Cada etapa en la industria del petróleo es clave para garantizar una producción eficiente y sostenible. Marcelo Irusta, director de Petróleo y Gas de PCR, detalló el proceso productivo de la empresa, que opera en el sur de Mendoza y en La Pampa, dentro de la Cuenca Neuquina.

“La rama en la que trabajamos, conocida como upstream, abarca desde la evaluación y exploración de hidrocarburos hasta su producción. Todo comienza con un grupo de geociencias e ingenieros de reservorios que analizan los yacimientos y definen las mejores zonas para perforar”, explicó Irusta.

Este trabajo inicial de gabinete permite identificar estructuras similares a otras ya existentes y orientar la estrategia de perforación.

Una vez definido el punto de perforación, el equipo de ingeniería diseña y ejecuta el pozo. “Durante la perforación, los geólogos analizan las capas atravesadas para determinar su productividad. Si el pozo es viable, entra en juego la ingeniería de producción, que define el método de extracción y tratamiento del fluido”, detalló.

En esta etapa, el petróleo, que suele estar mezclado con gas y agua, se separa en plantas de tratamiento. Mientras que el gas se destina a la venta o al consumo interno, el agua se reinyecta en los reservorios y el crudo es acondicionado para su comercialización en refinerías o para la exportación.

Irusta destacó que, al igual que todas las empresas productoras del país, PCR está obligada a abastecer parte del mercado interno. “Siempre debemos vender una parte de nuestra producción a las refinerías en Argentina para cubrir la demanda local”, afirmó.

Con un enfoque integral, PCR continúa desarrollando su actividad en la exploración y producción de petróleo, garantizando el abastecimiento y contribuyendo al sector energético del país.