En su juventud quiso estudiar Geología pero la carrera no tenía la salida laboral de hoy. El tiempo haría que en búsqueda de trabajo, Ricardo Russo llegara a la sede sanjuanina del Servicio Geológico Minero Argentino –SEGEMAR- y se convirtiera en uno de los cuatro petrotomos del país que dependen del organismo. Los restantes están distribuidos entre las sedes de Salta, Córdoba y en el laboratorio del INTEMIN en Buenos Aires. 

La petrotomía permite obtener datos valiosos sobre la genética de la roca, si se formó o no por erupción volcánica, por ejemplo, o qué minerales están presentes. Pero… ¿qué hace un petrotomo en particular?, nadie mejor que el propio Ricardo para dar respuesta. “Somos quienes hacemos los cortes petrográficos y calcográficos de las muestras geológicas; nuestra tarea funciona como soporte a la del geólogo, que es el que trabaja en campo, trae las muestras y nosotros hacemos el corte delgado que es el petrográfico para observar mediante el microscopio o el calcográfico, que es para su observación con lupa y con el que se pueden destacar metales, por ejemplo”, detalló Russo a una nota al Diario de Cuyo.

El corte calcográfico puede realizarse en el día, mientras que el petrográfico se puede extender a tres ya que requiere de varios pasos: Primero se hace un corte primario, se pule y se pega en un porta objetos, luego se corta a tres milímetros y se pule hasta llegar a la transparencia de la roca. Posteriormente se cubre con “bálsamo de Canadá” que es un producto natural para proteger la muestra y que esta no se contamine con la polución del ambiente. En cuanto a la maquinaria que utilizan, principalmente son equipos con discos de corte diamantados que trabajan con agua. “Es un trabajo delicado, minucioso y acorde a la tecnología que tenemos disponible. Hoy hay equipos de corte delgado que trabajan con una bomba de vacío que chupan el porta objeto y dejan la muestra casi terminada. Son máquinas alemanas de gran precisión que están en el orden de los 35 mil dólares”, detalló la fuente. 

La historia de Ricardo con la petrotomía inició en el 2010, fecha en que Roque Chirino –el último petrotomo- se jubilaba. Como a él le gustaban los trabajos manuales y esta tarea tiene mucho de ello, le hicieron el ofrecimiento de prepararse para reemplazar a Roque. “Quería estudiar geología cuando joven pero en ese momento casi no tenía salida laboral y me dedique a otras cosas. Años después llegué al SEGEMAR buscando trabajo, me ofrecieron formarme como petrotomo, estuve dos años capacitándome sólo para esta tarea con gente de la Universidad y del organismo, la verdad que me cambió la vida”, contó Ricardo. 

En San Juan la petrotomía es una tarea que pueden realizar los geólogos, pero en la sede local del SEGEMAR que consta de un laboratorio, se brinda como servicio de soporte para el análisis de muestras. Ricardo Russo en particular, recibe muestras desde diferentes puntos del país e incluso desde museos de ciencias. De hecho actualmente trabaja en el análisis de troncos petrificados de Ischigualasto –muestras provistas por un paleontólogo- a fin de determinar si pertenecen a coníferas antiguas.