicación para el comercio, la industria, instituciones y para la política. Siempre inquieto y lleno de iniciativas, en el 2001 Azerrad empezó a sentir la "obligación moral" de marcar algún camino hacia el desarrollo intelectual a nivel masivo, fue entonces cuando trajo a San Juan a intelectuales y periodistas de la talla de Mariano Grondona, Juan Carlos de Pablo, José Ignacio García Hamilton y Santiago Kovadloff, entre otros. "También nos divertíamos porque había acciones filantrópicas, como asesorar al club San Martín cuando ascendió y para festejar los 100 años trajimos a Enrique Macaya Márquez", contó. Otra intervención de la que está muy orgulloso es la muestra Shalom, de 18 esculturas de personajes de la historia judía contemporánea, realizadas por el artista plástico Hugo Vinzio Rosselot.
Elio trabaja ahora en una nueva movida cultural, pensada para el largo plazo: Hace 2 semanas firmó un convenio de representación con Editorial Planeta para hacer en San Juan charlas de autor con grandes escritores argentinos. Este ciclo comenzará en noviembre y está previsto que lo abra Santiago Kovadloff para hablar sobre su libro "Dos miradas, la nueva ignorancia y sentido y riesgo de la vida cotidiana"; luego vendrá Gabriel Rolón para presentar su libro "Encuentros, el lado B del amor". Y en diciembre se espera a Felipe Pigna para dar una charla sobre su último libro "Evita, jirones de su vida".
"Esto es darle asociación institucional y que lo intelectual vaya de la mano de los que producen lo intelectual. La idea es mantenerlo por varios años y traer esta gente que sólo vemos por la tele", dijo.
Su oficina no está llena de libros de Freud ni de casos de empresas exitosas. Allí son protagonistas las máquinas antiguas, de escribir, balanzas, tiene varias. Elio cuenta mucho, se guarda algunas cosas y, obviamente, pregunta de todo, como si necesitara un diagnóstico de lo que tiene enfrente, con una capacidad innata para lograr empatía inmediata.
Los políticos
"He tenido clientes políticos y es mentira que uno puede darle a una persona pública las ideas que debe decir, eso es un mito. Uno puede aportarle, pero el mérito es del político, ya sea proselitista, gremial o institucional. Es muy difícil que alguien que hace política no sepa lo que quiere decir, también es muy difícil que sepa cómo decirlo, que pueda interpretar al público, que sepa cómo generar la atención y que nadie se sienta excluido. Lo que yo hago es recolectar ideas, darles estética y estrategia discursiva, pero que no se crea que el merito es mío, el que va a hablar sabe lo que quiere decir", aseguró.
Azerrad se reconoce sin filiación política alguna, ya que, según dijo, eso iría en contra de la profesionalidad de la consultora, por eso pudo asesorar a varias fuerzas políticas como la Alianza, el Bloquismo y el Justicialismo. "Vemos las necesidades de cada uno y no tengo puntos de conflicto porque no son los mismos intereses ni objetivos. Tengo muy buena relación con todos porque no soy un problema ni una amenaza, no soy aspirante a nada más que a atender al cliente", destacó.
El pensador
Para Elio no se trata de trabajar o no trabajar, se trata de estar en casa en fuera de ella, porque el trabajo no es una obligación sino un disfrute, "me gusta mucho lo que hago y me divierto, trabajo para poder estar con mi familia y con la gente que quiero".
"Hay algo que no puedo dejar de hacer y es pensar, mientras estoy despierto pienso, a veces pienso sin sentido y a veces pienso algo inteligente. No tengo grandes pasiones, como mi trabajo es muy amplio muchas de mis pasiones están dentro de mi trabajo, como escribir. Me gusta la cultura, entonces traigo intelectuales, es mi trabajo y mi hobbie", agregó.
-Viejo ¿qué vas a hacer hoy?
-Nada.
-¡Pero eso hiciste ayer!
-Sí, pero no he terminado.
En medio de la charla, el chiste de Elio significa mucho, el ocio es para él una cuestión vital: "Lo que más me gusta es el ocio, es un consejero exquisito, sino preguntale a los griegos".
El escritor
Azerrad terminó de escribir un libro de cuentos cortos, de ficciones, y está pensando dónde y cómo hacer para mostrarlo, ya se lo han visto algunos amigos con experiencia en el tema y ha tenido buen retorno. "Siempre me gustó escribir y es parte de mi asesoramiento el desarrollo y creación de textos que acompañan una presentación de productos, una plataforma política o para instituciones. También estoy escribiendo poesía", contó.
La previa es la búsqueda para saber si el libro merece ser publicado, porque "es muy caro editar y muy frustrante si después a nadie le gusta y queda para tenerlo en casa", dijo el novel escritor a quien marcó Julio Cortázar con su Rayuela.
Como antecedente promisorio está el otro Factotum, la segunda novela de Charles Bukowski, el último escritor maldito, donde el protagonista termina triunfando con una novela escrita por él.
Los discursos de Cristina
"La Presidenta tiene 3 características muy salientes: Una capacidad discursiva y de memoria que pocas veces he visto en mi vida, es SOR-PREN-DEN-TE. Aprendió con el paso de los años, en su actividad legislativa era muy activa. En segundo lugar, tiene muy buen ejercicio de la palabra, sabe generar picos de atención a espacios de su auditorio, ella estudia muy bien a su auditorio, rescata frases de cada uno de los disertantes anteriores. Tiene muy medido el público y cuando habla a un sector lo mira y cuando a un sector no le va a hablar no lo mira, sabe quién es quién, quién está y quién no. La tercera capacidad es que hace muy buen uso de su condición de mujer para poder decir algunas cosas que son difíciles de decir, que no siempre son agradables y tiene la gracia de poder enfrentar ese discurso con una solidez que no es común. La Presidenta interpreta muy bien lo que la gente necesita escuchar y sabe lograr apoyo a su gestión".
Los discursos de Gioja
"Tengo afecto especial por el Gobernador y por mi trabajo me toca mucho escuchar comentarios de su gestión. Gioja no ha abandonado el reconocimiento de sus orígenes, sigue hablando para la gente, para que lo entiendan y no para que se suponga lo que dice. En sus discursos no es metafórico, dice taxativamente lo que quiere decir. Ha evolucionado enormemente porque también viene de un gran ejercicio de política, él fue número tres, número dos y hasta número uno en la política del país, entonces sabe muy bien qué decir. Pero su mérito no es sólo ese, sino que sabe lo que tiene que callar, no porque haya que callar algo, sino porque a veces decir algunas cosas puede generar más controversia que beneficios y él es un gran armonizador, en sus discursos se nota. Tiene esa magia, es muy inclusivo en sus discursos nunca confrontativo".
Sobre los medios locales
Creo que San Juan merecería mejores medios de comunicación, en el sentido que me gustaría un periodismo de investigación, que es lo que están haciendo ustedes. Que no hubiera prensa de lo emergente, prensa de la noticia, eso lo aprendí de Don Francisco (Montes), porque no es lo mismo noticia que información. Los medios se han transformado en noticiosos, como decían antes las abuelas, que era lo del día, pero en un diario tenías que encontrar información, la cosa más profunda. Los medios de comunicación, sobre todo la radio y la tv, merecería que se ocuparan también de la información y no sólo de la noticia. El periodista local es inquieto, incisivo, pero de superficie. Hay poca prensa honda y sería muy bueno que los responsables de los medios ayudaran a hacer ese periodismo más hondo. Bien visto esto es un elogio, porque tiene mucho por hacer la prensa y a nivel nacional pasa lo mismo".
Fuente: Tiempo de San Juan - Por Viviana Pastor