Cada año, se necesitan unos 1.000 camiones denominados "excepcionales" para transportar las máquinas mineras ensambladas por Liebherr-Mining Equipment Colmar SAS a los puertos marítimos belgas para unirse a las minas de todo el mundo en Australia, África y Asia.
En junio de 2019, la empresa se planteó el reto de trasladar el transporte previo a los puertos marítimos de carretera a río y, tras 18 meses de experimentación, los resultados ecológicos y económicos han demostrado ser muy positivos, y la empresa decidió continuar con sus esfuerzos.
Antes de iniciar este proyecto, Liebherr-Mining realizó un estudio en profundidad sobre el cambio modal, financiado en un 50% por Voies Navigables de France (VNF - Asociación de vías navegables interiores) Estrasburgo y con la ayuda de una consultora internacional. Esta financiación forma parte del PARM (plan de asistencia a los cambios modales) pilotado por VNF y destinado a apoyar a las empresas que deseen pasar al transporte fluvial.
Establecida en Colmar desde hace casi 60 años, la empresa decidió contribuir al desarrollo y competitividad de la región trabajando con empresas locales. Por tanto, el transporte previo desde la fábrica al puerto del Rin se confió a los dos transportistas alsacianos Straumann (Colmar) y Wack (Obernai y Drulingen). La empresa de barcazas es Haeger & Schmidt Logistics.
Uno de los primeros aspectos positivos del transporte fluvial es la reducción de la huella medioambiental. Por la misma cantidad de mercancías transportadas, una barcaza consumirá de tres a cuatro veces menos energía que un camión y emitirá hasta cinco veces menos CO2, afirma la empresa.
Al reducir el tráfico por carretera, también se reduce la contaminación acústica porque el transporte fluvial es un modo de transporte más silencioso.
Durante los 18 meses de prueba, Liebherr-Mining Equipment Colmar envió 148 máquinas / 1.600 paquetes, o 27.000 toneladas, repartidas en 60 barcazas. Para el medio ambiente, esto supuso un ahorro de 800.000 km en carretera y 868.000 toneladas de emisiones de CO2.
El transporte fluvial tiene muchas otras ventajas. Con una tasa de accidentes casi nula, el río es un modo de transporte seguro: la ausencia de saturación del tráfico y la presencia de software de carga garantizan la perfecta estabilidad de los barcos, dice Liebherr.
En cuanto a los plazos, una máquina lista para su envío el viernes por la mañana puede estar en el puerto marítimo (Amberes o Zeebrugge) el lunes por la mañana. Para muchos tipos de mercancías, si el flujo es industrializado y si la empresa se compromete con un volumen previsto, el transporte fluvial también es una solución menos costosa. Liebherr en Colmar pudo ahorrar dinero gracias al transporte fluvial.
Esta estrategia de pre-transporte iniciada por la división minera ha abierto un nuevo camino en el Grupo Liebherr. Otras fábricas del grupo ahora están estudiando la posibilidad de seguir el mismo camino, dice la empresa.
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