Anlosile, líder en el suministro de revestimientos de caucho y repuestos para la minería, nació en 2004 en Tucumán.
Jóven, pero con sólida experiencia hoy da servicios a la minería y a otras industrias como citrícola, papeleras ingenios. "Nuestra especialidad son los engomados especiales y específicos, según la necesidad y el requerimiento de cada uno de los sectores que necesitan desarrollar piezas generalmente críticas, con una gran exposición o desgaste muy próximo. Tenemos laboratorios de última generación para desarrollar y llegar a la composición solicitada", precisa Pablo Zeitune, socio gerente de Anlosile.
Anlosile, en su predio de 12has en la Banda del Río Salí, tiene una nave industrial de 3.000 m2 en los que tiene personal altamente capacitado y tecnología de punta para fabricar equipos a gran escala, ensayados en su moderno laboratorio. Recientemente, por impulso del desarrollo minero, abrió oficinas comerciales en San Juan.
"El tema de costos es clave. Los clientes nos piden que un elemento dure más o que determinemos por qué se desgastan tanto sus insumos. A través de toda nuestra experiencia y de la alta tecnología del laboratorio de la empresa, tratamos de darle a los repuestos su mayor vida útil. Para ello, se van haciendo piezas, pruebas con una visión afinada se atiende el requerimiento sin estos pasos" precisa Zeitune, uno de los tres socios activos de Ansoline que suben a las minas todos los meses.
"Estamos detrás del negocio, en la producción, en las ventas, en la administración, en todo. Somos expertos en caucho y hemos desarrollado la metalurgia haciendo muchas piezas nuevas. También incorporamos máquinas que ayudan a optimizar tiempo y recursos, tanto humanos como económicos", detalla Zeitune.
Anlosile, desde un cambio societario en 2010, invierte gran parte de sus ventas y utilidades en mejorar y optimizar procesos. "Teníamos el desafío de que éramos chicos para lo que había y grandes para el trabajo que existía. Necesitábamos dar un paso más, para poder fabricar repuestos en escala. Hemos podido ser más grandes y expertos en caucho y desarrollarnos en otras ramas, dentro de los servicios industriales, como es el empalme de cintas transportadoras. De cinco empleados, la empresa pasó a 35 y nos lleva tiempo y recursos capacitar a nuestra gente. Esto no es compra y venta, hacemos una artesanía. Nos lleva tiempo y dinero capacitar gente y vamos a certificar las normas ISO 9001 y requiere tiempo, gente y plata", señala Pablo Zeitune.
La facturación de Anlosile en 2011 fue de US$ 600.000 y en el 2012 se quintuplicó."La sustitución de importaciones nos llevó a un crecimiento importante en el 2012, aunque hoy están ingresando algunos repuestos y esa competencia externa nos afecta porque hay empresas que no quieren seguir acompañando la inversión en matricería, tiempos de prueba y prefieren comprar lo original de fábrica. Hemos llegado a lograr mejores rendimientos que las piezas originales", detalla el empresario.
"Necesitamos que nos sigan ayudando a desarrollar esta iniciativa 100 por 100 argentina. Muchas empresas saben de las herramientas que tenemos y nuestros clientes tienen plena confianza en nosotros. Queremos tener más participación y posibilidades, de que puedan probar nuestros repuestos", explica.
Fuente: Anlosile