Prota: El cepo a los profesionales 

SILVERIO PROTA *

La reciente medida de reducir a 600 personas el cupo diario de ingreso de pasajeros del exterior por vía aérea, cuya finalidad última se comparte, trae consecuencias negativas múltiples e irreparables, seguramente impensadas en los escritorios desde los cuales se dictaron:

+ Profesionales que brindamos servicios en el exterior de manera presencial, vemos cercenado nuestro derecho al trabajo.

+ Empresas, que apostamos e invertimos en equipos y capacitación para exportar servicios de alto valor agregado estamos impedidas de hacerlo.

+ La credibilidad de Argentina, y de sus empresas, se sigue erosionando, toda vez que continuamos incumpliendo compromisos contractuales urgentes e impostergables.

+ Finalmente, el estado argentino también se perjudica, perdiendo las divisas que hubieran engrosado las alicaídas arcas fiscales y los impuestos múltiples que hubiera devengado.

Nuevamente, se entiende y comparte la necesidad de evitar el ingreso de nuevas cepas, pero…14 meses despues de comenzada la cuarentena más larga de la historia surgen algunas preguntas:

+ ¿No fue posible, en 14 meses, adecuar otros aeropuertos del país, como Aeroparque, Tucumán, Salta o Mendoza, para citar algunos, para que se pudieran recibir vuelos internacionales controlando adecuadamente los aspectos sanitarios que demanda esta pandemia?

+ ¿No fue posible en 14 meses capacitar a los trabajadores de estas terminales aeroportuarias para que hagan el mismo trabajo que los de Ezeiza?

+ ¿No fue posible, en 14 meses, instalar laboratorios para hacer PCR en estos aeródromos? 

+ No fue posible, pensar algún esquema que diera prioridad a aquellas actividades o personas que con su viaje le generan un beneficio al estado, y/o que tienen obligaciones contractuales irrevocables e impostergables y/o cuestiones urgentes de salud?

+ ¿No era Argentina un país Federal?

Una vez más, se confirma que Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires, y en este caso en horario acotado y sólo a los amigos.

* Gerente General de Anddes Argentina.

Nuevas restricciones: todavía no se sabe cómo se decide el cupo de los 600 pasajeros por día

MARÍA BELÉN ETCHENIQUE/CLARÍN

Los aviones comerciales completos por día. Ese es el equivalente a los 600 pasajeros que empezarán a llegar este lunes al país por vía aérea. Hasta la semana pasada, era el triple: entre 1500 y 1800 pasajeros diarios. La reducción, que se estableció en la declaración administrativa que extendió las restricciones por la pandemia, estará vigente en principio hasta el 9 de julio.

La limitación no supone que solo llegarán dos aviones con argentinos o residentes que vuelvan del exterior. Es probable que las aeronaves que aterricen en forma diaria en Ezeiza y Aeroparque sean más. Pero el cupo de 600 es equiparable a dos Airbus 330-200 -uno de los aviones de la flota de Aerolíneas Argentinas- con todos sus asientos ocupados.

Hasta la tarde de este domingo, contra reloj y en conversación con las líneas áreas, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) estaba definiendo el cronograma en el que estarán encuadrados los 600 pasajeros diarios. El diálogo con las distintas empresas había empezado el viernes, luego de que se anunciara la medida.

Entre las distintas maneras de adecuar la operación a la disposición del Ejecutivo, se contemplaba que a partir de este lunes las compañías presten servicio con aeronaves más chicas o con los mismos aviones pero con una capacidad limitada.

Según confirmaron este domingo a la noche fuentes de Aerolíneas Argentinas a Clarín, para este lunes no habrá vuelos cancelados. Las reprogramaciones de la línea aérea de bandera comenzarán a partir del martes.

"Nos interesa que haya la menor cantidad de pasajeros varados posible", dijo Paola Tamburelli, la directora de la Administración, a Clarín. Tamburelli explicó que desde la ANAC se acompañaba la medida gubernamental y que se estaba consensuando con las distintas aerolíneas: "Las empresas entienden nuestra necesidad de adecuarnos a una decisión administrativa firmada y nosotros entendemos la necesidad de las compañías de tener el menor impacto en su operación".

Para dimensionar el reordenamiento, para este domingo había 14 vuelos internacionales programados, según figuró en la sección "Arribos" de los sitios web de los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque. Para cumplir con el cupo de 600 pasajeros, cada avión hubiera tenido que transportar, en promedio, 42 personas.

"Tal como está, las compañías aéreas no podrán aplicar la nueva norma del Gobierno. Como mínimo, deberían informar cómo se distribuirán las 600 plazas entre las compañías aéreas", reclamó la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA). La entidad además pidió una reunión urgente con el Gobierno argentino. 

La reducción en el ingreso de pasajeros busca contener la variante Delta del Covid-19, la más contagiosa, que generó nuevos brotes en Inglaterra, Israel y Australia. Para las autoridades nacionales, una de las estrategias para retrasar su propagación es bloquear su "entrada" al país por Ezeiza.

La semana pasada en el Gobierno también se analizaba que todos los argentinos y residentes que regresaran por vía aérea cumplieran un aislamiento en hoteles. Según datos de la Dirección Nacional de Migraciones, casi el 40% de las personas que entran a la Argentina no respetan la cuarentena obligatoria. Pero la decisión de volver a recurrir a los hoteles para garantizar un aislamiento, no está en los planes a implementar en las próximas horas.

Incluso en la Ciudad y en la Provincia de Buenos Aires, para este lunes no se preveían cambios respecto al viernes pasado. En el caso porteño y bonaerense, por el momento solo se está alojando en hoteles a las personas que dan positivo al llegar del exterior. El resto -quienes arriban con un PCR negativo y vuelven a tener ese resultado en el test hecho en el aeropuerto-, debe aislarse durante 10 días en su domicilio.

La decisión administrativa dejó a criterio de las provincias definir en qué lugar tendrán que cumplir la cuarentena quienes vuelvan a la Argentina entre el 1° de julio y el 31 de agosto. La medida establece que el aislamiento debe ser de siete días contados desde el test realizado en Ezeiza.

También dispone que los costos de la estadía en los lugares de aislamiento y el de las pruebas de secuenciación que se hacen para determinar las variantes del Covid-19 correrán por cuenta del pasajero. Y que las autoridades establecerán como efectivizar el cobro de esos gastos.

No obstante, según pudo saber Clarín, la Ciudad asumiría el gasto de alojamiento de los vecinos que regresen del exterior y deban aislarse, como viene sucediendo hasta ahora.

Hoy el ingreso de extranjeros al territorio nacional está prohibido, salvo en casos en los que la Dirección Nacional de Migraciones lo autorice por alguna de estas causas: reunificación familiar, trabajo, salud, razones humanitarias.

Las únicas vías de acceso son Aeroparque, el aeropuerto de Ezeiza, de San Fernando y la terminal Buquebus del puerto de Buenos Aires. Las fronteras terrestres siguen cerradas.