Sara Couso, Coordinadora Técnica de Proyectos para la Central Termoeléctrica San Alonso, compartió su experiencia en Techint Ingeniería y Construcción y destaca la importancia de salir de la zona de confort
Ingresar a la oficina de Techint Ingeniería y Construcción de Sevilla, justo dos meses antes del estallido de la pandemia de COVID-19, marcó el inicio de un camino desafiante y gratificante para Sara Couso.
Sara Couso, ingeniera mecánica y Coordinadora Técnica de Proyectos para la Central Termoeléctrica San Alonso, oriunda de Huelva, confiesa que no fue fácil trabajar desde su casa para una empresa nueva, con colegas desconocidos y con la mayoría de ellos viviendo en Argentina. Sin embargo, superó aquella prueba de fuego y siguió adelante.
Un año después, se embarcó en una fascinante aventura, que la llevó a cruzar el océano Atlántico. Desde octubre de 2022 hasta noviembre de 2023, se mudó a Argentina para sumarse a la obra de la Central Térmica San Alonso, en la provincia de Corrientes.
“Ingresé como ingeniera mecánica y ahora estoy coordinando un proyecto de 120.000 horas de ingeniería. Es decir que las oportunidades están, pero hay que ser valiente para tomarlas”, resume Couso.
Sus trabajos previos se centraron en el desarrollo de grandes ofertas EPC de ciclo combinado, como Barcarena, CCGT de 600MW para CELBA (Brasil); Energía de Celaya, CCGT de 1300MW para EdC (México); y Salamanca, CCGT de 840MW para CFE (México). También participó en Cogeneración de la Refinería Dos Bocas, donde se involucró en la especificación y cierre de compra del ciclo de potencia.
Couso considera que la ingeniería es “una profesión maravillosa”. “Es de las áreas más bonitas que existen, se puede cambiar el mundo y además hay mucha innovación dentro de nuestro sector”, destaca.
El proyecto Central Térmica San Alonso representó todo un reto de logística y coordinación que incluyó a integrantes de los equipos de Ingeniería de Argentina, Brasil, Ecuador, España, India y México y ya se encuentra en la etapa final.
Techint E&C realizó distintos trabajos de ingeniería básica, incluido estimación CAPEX, y de detalle en la planta, además de diagnóstico de fallos y mejoras en la Central Térmica Garruchos. Ambas plantas generan energía eléctrica a partir de biomasa forestal, con una capacidad de 40 MW cada una.
“Se considera dentro del segmento de Transición Energética porque, si bien la base es una combustión, la biomasa está determinada como neutra en la emisión de CO2, con lo cual ayudaría a la descarbonización de la matriz energética”, detalla Couso.
Ya de vuelta en su tierra, Couso recuerda: “La experiencia en Argentina fue estupenda. Era la primera vez que salía de España y me pareció un país sencillo para adaptarme, porque tenemos una cultura parecida. Hablamos casi el mismo idioma, la gastronomía es similar y la gente es muy abierta”.
Durante su estadía en Buenos Aires, la ingeniera probó el mate, que le pareció “muy amargo”, y dice que prefiere el tereré. Visitó las Cataratas del Iguazú, la Patagonia y Jujuy. Incorporó las palabras “mufa” y “canchero”, entre otras, y hasta festejó los goles de Argentina en la final del Mundial de Fútbol de Qatar.
“Me hizo feliz poder trabajar en nuestras oficinas centrales. Ver diariamente a mis compañeros y tener reuniones cara a cara facilitó mucho el trabajo. De hecho, volví a España con muy buenos recuerdos y amigos”, añade.
Por último, comparte un consejo para los más jóvenes: “Hay que trabajar mucho, ser bueno en lo que uno hace y, sobre todo, no quedarse en la comodidad. Hay que atreverse a afrontar nuevos desafíos”.
