DANIEL BOSQUE*
A Sergio Massa y elenco estelar habrá que agradecerles haber puesto en agenda unos cuantos contenidos para repensar el rumbo del país, en una campaña que se perfilaba, por el lado de sus contrincantes, marketineramente soporífera.
En Córdoba, donde José de la Sota lo socorrió hace cuatro meses con el cambio justo en medio de la debacle, el Frente Renovador desplegará tres tips para cerrar su gira: perpetua a los narcos, reformulación de los planes sociales y presentismo escolar. Este último ítem le ha ganado la belicosidad de la kirchnerista CTERA pero, como en otras propuestas, el tigrense busca empalmar con angustias ciudadanas, en este caso por el delicado estatus de la educación.
Era el mimado de Clarín, la Mesa de Enlace y siguen las firmas hasta que los sostenedores de su campaña entrevieron que Mauricio Macri era una mejor inversión. Hoy, los mercados lo miran con desconfianza, tal vez por esa tentación cuarentona de querer sacudir con fuerza el mantel, aunque coinciden en que cualquier cosa será mejor que Cristina y sus muchachos.
En la reciente IDEA, Massa procuró seducir a los hombres de negocios con su prédica de adiós al cepo, menos presión impositiva y estímulo a las inversiones. Proponer grandes cambios, y en variados frentes, tiene sus bemoles: la política ambiental, diseñada por el periodista Sergio Federovisky, preocupa a los empresarios del agro, la minería, el petróleo y la industria. Un país verde, a rajatablas, tiene sus costos, dicen quienes se inquietaron por ciertos mensajes a propósito de la minería y el fracking.
Asegura que su plataforma de contener racionalmente el gasto público no es incompatible con pagarle e 82% a los jubilados y de reducir en un 30% la presión impositiva. Y propone fuerte castigo a los funcionarios corruptos, aunque buena parte de quienes le acompañaron desde el FPV y ahora volvieron acreditan antecedentes éticos bastantes complicados. Como soñar no cuesta nada, lanzó la idea de un pacto federal democrático para que las provincias adhieran y no haya perpetuidades como Gildo Insfrán.
Ha sido Massa el que plantó en el debate la cuestión de la lucha contra la inseguridad y el narcotráfico, obligando a sus contendores a sostenerlo. La ley de derribo y la tolerancia cero son un invite a que lo castiguen con el mote de facho los garantistas K y progres varios, pero Massa le habla a otro público cuando recuerda que en la Provincia de Buenos Aires hay un delito violento cada 30 segundos y que en ese rubro el ratio en CABA creció un 76%.
A medida que se complicó su apetencia presidencial, o tal vez por eso, el team económico referenciado en Roberto Lavagna fue subiendo la apuesta en un menú de reformas económicas que van desde reescribir la coparticipación federal de impuestos hasta rebalancear el menú impositivo eliminando el tributo Ganancias de los sueldos medios, las retenciones al agro y el actual dibujo de los subsidios. “La plata saldrá de otro régimen de patentes de los laboratorios extranjeros y de impuestos a la renta financiera y al juego”, dice Sergio y está claro qué empresas y sectores le han mezquinado recursos monetarios agravando su capitis diminutio.
Mucha agua ha pasado por el Delta del Tigre desde que en 2013 arrió a una veintena de intendentes del FPV (y casi cerró un frente con Daniel Scioli) para cajonear en las urnas la re-re de CFK. Dede ese mismo día, el chino Carlos Zannini organizó un safari nada fotográfico en el que fue cazando, a fuerza de látigo y chequera como se lamenta el líder opositor desplumado, uno a uno a cada díscolo.
Vísperas de las PASO corría el reloj y no aparecía el vice, en tiempo de descuento el ungido fue Gustavo Sáenz, un salteño poco conocido afuera de su provincia. La sorpresa fue aquel 20% del que hoy no parece moverse, lejos del 12% que le auguraban las encuestas. Un 6,7,8 provino de La Docta, donde Scioli y Macri han intentado desde de 9-O sacarle acólitos a fuerza de promesas.
En el último tramo, junto a su temperamental Malena Galmarini, de cuyo carácter denso se quejaron unos cuantos tránsfugas mudados a La Ñata, desplegaron un discurso plebeyo en busca de más porotos. “No soy ricachón, ni fui a colegio inglés ni fui deportista de elite con plata de mi familia, mi viejo era un albañil inmigrante”, dice mientras toma mate en una cocina normalita y da piquitos a su mujer. Lo más parecido en el merchandinsing de este turno electoral es María Eugenia Vidal, a quien el FR le ha complicado la saga con Felipe Solá, otro que no se baja ni a palos y podría besar el 25% del sufragio PBA.
Rosendo Fraga le hizo el comentado gran favor mediático cuando arguyó que en segunda vuelta se perfilaría mejor que Cambiemos. Nadie sabe de quién son los votos peronistas, tal vez porque sus dos candidatos pujantes son un ex militante UCD y un empresario heredero arrimados en los ’90. Es un tilingo, un traidor, decían de él en el mundo ka tras las legislativas 2013, su cenit.
Aunque se confiesa cumbiero y cuartero, podría cantar con el kirchnerista Fito aquello de Quien dijo que todo está perdido…. Massa no se conforma con el premio consuelo de ser “un joven dirigente de futuro brillante”. Saqueado y jaqueado por la dura política, lo dieron por muerto una y mil veces. Para su fortuna, este domingo, para bien o para mal, terminará de subir la cuesta. Lo que le depare el destino es otra historia.
*Director de EnerNews y Mining Press
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VIDEO: FITO PÁEZ, "YO VENGO A OFRECER MI CORAZÓN
