Fernando Alonso
A medida que avance las definiciones sobre los candidatos presidenciales para 2011, se irán también conociendo quiénes integrarán los equipos de gobierno, aunque desde ahora se puede hacer una aproximación de los mejores posicionados para ocupar el sillón principal del Palacio de Hacienda, el ubicado en el quinto piso y reservado para el Ministerio de Economía.
La definición de los equipos económicos puede llegar a tener incidencia en la voluntad del electorado, como sucedió en 2003, cuando Néstor Kirchner tuvo que garantizar que mantendría de ministro a Roberto Lavagna, heredado de la gestión de Eduardo Duhalde. Ahora, si Néstor decide competir en 2011 para volver a la primera magistratura, es casi seguro que herede a Amado Boudou, el ministro de Economía de su esposa Cristina Fernández.
Kirchner tiene de todas maneras algunas opciones más, como la actual presidenta del Banco Nación, Mercedes Marcó del Pont, que “heredó” algunas de las ideas desarrollistas de su tío Rogelio Frigerio y puede ubicarse ahora como el progresismo dentro de un kirchnerismo más ortodoxo en lo económico. Un tercer candidato puede ser Roberto Feletti, el actual viceministro de Economía.
La mayoría de los analistas políticos esperan un triunfo opositor en las presidenciables y eso obliga a analizar los posibles ministros de economía entre los candidatos ya lanzados o mejor posicionados. Y lo que surge como gran revelación es que hay destacados nombres que podrían llegar al Palacio de Hacienda tanto en un eventual gobierno del radicalismo como del peronismo disidente, como expresión de una coincidencia básica en lineamientos económicos asociados con el modelo de desarrollo del país.
El primero, con peso específico propio, es Lavagna, que estuvo en el gobierno de Duhalde, rompió con el kirchnerismo, fue candidato presidencial de los radicales en 2007, se encuentra actualmente trabajando en el PJ disidente, pero podría representar una opción para cualquiera de las alternativas de oposición. Su gestión económica frente a la crisis del 2002 lo pone en el centro del escenario a la hora de evaluar futuros ministros.
En este espacio político de radicales (y radicales cobistas), socialistas, PJ disidente también surgen con elevadas probabilidades dos mendocinos Raúl Baglini y Laura Montero.
Baglini, senador por Mendoza, tiene un perfil más político y con amplia experiencia en negociación parlamentaria que podría proyectarlo como jefe de Gabinete de un eventual gobierno de Julio Cobos.
En un escenario de Cobos asumiendo la presidencia, la ingeniera Laura Montero, que fue ministra de Economía de Cobos en Mendoza, surge como una alternativa natural, en un esquema de confiar la economía a una figura de estrecha confianza del actual vicepresidente. Pero la también senadora, juega también como aspirante a la gobernación de Mendoza en el 2011.
Otro ministeriable es el ex ministro y secretario de Industria, Miguel Peirano, expresa una visión productiva de la economía. Distanciado de la administración K y crítico la resolución 125, tiene un fuerte apoyo de los sectores productivos y el reconocimiento político por su distanciamiento del Ministerio de Economía en el 2007. También logra el apoyo de los sectores gremiales vinculados a la industria y el agro. La semana pasada, asumió al frente del Instituto de Desarrollo Económico y Social, una experiencia inédita cofinanciada por industriales metalúrgicos y el sindicato UOM dedicada a pensa políticas y propuestas de cara al futuro económico.
En la lista de candidatos también se anotan Javier González Fraga, de estrecha relación con el ex presidente Eduardo Duhalde y que viene trabajando en el Movimiento Productivo.
Aunque discuten un mismo espacio político, si Elisa Carrió llega a la presidencia las opciones para Economía seguramente serían distintas y ahí la figura de Alfonso Prat Gay tendría un fuerte relieve. El ex presidente del Banco Central goza del reconocimiento internacional y acredita una positiva gestión en su paso por la entidad monetaria.
El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, generó un espacio común con Francisco de Narváez y el peronismo disidente, pero posiblemente tenga las mayores opciones para el Palacio de Hacienda, empezando por Carlos Melconian, quien ya fuera candidato a diputado por el espacio Unión Pro y que es consultado habitualmente por el jefe de la ciudad. De todos modos, también Mario Blejer y Federico Sturzeneger ocuparían la mayor consideración de Macri.
El tablero se completa con la importante figura del actual presidente del Banco Central, Martín Redrado, cuyo mandato al frente del Banco Central vence en septiembre del 2010 y cuyas decisiones futuras tendrán influencia en su posicionamiento político.
Las dudas sobre el eventual candidato del PJ disidente abren el abanico de alternativas, pero un triunfo de De Narváez o de Reutemann profundizan aún más la incógnita sobre los referentes económicos. El hermetismo de Reutemann dificulta los pronósticos y el trabajo con equipos técnicos que ha venido realizando De Narváez no permite anticipar quien sería su ministro de Economía si accediese a la presidencia en el 2011.
Es probable que el ministro de Economía del próximo presidente esté entre los nombrados. Lo que es seguro, que todos ellos tienen reservado un rol destacado en la definición del modelo económico argentino de la próxima década.
