Pescarmona obtiene un crédito de u$s 468 millones y realiza 10 parques eólicos en Brasil
El titular de IMPSA obtuvo un préstamo de la brasileña Caixa Económica Federal para los desarrollos que se realizarán en Bom Jardin y Agua Doce, Santa Catarina
ANDRÉS SANGUINETTI
Enrique Pescarmona sigue apostando al desarrollo de los molinos de viento para expandir los negocios de su holding. Y lo hace de la mano de un fuerte proceso de apoyo financiero que el empresario recibe del gobierno de Brasil para profundizar en ese país el desarrollo de este tipo de emprendimientos que reivindican a la energía eólica como la fuente energética que mayor desarrollo tendrá en las próximas décadas.
Justo cuando el mundo discutía –la semana pasada– en Copenhague los riesgos del cambio climático, el dueño de IMPSA conseguía que la Caixa Económica Federal (CEF), una entidad oficial de Brasil, le otorgara un préstamo por u$s 468 millones para seguir instalando molinos de viento en el mayor mercado del Mercosur.
El dinero obtenido será destinado por la compañía para el desarrollo de 10 parques eólicos en las ciudades de Bom Jardin y Agua Doce, en el estado de Santa Catarina, que entrarán en operaciones en 2010.
Se trata del segundo emprendimiento de estas características que Pescarmona encara en Brasil. Y la elección no es casual ya que considera que es en la nación que preside Lula Da Silva y no en la Argentina, donde están dadas las condiciones de regulación, financiamiento y ayuda estatal para hacer de la energía renovable un negocio rentable.
Negocios en la región
En la Argentina, si bien dice tener confianza en el país, los proyectos avanzan de manera más lenta. Ya fabricó y vendió un molino de viento para un proyecto que Enarsa gerencia en Comodoro Rivadavia; otros 12 molinos fueron vendidos a La Rioja. Asimismo, la empresa fue una de las veintidós empresas presentaron el pasado 15 de diciembre ofertas para la realización de 49 proyectos de generación de energía mediante recursos renovables impulsadas por el programa Genren, activado por el Gobierno local para desarrollar en las de Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Chubut, Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe.
Pero es lejos de su Mendoza natal, y mucho más de los vientos patagónicos que empezó a explotar como una primera experiencia piloto, donde el grupo local apuesta a un negocio integral y de largo plazo, que va más allá del desarrollo y montaje de los “molinos” generadores de energía.
En el caso de Brasil, el primer parque eólico abierto por el empresario mendocino en el vecino país fue en el Estado de Ceará. Se trata de 19 molinos de viento, en el emprendimiento bautizado como “Praias de Parajuru”, que aportará al sistema 200 MW de energía y que costó u$s 260 millones también aportados por la CEF.
Pero Pescarmona pretende seguir construyendo y apostando a los parques eólicos en todo Brasil, por lo que sigue digramando el proyecto que involucra inversiones por más de u$s 1.000 millones para los próximos años. Asimismo, además de Brasil, el titular de IMPSA está en pleno proceso de exportar su modelo de parques de generación de energía a través de molinos de viento a otros países de la región como Venezuela, Colombia y Chile. En Venezuela, firmó una carta de intención con la petrolera estatal PDVSA para desarrollar parques eólicos. En Colombia ya mantuvo una reunión con el presidente Álvaro Uribe para estudiar negocios conjuntos. Y lo mismo busca hacer en Chile. También posee inversiones del mismo estilo en Asia, donde ya posee varios negocios en Malasia y Vietnam, por ejemplo.
