Los trabajadores denuncian 2.843 contagios y 8 fallecidos
Desde que se conoció el primer contagio de COVID-19 al interior de la minería, el virus se ha expandido entre miles de trabajadores. En Codelco, al menos, la cifra ya llega a 2.842 nuevos casos, a los que se suman 10 trabajadores fallecidos (en la minería en su conjunto y 8 en la estatal), según el cálculo de sus propios compañeros, dada la ausencia de cifras oficiales.
Esto ha llevado a la industria minera a tomar medidas extraordinarias, como el cierre parcial de Chuquicamata, o el -también parcial- abandono del aeropuerto El Loa, de Calama. Sin embargo, ambos eventos se han constituido como ejemplos de la reducción solo sectorial de las faneas, porque en el primero el parón solo aplicó a trabajadores que no fueran de Calama (95% es de esa ciudad dicen los mismos trabajadores), y en el segundo, a trabajadores que sean contratados directamente por Codelco, dejando afuera así a los subcontratados (dos tercios de los trabajadores son subcontratados según sus propias estimaciones).
Durante este fin de semana además, y luego de que la preocupación por los contagios fuera noticia en todo el país, Codelco anunció que suspenderá de manera transitoria la construcción de un nuevo nivel en la División El Teniente. Asimismo, el gobierno anunció este jueves que conformarán una mesa de trabajo con la Coordinadora de trabajadores de la minería, que se reunirá periódicamente para abordar este tema.
Este tipo de acciones parciales han llevado a que parlamentarios expresen su preocupación, como en el caso del RN José Miguel Castro, quien materializó las críticas con un oficio donde solicitó cerrar tanto aeropuertos como terminales de buses en la región.
No obstante, los trabajadores insisten en que las medidas tomadas hasta ahora son insuficientes, y denuncian que la producción sólo se ha visto reducida cuando la cantidad de contagios ha puesto en riesgo el correcto funcionamiento de las faenas en el mediano plazo. En ese sentido, sostienen que se está pasando a llevar su seguridad sanitaria, en base a consideraciones macroeconómicas que no se hacen cargo del contexto de pandemia.
En el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de mayo, nuestro país registró una histórica caída de 15,3%, influenciada principalmente por el sector no minero, que cayó en un 17%. La actividad minera, por el contrario, creció 1,2%, constituyéndose una vez más, prácticamente en el único sector productivo que sobrevive con números azules a la pandemia.
A pesar de esto, la tesis de que el mineral es “la viga maestra” de nuestra economía, y que gran parte de la recaudación fiscal y del PIB dependen de esta industria, ha sido puesta en duda en los últimos años.
“Cabe señalar que dichos aportes han perdido relevancia dentro de los ingresos fiscales, principalmente debido a la disminución del precio del mineral y sus márgenes de ventas. Muestra de ello, es que en el año 2016 la suma de los Ingresos por cobre fue solamente un 0,4% del PIB, mientras que el promedio de los últimos cuatro años ha sido 1,0% del PIB, muy por debajo del 8,4% del PIB observado en el año 2006″, sostiene un informe de la Dipres del 2018 al respecto.
Telye Yurisch, economista experto en minería de la Fundación Terram, también es crítico con esta tesis de que la minería sea tan relevante para la economía nacional, y acusa que “el gremio minero ha posicionado públicamente al sector como una actividad “estratégica”, presentado una cierta normalidad en su operación y mostrando, incluso, cifras de crecimiento durante el primer trimestre del año”, con el fin de “mostrarse como un sector que va a reactivar al economía”.
“Nosotros tratamos de desmitifcar eso”, dice Yurisch, explicando que “no es que (la minería) aporte mucho al desarrollo económico del país, todo lo contrario, que las exportaciones y las inversiones se concentren en el sector minero explica que tenemos un problema de dependencia, y de vulnerabilidad económica“.
Por esto, Yurisch señala que “la estructura productiva del país es demasiado dependiente del sector externo“, lo que a su vez, le otorga esta preponderancia “falaz” al sector minero, del cual depende el 52% de la canasta de exportación nacional, según datos de la Subsecretaría de Relaciones Económicas.
Ante esto, el experto advierte de “una eventual profundización del modelo extractivista en los distintos escenarios posteriores a la crisis, pues es posible que los estándares sociales y ambientales sean flexibilizados en vista de una reactivación económica”.
Por otro lado, el ex decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile y doctorado en Economía de la Universidad de Columbia, Joseph Ramos Quiñones, explicó que es importante diferenciar entre los ingresos por tributo y los ingresos por utilidades. “El cobre es la mitad de las exportaciones, y Codelco será la tercera parte de eso. En cuanto a tributación, el porcentaje (de aporte a las arcas fiscales) es menor, pero hay que tener en cuenta a comparado con qué. Si lo comparas con todos los ingresos fiscales, es poco, si lo comparas con cuánto tributan otras empresas es mucho“, sostiene el experto.
En ese sentido, el ex decano de la FEN agrega que “si lo comparas con las empresas de Luksic por ejemplo, ambos pagan impuestos sobre utilidades. Sin embargo, las utilidades de Codelco van al fisco, las de Luksic no van al fisco. Por ese lado, Codelco contribuye mucho más que la empresa (de Luksic), aunque los impuestos de ambos sean iguales”.
En esa línea, y al ser consultado respecto de porqué el informe de la Dipres sitúa al cobre como un mineral que “ha perdido importancia” dentro de los ingresos fiscales, Ramos explica que “sin lugar a dudas (el informe) responde a las variaciones de precios”.
Al ser consultado respecto de si el cobre es o no “la viga maestra” de la economía nacional, Ramos sostiene que “yo creo que la pregunta de fondo es ¿qué entendemos por viga maestra? Sin lugar a dudas el cobre es importante para la economía chilena, porque no solamente es cuánto produces, sino qué porcentaje de las exportaciones es el cobre. Las exportaciones de cobre deben ser entorno al 50% de lo que se exporta cada año. Y ese es precisamente el problema; uno quisiera tener esta cantidad de exportaciones del cobre, pero que fuera con muchos productos, cosa que si cae la demanda de uno, se pueda repuntar con la demanda de otro. Chile es muy vulnerable en el sentido de que pasa algo en el mercado del cobre, como con el COVID, y los chinos y todo el mundo deja de comprar, y el precio cae fuertemente. El precio del cobre fluctúa mucho”.
Y este último hecho es el que se ha visto en el precio del metal rojo en los últimos seis meses, en los que se observa una caída y una posterior alza en los precios, que se mantiene hasta hoy:
Los expertos consultados por El Desconcierto explicaron que la caída en el valor de metal entre enero y marzo se debió principalmente a que en ese periodo los países asiáticos -los principales consumidores de cobre- redujeron considerablemente sus importaciones por la pandemia. Asimismo, al retomarlas, el valor del metal aumentó entre abril y junio.
Por esto último, el frenar la producción durante ese periodo o incluso ahora, no es una decisión fácil de tomar.
Así lo explica el magíster en Economía de la Universidad Católica y PhD en Economía del MIT, Patricio Rojas Ramos, quien sostiene que “hoy día la minería es uno de los pocos sectores que está teniendo datos positivos, precisamente por la producción de cobre”, y señala, a diferencia de Yurisch, que “claramente en la medida en la que minería es afectada, eso tiene un impacto en la economía“.
“El cobre mueve a la minería, y la minería impacta en la economía“, dice Rojas, quien aún así destacó que “hoy día lo que está primando es el tema sanitario, por lo que independientemente de lo que podamos ver en términos de la actividad minera, mucho más relevante es lo que podamos hacer en términos de la situación sanitaria”.
En ese sentido, el experto enfatizó que “no corresponde que la minería cargue con una responsabilidad en materia de producción por el tema económico, lo más relevante acá es lo que tiene que ver con la salud de los trabajadores del sector“.
Por otra parte, desde el mundo sindical, los propios trabajadores han expresado su preocupación en torno a esta problemática, a través de la Coordinadora de Trabajadores de la Minería, organización que reúne a más del 80% de los operarios del sector, y que este miércoles emitió un comunicado donde afirman que “es evidente que se ha priorizado la economía, la continuidad operacional y la producción ante la seguridad y vida de las personas, y como organización de trabajadores no lo podemos permitir“.
El presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre, una de las organizaciones que pertenecen a la Coodinadora, Patricio Elgueta, explicó que “entendemos que tenemos que buscar un equilibrio (entre lo económico y lo sanitario) pero ese equilibrio no puede estar a costo de la vida de los trabajadores”.
Por eso, “le estamos pidiendo a Codelco que si hoy no tiene la garantías necesarias para que nuestros trabajadores puedan laborar, haga un cese con servicios mínimos para sanitizar las áreas de trabajo y hacer una cuarentena como corresponde”, agregó el dirigente.
Elgueta denunció además que trabajadores subcontratados les han contado que les han solicitado información respectiva a si han estado cerca de algún contagiado, y que al entregarla, han sido despedidos. “Y si no dicen, los investigan. En el fondo quieren dar el ejemplo castigando a trabajadores, metiendo miedo”, sostiene Elgueta.
En tanto, la presidenta del sindicato 2 de Chuquicamata, Liliana Ugarte, señaló durante la semana pasada que se encuentran negociando con la administración para que se realicen turnos de 7×7, los que actualmente son de 7×1, 7×2 o 7×4. “Con esto, nosotros consideramos que se producirá un mayor aislamiento social. La empresa en su momento no tomó la sugerencia y solo se implementó para la mina de Chuquicamata. Hoy lo estamos discutiendo para todas las áreas”, dijo Ugarte, quien explicó que además proponen una detención programada para la faena por 10 a 14 días, así como realizar PCR masivos a los trabajadores.
“El hecho de tener 10 días de detención con servicios mínimos va a significar que la empresa pueda operar a futuro. Si seguimos con este nivel de contagio nadie garantiza que sigamos funcionando”, agregó finalmente la dirigenta.
Por otra parte, Jorge Olguín Mazuá, secretario general del sindicato nacional El Teniente (que reúne a todos los sindicatos de esta división), llamó él mismo a nuestro medio –el mismo día que El Desconcierto requirió información a Codelco- tras enterarse de la realización de este reportaje por fuentes que no quiso revelar, para entregar una versión distinta de los hechos.
“Quienes dicen ‘vamos a paralizar Codelco’ yo lo encuentro atroz. Son medidas reactivas, y nosotros tenemos que ser propostivos”, sostuvo Olguín, tildando de “populismo barato” lo propuesto por los otros dirigentes, a quienes acusó de estar buscando “la renovación de sus directorios”. En esa línea, Olguín defendió que Codelco ya ha tomado una serie de medidas para proteger a los trabajadores.
“Toda persona que está por la detención de la faena, aunque sea por un día, está fuera de la realidad, y no lo comparto en absoluto“, sentenció.
Este medio se contactó con el Ministerio de Minería para realizar las consultas necesarias sobre esta situación, pero a pesar de que dicho contacto ocurrió el día miércoles de la semana pasada, la respuesta fue que recién la próxima semana se podría agendar una entrevista con el titular de la cartera, Baldo Prokurica.