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Perú
EN ESPAÑA HABLAN DEL "MILAGRO" PERUANO Y DESTACAN A LA MINERÍA
11/05/2010
Clarin

Los cambios en el Gobierno no terminarían con la renuncia de Ricardo Jaime. Por el contrario, la salida del ex secretario de Transporte seria hoy el desencadenante de una puja entre dos grupos de funcionarios: quienes insisten en mantener la actual línea de la gestión y quienes pretenden una mayor apertura, aseguran tanto en fuentes oficiales como privadas. Néstor Kirchner sería el que, de todas maneras, defina las movidas en juego en el Gabinete.

El debate de fondo es si el Gobierno hará o no un giro después de la derrota en las elecciones del pasado domingo. Ese giro, señalan algunas fuentes, pasaría sobre todo por despegar la imagen de la gestión de Cristina Kirchner de la influencia de su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner. Una posición es hacer un leve maquillaje y la otra es mostrar una mayor apertura a otros sectores.

En esa línea, una de las versiones que más consensos genera por estas horas es el recambio entre los secretarios del Ministerio de Planificación. El lunes, cuando la presidenta Cristina Kirchner ratificó en su cargo a Julio De Vido, habría dado un guiño a un reclamo del ministro: alejar a todos los secretarios que no le responden en forma directa. Jaime era uno de ellos, con línea directa con Kirchner. Pero no el único. En esa lista se encuentran también el secretario de Obras Públicas, José López, y el de Energía, Daniel Cámeron. Anoche, empresarios con fluido diálogo con el Gobierno y funcionarios de la Casa Rosada coincidían en esa posibilidad.

"No hay más cambios previstos a nivel de secretarías", decían ayer, claro, voceros de Planificación.

Fuentes bien informadas señalaron que el embajador en Madrid, Carlos Bettini, quien estuvo los últimos días en Buenos Aires, está siendo parte del equipo que junto a Néstor y Cristina Kirchner está diagramando los posibles cambios en el Gabinete. La mayor parte de las versiones se concentran en la posibilidad de cambios entre Economía y Producción.

Como en todas las modificaciones que se discuten, en Economía hay dos líneas posibles: más de lo mismo y post-Néstor, por simplificar. En la primera, la jugada que se menciona es el enroque entre Carlos Fernández, el actual ministro, con el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, un pingüino puro. Eso implica ratificar las líneas de acción actuales del Gobierno. En esa dirección, podría seguir en su cargo el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, quien hoy es un escollo a la hora de buscar nuevos ocupantes para el Ministerio de Economía.

Un empresario que habla frecuentemente con el máximo nivel del Ejecutivo marcó ayer, sin embargo, cuál es el otro escenario posible. "Hace falta un ministro de Economía que demuestre que Néstor Kirchner no es más quien controla la economía, como hasta ahora. Alguien con peso propio que reconstruya la confianza de los operadores, acerque posiciones con los bonistas, el FMI, el Club de París..." El nombre que surge, en ese perfil, dice la misma fuente, es el de Martín Redrado, actual titular del Banco Central.

"Hay vida entre ambas posibilidades", dijeron sin embargo anoche altos funcionarios oficiales. Ahí empiezan a tallar otros nombres. Amado Boudou, titular de ANSeS, sería una posibilidad, aunque muy ligado a lo que es hoy la gestión económica. Otro que suena es el ex secretario de Finanzas de Lavagna, Guillermo Nielsen, hoy embajador en Alemania, renegociador de la deuda y con buena relación con los centros financieros.

En el Gobierno, en cambio, descartan otras versiones que circularon ayer por la tarde. Por caso, que la ministra de Producción, Débora Giorgi, sea la cabeza de un ministerio ampliado que vuelva a unificar Economía con las áreas productivas. "Eso no tiene ningún asidero", dijo un alto funcionario oficial.


Moreno, una traba para buscar nuevo ministro de Economía

Clarin
Si hay una señal nítida que indica el cambio de clima que sucedió a los resultados electores del domingo, es la cantidad de funcionarios kirchneristas que se animan a decirle no al jefe máximo de esa fuerza, Néstor Kirchner.

Al ex Presidente se le está haciendo difícil encontrar alguien que acepte tomar las riendas del Ministerio de Economía, en lugar de Carlos Fernández.

Funcionarios como Miguel Peirano, Ricardo Echegaray y Amado Boudou habrían dado a entender que no piensan asumir esa función. Lo mismo habría hecho Débora Giorgi. Y los cuatro argumentaron exactamente lo mismo. No hablan mientras Guillermo Moreno siga formando parte del Gobierno. Los rechazos podrían extenderse hasta la presidenta del Banco Nación, Mercedes Marcó del Pont.

La figura del Secretario de Comercio logró concentrar así el rechazo generalizado que le prodigan dentro y fuera del Gobierno. Y se convirtió (tal vez a su pesar) en un obstáculo insalvable.

Tanto rechazo genera su figura que aún se hace imposible encontrar un reemplazo para el secretario de Industria, Fernando Fraguío, quien desde hace semanas circula por los pasillos de esa dependencia con la renuncia firmada en el bolsillo.

De lado empresario se sigue remarcando la necesidad de tener un ministerio de economía con juego propio. Aunque para lograr esa aspiración, Néstor Kirchner debería aceptar apartarse de lo que hizo hasta ahora: ser el ministro de economía real.

Dado que nadie supone que alguien ajeno al Gobierno acepte el cargo, en el sector privado se mira cada vez con más atención hacia el Banco Central. Su presidente, Martín Redrado, es visto como una figura que podría reunir dos cualidades. Cambiaría rápidamente el perfil de un ministerio que desde la salida de Roberto Lavagna perdió todo peso específico en las decisiones de política económica.

Otra: se considera a Redrado como un interlocutor válido para recibir los reclamos del sector productivo. Por cierto las relaciones entre, por ejemplo, la UIA y Redrado hoy no son fluidas ni muy cordiales. Los recientes reclamos de una mejora del tipo de cambio fueron sistemáticamente rechazados por el Banco Central.

Por su parte, en Economía dicen que nadie habló con el ministro Fernández para pedirle la renuncia u ofrecerle otro cargo. Allí se dice que en verdad lo que se negocia es abrir espacios en subsecretarías (pero sobre todo del lado de Planificación, donde reina Julio De Vido) para recibir a futuros funcionarios que surjan de las conversaciones de "gobernabilidad" que mantenga Néstor Kirchner con los mandatarios provinciales, que ya están pidiendo espacio en lugares donde se deciden cosas importantes.

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