Perú es el país que más ha crecido en Latinoamérica con tasas fuertes, baja inflación, reservas que aumentaron, 14 años de avance sostenido y un vínculo con el mundo exitoso.
Perú es el país que más ha crecido en Latinoamérica con tasas fuertes, baja inflación, reservas que aumentaron, 14 años de avance sostenido y un vínculo con el mundo exitoso.
Hay quienes piensan que se encuentran similitudes con la Argentina de los ´90. El liberalismo económico con el incremento de las reservas internacionales y la baja inflación asemejan el escenario vivido en nuestro país. Pero allí radica el desafío peruano en sobrellevar los obstáculos.
Mucho se habló de la década ganada o perdida en Argentina, lo cierto es que Perú si es un caso para etiquetar como década ganada: redujo a la mitad la pobreza en donde 3 millones de peruanos dejaron de ser pobres mientras los salarios crecían a un 6%, duplicó el tamaño de su economía en 10 años con un esperado crecimiento de 6,3% para este 2013 y multiplicó por 4 su PBI por habitante en dos décadas.
Los factores que ayudaron a este crecimiento fueron la coyuntura internacional acompañada de políticas públicas que alentaron la inversión y la iniciativa privada (siendo que ésta cae en 2012 en toda Latinoamérica excepto en Perú donde crece un 10% en fusiones y adquisiciones) y un gobierno que trascendió sus propios límites al convertirse en pragmático modificando el rol del estado en la economía junto con Alana García y Ollanta Humala.
Como dijo Barak Obama en 2010, Perú se convirtió en una extraordinaria historia de éxito. Para que esto fuera posible, García tuvo que dejar el fuerte intervencionismo de su primer gobierno que resultó en una hiperinflación para crecer a través del pragmatismo.
Por su parte, Humala con un pensamiento intervencionista y liderando en un momento un golpe militar, también se volcó hacia el pragmatismo siendo uno de los impulsores de la Alianza del Pacifico, bloque de libre comercio que ya superó en comercio al Mercosur.
La coyuntura internacional ayudó a la gestión peruana dada por el incremento de la demanda de commodities por China dejando al Perú como el tercer mayor destino mundial de inversión extranjera directa (IED) en minería. Las IED ayudaron a potenciar el crecimiento sostenido en 14 años como también el desarrollo del mercado de capitales y el sistema de jubilación privada.
Recientemente el Banco Central publicó en el Informe Macroeconómico que el PBI de Perú creció un 4.8% siendo el sector que más creció el de la construcción (11.9%) impulsado por el auge crediticio. Por su parte, la consultora del Bank of América-Merrill Lynch detalló que estas cifras representan porcentajes inferiores a las del BCR y del Ministerio de Economía del Perú.
Este crecimiento pareciera tener su explicación en la clase media que dinamiza la economía del país pese a que el mundo se encuentra en una situación cambiante y volátil. “Esta clase compensa la menor demanda de exportaciones en los mercados internacionales”, afirmó el Ministro peruano de Economía y Finanzas.
De esta manera, Perú proyecta un crecimiento económico sostenido para los próximos años siendo uno de los puntos clave la confianza de los consumidores que se situó en 56 puntos sólo en junio pasado lo que impulsó los niveles de consumo permitiendo un buen comportamiento en el mercado interno.
Parte de su política puertas afuera, llevó a que Perú supere a naciones como Chile, Argentina, México, Colombia y China, tal como lo muestra el ranking mundial, en donde se encuentra en el puesto 23, con 54.9 puntos de un total de 100, de los países con mejor reputación del mundo, según Reputation Institute. “El estudio confirma el ascenso progresivo de la reputación entre países emergentes. Singapur, Taiwán, Perú, Brasil, Corea del Sur, Polonia y Ucrania tienen juntos un promedio de crecimiento de 5.3 puntos en el periodo 2009-2013”.
Un revés para Perú
Si bien gracias al accionar de diversos organismos se produjo un crecimiento sostenido, también hubo sectores primarios que orientaron su producción al mercado externo y tuvieron un duro revés. Por ejemplo, la minería metálica cayó en -2.8% mientras que, dentro de la demanda interna, el componente que más creció fue la inversión pública en 15%, y la privada lo hizo en 7.4% (comparado con 13.2% en el primer trimestre de 2012).
Carlos Parodi, economista de la Universidad del Pacífico, analiza que las cifras muestran el impacto de la crisis externa sobre el nivel de actividad económica. “El aumento de la inversión pública no compensó la desaceleración de la privada y por ello, a pesar del crecimiento de la demanda interna, el resultado ha sido una menor proyección del PBI. Como las importaciones crecieron 7.5% y las exportaciones disminuyeron en 11.1%, la balanza comercial fue negativa mientras que en 2012 fue positiva en todos los trimestres”.
Las exportaciones que disminuyeron fueron harina de pescado (-74.3%), café (-55.3%), cobre (-11.3%), oro (-25.4%) y zinc (-3.6%). Las exportaciones no tradicionales disminuyeron en -5.1%, siendo la caída del sector textil la más significativa (-18.7%).
Buscar nuevos mercados es la clave
Las cámaras empresarias analizan el porqué de la caída de la inversión y preocupa que el segundo año de Humala no sea capaz de sostener el crecimiento. Según la Cámara de Comercio de Lima, el país mantiene un crecimiento pero a un ritmo decreciente provocado por diversos factores, entre ellos el retraso de inversiones de sectores mineros, hidrocarburos y energéticos. Las problemáticas son conflictos sociales, intervención estatal, demoras en las concesiones y complicaciones en el sistema tributario y laboral.
La burocratización paraliza las inversiones privadas y pretenden lanzar una serie de medidas que destrabe la parálisis. Sin embargo, una de las medidas exitosas fue promover la inversión y la competitividad empresarial que podrían cambiar el ritmo de desaceleración económica actual.
El ex primer mandatario de Uruguay, Luis Alberto Lacalle, comenta a Opinión Calificada que el crecimiento y fortalecimiento del Perú tiene sus raíces en un accionar similar en varios países latinos. “Los peruanos tuvieron cercanos el ejemplo de Chile y supieron mantener esa apertura mental que les permite no temerle a lo nuevo. Se animaron a bajar los aranceles y tanto el peruano como el chileno tienen esa fiereza provocada por las dificultades de un país”.
Estima que la clave para crecer es aprender de los errores. “Creo que Perú entendió después de una inflación de 2500%, la importancia de la inteligencia y la plasticidad que es el atributo central de la inteligencia. Humala hizo que Perú crezca, recibiendo un premio a la audacia y no tener moldes en lo ideológico”.
El optimismo en Perú es digno de acentuar. Las encuestas muestran que los peruanos consideran que pasarán a ser un país desarrollado antes de 2025. Esto repercute también a nivel empresarial. Según Manpower, el 28% de los empresarios planea contratar personal para el tercer trimestre y el 67% no realizará cambios. La expectativa neta de contratación ajustada por estacionalidad es de 24% para este período representando un crecimiento de 4 puntos porcentuales en comparación al período inicial de 2013.
Esta realidad da cuenta de un país pujante que pudo generar políticas activas. El desafío de Perú es mirar las consecuencias de la Argentina de los ´90 y considerar que el país se encuentra en dependencia absoluta de las commodities, de la exportación de los minerales (75%) y sus consecuencias socio-ambientales; también influye la desigualdad económica, entre las zonas urbanas de la costa y la rural, y por último, siendo la base de toda sociedad, la inversión en educación e infraestructura son vitales para acompañar un crecimiento sostenido.
Fuente: Opinión Calificada