Morosidad en alza, menos ventas e inversión y cambios en valorizaciones
La palabra incertidumbre se repite una y otra vez entre las grandes compañías que reportan al regulador. La gran mayoría afirma que el impacto que tendrá la pandemia sobre los resultados financieros futuros aún depende de su desarrollo, y duración y profundidad sobre la economía local. Pese a esto, ya hay efectos claros de la crisis sanitaria en las empresas: caída en las ventas; más morosidad y, como resultado, un incremento de las provisiones; una reducción en las inversiones para este año, y posibles cambios en la valorización de activos.
Las estimaciones varían entre industrias, pero todas las compañías han planteado que sus principales objetivos han sido cuidar la salud de sus empleados y mantener la operación.
Metrogas explicó en sus resultados a junio que la pandemia ha resultado en un aumento del riesgo crédito, asociado al empeoramiento de las condiciones económicas, expectativas de baja en el PIB y aumento del desempleo. Todo esto se reflejó –dijo- en un alza de la morosidad y de los incobrables, por lo cual precisó que la administración de la sociedad ha realizado una gestión integral de los riesgos, aumentando así su provisión de incobrables.
Gasco también apuntó a un alza en la morosidad de sus clientes, cuyos efectos a junio de 2020, dijo, aún son poco significativos.
Engie precisó que, con las cuarentenas, prevé una postergación en el pago de servicios como el suministro eléctrico. "Esto podría traducirse en mayor lentitud en la cobranza con el consiguiente aumento en las necesidades de financiamiento de capital de trabajo", afirmó.
Red Salud fue categórica: está ejecutando un estricto seguimiento a la gestión de cobranza de sus clientes.
En el caso de la sanitaria Essal, informó que los impactos esperados son una baja en los ingresos regulados y no regulados, aumento en el saldo de cuentas por cobrar y mayores costos operativos para gestionar la contingencia.
Telefónica Chile (Movistar) dijo que la crisis sanitaria generó una menor recaudación presencial en los meses de cuarentena, debido al cierre de varias sucursales. Sin embargo, destacó que esto ha sido parcialmente contra restada por un mayor cobro vía internet.
Todas las empresas inmobiliarias han evidenciado una baja en sus ingresos. Paz lo explicó así: el escenario de incertidumbre económica, así como el aumento en el nivel de desempleo, afectan la voluntad y capacidad de compra, por lo que es de esperar que en los próximos meses se mantengan velocidades de ventas por debajo de lo habitual y niveles de desistimiento mayores a los normales.
El rubro bebidas y alimentación tiene un cara y sello. Coca Cola Andina dijo que el primer semestre evidenció una marcada caída en sus volúmenes de venta en el canal on-premise, compuesto principalmente por restaurantes y bares, los que en su mayoría han debido cerrar temporalmente. También observó una disminución de volumen en supermercados, y volúmenes estables en los canales tradicional y mayorista.
La salmonera Camanchaca también apuntó al cierre de restaurantes y hoteles, pero a nivel global. La debilidad de la demanda –dijo- ha producido bajas importantes en los precios de venta en todos los mercados.
Por el contrario, Watt's destacó un aumento en el consumo de productos básicos como aceites, conservas, mermeladas, mantequillas, margarinas, leche en polvo y hortalizas congeladas.
En el área vestuario y calzado, Forus debió enfrentar el cierre de los puntos de venta al público debido al confinamiento, lo que provocó una merma importante en sus ingresos. Esto lo enfrentó, dijo, fortaleciendo el e-commerce.
Coca Cola Andina detalló que redujo su plan de inversiones de este año, desde US$ 165 millones a US$ 90 millones. Pero no es la única. La mayoría de las empresas definió un plan de ahorros de costos ante la pandemia. "Hemos racionalizado nuestro plan de inversiones y gastos del año para adaptarnos a las nuevas tendencias", dijo Embonor.
Codelco suspendió completamente la construcción de Chuquicamata Subterránea y otros proyectos divisionales, mientras que Salfacorp revisó su plan de inversiones del año con un nuevo calendario de inicios de obras de proyectos inmobiliarios, postergaciones de compras de terrenos para edificios y menores compras o renovaciones de maquinarias y equipos. Además, implementó una política general de austeridad.
Sonda lanzó un plan de reestructuración para adaptar la organización a la nueva realidad. Detalló que para esto desembolsó $ 11.250 millones durante el segundo trimestre, lo que corresponde a las indemnizaciones pagadas y provisionadas.
Copec informó que la menor venta ha sido compensada, en parte, mediante reducción de gastos, postergación de inversiones y ajustes en el plan de adquisición de combustible.
Enel Chile dijo que el grado de incertidumbre generado en el entorno macroeconómico y financiero, podría afectar las valoraciones y estimaciones realizadas por la administración para determinar los importes en libros de activos y pasivos, con una mayor volatilidad. Al 30 de junio de 2020, dijo que las principales áreas que requirieron juicio y estimaciones de la administración fueron: medición de pérdidas crediticias esperadas sobre activos financieros y determinación de pérdidas por deterioro de activos no financieros; entre otros.
Telefónica Chile dijo que ha evaluado el posible deterioro que podrían sufrir los inventarios producto de los efectos macroeconómicos. En base a este análisis determinó que existe un impacto producto del Covid-19 al 30 de junio de 2020, el cual tiene un efecto poco significativo en la obsolescencia.
En el caso de Latam Airlines, sus activos llegaron a US$ 15.762 millones a junio, una baja de 25% frente al cierre de 2019.
"Los niveles de incertidumbre son mucho mayores que los que parecían existir hace no mucho tiempo atrás, y los inversionistas deben estar conscientes de ello y hacer cada uno su propia evaluación al respecto", afirmó Parque Arauco.
