(Por Elena Mayer) Al igual que muchas niñas que crecieron en la Unión Soviética, yo soñaba con convertirme en una bailarina profesional. Un tiempo después, con convertirme en una abogada de renombre. La minería nunca había estado en mis planes. Sin embargo, a medida que fui creciendo, algunos mentores que me inspiraron, los aspectos de la industria y mi tendencia natural a desafiar los estereotipos generaron en mí una intensa pasión por la minería, tan intensa que, a pesar de todo, decidí desarrollar una carrera en esta industria.
El hecho de trabajar como voluntaria en un estudio jurídico a los 13 años fue mi inspiración para convertirme en abogada y, 17 años después, concreté mi aspiración cuando obtuve mi título doble en derecho estadounidense y canadiense de la Universidad de Windsor.
Después de graduarme, me ofrecieron una pasantía en uno de los grandes estudios jurídicos del centro de Toronto. Mi primera exposición a la minería se dio gracias a que era una de las pocas empleadas júnior que hablaba español en el estudio. Fue allí donde me alentaron a participar en los esfuerzos de desarrollo de negocios en Sudamérica. Casualmente, la Escuela Schulich de Negocios de la Universidad de York recién había abierto la especialización en gestión minera global, la primera de su clase. Con la orientación de mis mentores, y gracias al apoyo permanente de mi madre, decidí regresar a la universidad.
Hacia la Argentina
Como parte del MBA internacional de Schulich, debía realizar una pasantía en Sudamérica. Decidida a encontrar una en el ámbito de la minería, e interesada en la Argentina, me tomé un avión a Buenos Aires durante la semana de las vacaciones navideñas. Si bien, después de llegar, golpeé las puertas de algunas empresas mineras canadienses, en realidad fue un abogado argentino, Ignacio Celorrio, quien me presentó al Gerente General de la Cámara de Empresarios Mineros (CAEM) de la Argentina, Damián Altgelt. Esa fue mi gran oportunidad. Damián vio el valor de mis aptitudes y me ofreció un puesto de verano en la CAEM.
Constituida en 1982, la CAEM representa la industria minera local y vincula el sector privado con las personas que trabajan en la industria o se relacionan con ella, además de políticos y ONG. La CAEM actúa como mediadora, solucionadora de problemas y comunicadora, al mismo tiempo que ofrece un entorno laboral desafiante e interesante.
Al reconocer mi deseo de aprender de primera mano todo lo posible sobre el sector minero argentino, la CAEM me consiguió una serie de entrevistas con representantes de empresas mineras, políticos, consultores, abogados y otros grupos de interés. Estas reuniones me aportaron conocimientos invaluables sobre el funcionamiento interno de la industria minera local, además de información sobre los entornos legal, político y económico de la Argentina. Por último, obtuve una perspectiva única de la manera en que las instituciones de la industria, la política y la sociedad civil perciben a las empresas canadienses.
El viaje a la mina Alumbrera de GlencoreXstrata, ubicada en el norte de la Argentina, fue una de las experiencias más fascinantes de mi vida.
El viaje de seis horas hacia la mina me dio la oportunidad de interactuar con las personas que realmente trabajan en la mina y que se ven directamente afectados por las operaciones de esta. Los mineros compartieron sus percepciones sobre el espinoso tema de las empresas extranjeras que operan en el territorio de su país y la división equitativa de beneficios. Durante los días siguientes, viví la vida de un minero.
La sola magnitud y la uniformidad del funcionamiento de la mina eran asombrosas. Experimenté de primera mano la forma en que trabaja un minero, los procesos y el transporte, las diversas responsabilidades de cada trabajador y la estricta aplicación de normas sanitarias y de seguridad.
Las visitas a los pueblos vecinos me permitieron apreciar directamente las actividades de responsabilidad social corporativa que aportaban beneficios tangibles a la comunidad, como un viñedo, una planta fabril, hospitales y escuelas, además de herramientas educativas para hacer funcionar esta infraestructura después de que la empresa deje de estar allí. El hecho de ver la manera en que las comunidades se han beneficiado de las actividades de responsabilidad social corporativa de la empresa me dio un sentido de determinación y fortaleció mi compromiso con la industria. Esta fue quizás la lección más importante de mi viaje.
Programa de Gestión Minera Global
Actualmente, estoy cursando el último año del programa de MBA. Durante el primer año, me sumergí en la industria minera: me convertí en miembro estudiante de CIM, PDAC y de la Cámara de Comercio de Canadá-Sudáfrica; me uní a grupos profesionales como Mujeres en Minería e Hispanos en Minería y participé como voluntaria durante la Convención de PDAC.
Este año, estoy aún más involucrada. Colaboré con Mining Press, una publicación argentina sobre minería; ayudé a organizar la Competencia Internacional de Casos de Schulich, que se lleva a cabo anualmente y atrae a profesionales de la industria y estudiantes de MBA de todo el mundo; asimismo, seguí asistiendo a diversos eventos profesionales y de networking relacionados con la industria minera. Estas actividades extracurriculares han permitido afianzar mis conocimientos sobre la industria minera y me están ayudando a construir una red profesional. No obstante, lo que me da más confianza sobre mi capacidad de convertirme en una gerente eficiente es el conocimiento adquirido durante el programa de gestión minera global.
Además de la merecida atención de los medios que ha recibido el programa, tengo la suerte de poder ofrecer mis propias percepciones, sin objetivos comerciales. Es imposible imaginarse el programa de gestión minera global sin pensar en quienes dedican su tiempo, su atención y su energía a asegurarse de que aprovechemos al máximo nuestra experiencia.
Richard Ross, el director del programa, nos ofrece conocimientos prácticos y orientación, mientras que Claudia Mueller, la directora asociada, complementa los conocimientos de Richard con un punto de vista académico, al mismo tiempo que ofrece una perspectiva femenina en una clase en la que predomina la presencia masculina (4 mujeres y 34 varon
La curva de aprendizaje es pronunciada, y los cursos son exigentes pero muy gratificantes. Mis pares y yo nos hemos beneficiado de los años de experiencia y los conocimientos prácticos transmitidos por los oradores invitados. Quizás lo más importante del programa es la amplia exposición a todos los aspectos de la industria: las finanzas, las operaciones, la sustentabilidad, la estrategia y las tasaciones, todo lo cual permite a los estudiantes construir una base sólida de conocimientos.
Hacia el futuro
Faltan cuatro meses para mi graduación. Teniendo en cuenta el ciclo con tendencia a la baja, el hecho de que el programa de gestión minera global es bastante nuevo y que la industria todavía no ha definido su actitud frente a los estudiantes de MBA, no estoy muy segura de a dónde me conducirá el camino menos transitado. De lo que sí estoy segura es que, independientemente de las dificultades que pueda tener que enfrentar, estoy convencida de que mi carrera se desarrollará en la industria minera.
Con esa convicción, mis 37 colegas del programa de gestión minera global y yo continuaremos invirtiendo tiempo, dinero y esfuerzo en encontrar nuestro lugar en la industria.
Al igual que en la etapa de exploración del ciclo de la minería, a veces, es necesario tener fe y esperanza en que lo que has encontrado es valioso y aportará beneficios a largo plazo. Tengo la misma convicción acerca de desarrollar una carrera en la industria minera. Si alguien me pidiera asesorar a otros estudiantes en cuanto a una carrera, les recomendaría "explorar" una carrera en el ámbito de la minería.
Además, durante los últimos tres años he descubierto que a pesar del alcance internacional, los profesionales del ámbito de la minería forman parte de una familia grande y pequeña al mismo tiempo, que siempre está dispuesta a escuchar, orientar y ayudar. Ahora, como la próxima generación de profesionales del ámbito de la minería, nosotros aspiramos a aprender de la experiencia de la comunidad minera, utilizar nuestras aptitudes recientemente adquiridas y, juntos, seguir haciendo crecer una industria que genera valor para todos los grupos de interés de una manera responsable -una definición fundamental de estrategia que se enseña en el programa de gestión minera global.