GUILLERMO VIDALÓN DEL PINO*
El desarrollo económico y social del Perú siempre ha estado ligado a dos actividades complementarias: la agricultura y la minería. ambas constituyen la base de una economía diversificada que asegura la alimentación, así como el desarrollo económico. En adición a su favorable impacto económico, la minería suma, como otras de sus ventajas, las propiedades de sus metales que procesa.
El cobre y el oro, nuestros principales productos de exportación, son, además, antisépticos, antimicrobianos y pueden ser empleados como barreras efectivas para que los virus, entre ellos el COVID-19, no ingresen a nuestro organismo.
Estudios realizados por las principales universidades del país, públicas y privadas, comprometidas en la lucha contra esta pandemia, han encontrado que la incorporación de filamentos de cobre en las mascarillas de protección personal, así como su empleo en equipos médicos y otros de uso público (manijas, pasamanos, barandas, etc.) contribuirían decididamente a evitar la propagación de los coronavirus.
En ese sentido, quienes cuestionan el desarrollo minero argumentando eventuales impactos, deberían expresar qué alternativa proponen para garantizar una pronta recuperación de los puestos de trabajo que se han perdido y volver a reducir la pobreza que se ha incrementado como consecuencia del COVID-19.
En consecuencia, quienes se opone a desarrollo de alguna actividad económica están en la obligación de formular una alternativa superior. Si no lo hacen es porque carecen de sustento alguno, demostrando que su finalidad es convertir a la actividad minería en un instrumento de sus objetivos políticos, lo cual resulta irracional.
Ahora, todos debemos ser conscientes que la minería aporta ingentes divisas que estabilizan el tipo de cambio y contribuyen efectiva – mente a través del pago de sus tributos al desarrollo descentralizado del país. Pero, al igual que la agricultura, la minería también garantiza la subsistencia de las personas combatiendo la actual y las futuras pandemias.
Sobre el ambiente, debemos manifestar que la presencia de la humanidad es creativa e innovadora. en su proceso de adaptación siempre transformó el espacio que ocupa y lo seguirá haciendo, sin poner en riesgo el hábitat que la cobija.
¿Acaso no hemos sido testigos de la mejora significativa en la calidad del aire de nuestras ciudades en los primeros días del aislamiento social? el ambiente tiene sus propios procesos naturales y las personas solo podemos generar riqueza para financiar investigaciones, producir conocimiento y reducir el impacto ambiental.
Lo contrario es proponer renunciar al aprovechamiento legítimo de los recursos naturales a través de la minería, cuando lo real es que ésta es una actividad legítima e histórica, que se ha constituido en una bendición para financiar el bienestar y desarrollo.
Cuando se pide a las autoridades liderazgo para concretar inversiones por aproximadamente $60 mil millones de dólares, lo que se busca es generar un escenario social más propicio y pleno de oportunidades para más peruanos.
* Superinendente de Relaciones Públicas de Southern Copper