GUSTAVO ALCALÁ*
Ahora que 2020 nos obliga a mirar la salud con más detalle, en lo que va del año en que COVID 19 acabó con la vida de poco más de 500.000 personas en los mismos seis meses la hipertensión arterial fue diez veces más letal en todo el mundo.
Es la principal causa de muerte prematura, por ser el factor de mayor peso en enfermedades cardiovasculares, y por ende de costos socio sanitarios
El 46% de la población mayor de 18 años en nuestro país es hipertensa
La abrumadora mayoría de los que se diagnostican necesita medicación para tratar la hipertensión adecuadamente, 9 de cada 10 hipertensos deberían tener acceso a fármacos específicos 365 días por año.
Sólo la mitad cumple con algún tipo de tratamiento: remedios, dieta y/o ejercicio lo que implica una enorme oportunidad para mejorar actualmente
El más completo relevamiento del que participó San Juan se llevó a cabo en 2018 en el marco de la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo.
Se seleccionaron solo 950 viviendas (en Mendoza fueron 1730 y en San Luis 1440) para un cuestionario escrito que, en lo referido a hipertensión arterial, recababa información sobre los adultos que se habían medido las cifras en los últimos dos años, el tipo de tratamiento, y si los controles los hacían en un lugar que les brindara continuidad con acceso a su historia clínica
En 710 hogares (1300 y 1080 en Mendoza y San Luis respectivamente) se hicieron medidas objetivas de peso y talla, perímetro de cintura y presión arterial y en solo 490 determinaciones bioquímicas de glucemia y colesterol
¿Estamos invirtiendo suficiente en el rastreo, detección y control de calidad del tratamiento de las enfermedades no contagiosas o navegamos a ciegas?
* Médico cardiólogo