(Por Daniel Bosque*) Por fin terminaron las tediosas y repetitivas noticias sobre las negociaciones en el litigio Holdouts vs. Argentina y ahora los ciudadanos de a pie nos enteraremos qué significa en los bifes eso del default selectivo, que ipso pucho pregonó a los mercados Standard and Poors. “Querían este final y trabajaron para ello” dicen los no amigos del gobierno y apuntan a la cabeza del trajinado Axel Kicillof, quien entre la Gloria y Devoto, algunos Kas se aventuraron a medirlo como presidenciable 2015.
Las últimas horas de los últimos 30 días de audiencias, viajes, solicitadas y discursos han resultado argentinamente patéticas. Y el after day del fin del plazo será como tantos otros del culebrón nacional que en este capítulo la prensa llama “el efecto buitre en la volatilidad de los mercados”. Es decir, quién la hizo bien en la City porteña y en Wall Street se habrá podido hacer unos buenos mangos con dólar blue, bonos y acciones de empresas de un país complicado.
El default no es otra cosa que la fresa de la nata de un laberinto mayúsculo: Guillermo Nielsen y otros duros críticos auguran que el PBI se contraerá otro 2% y orillará una caída cercana a los cuatro puntos de mengua anual como consecuencia del no acuerdo. Pero no todo está perdido y diversas fuentes reservadas dan cuenta de que el Plan Brito sigue en pié y que bancos y acreedores podrían negociar, no ya sobre US$ 300 millones de puente hasta enero sino por los US$ 1.600 millones de la cancelación total. No sería la primera vez que tras las durezas Kirchner-Kicillof se acuda a la billetera para erogar más que el montante original, como ya sucedió con Repsol y el Club de París.
Pero para el gobierno no todo es pasivo como se verá esta tarde una vez más en la Casa Rosada en otra misa de Cristina, la claque de La Cámpora más empresarios, funcionarios y gobernadores aguantando, con mayor o menor entusiasmo sus primeros planos en la TV Pública. El tip Griesa o Cristina aspira a suceder en cierto ideario justicialista 2014 al polvoriento Braden o Perón de los albores del PJ.
El otro rédito indudable, a menos de 500 días de entregar la batuta es que el default rimbombante con esta minoría inescrupulosa de acreedores permitirá tercerizar las culpas y encontrar explicaciones y coartadas en un escenario nacional marcado por la parálisis productiva, la retracción de intercambios comerciales, la complicación del sector externo por la depreciación de la soja y otras commodities, la factura energética, la voracidad fiscal, la tensión distributiva entre Nación y Provincias, el cepo cambiario, la destrucción del empleo, el desaliento a la inversión y un sinnúmero de disfunciones eréctiles conexas cuya enumeración devoraría una resma de papel, como se decía antes.
Relojeando las encuestas y el humor social, los halcones y palomas, u occidentales y orientales como le llaman ahora, que anidan en el poder kirchnerista parecen haber concluido en que la pista está mojada y qué hace falta mucha recaudación y emisión monetaria para llegar a diciembre de 2015. Con lo que la continuidad de la alta inflación, que este año cerrará entre 30% y 40%, está asegurada para el próximo ejercicio.
Si persiste irresuelto, el cobro de los holdouts complicará la pregonada vuelta a los mercados del verano pasado tras la devaluación, el sinceramiento del INDEC, el acuerdo con Repsol y el pago el Club de París. Con Néstor esto no hubiera pasado se animan a decir en el FPV, mientras despuntan críticas hacia Kicillof y su equipo alentando rumores de los encontronazos con Juan Carlos Fábrega, a quien el establishment empresario mira con más cariño.
Después del diamante del juez Norberto Oyarbide, el otro anillo famoso de la Argentina es el de Julio Grondona, cuyo grabado,"Todo Pasa”, fue la mejor metáfora de poder del malogrado mandamás del futbol. No está nada mal como lema-consuelo para este gobierno, en horas interminables de audacia, incertidumbre y palabras encendidas.
*Director de EnerNews y Mining Press
