Así como ya se habla de la posibilidad de una integración eléctrica entre los países que conforman la Comunidad Andina de Naciones (CAN), los planes en esta área van más allá de esas fronteras y ahora también toda América Latina y el Caribe adelantan otros proyectos que podrían llevar estas regiones a compartir recursos para satisfacer aún más sus necesidades energéticas.
Según los cálculos, estos propósitos se estarían materializando en los próximos diez años, según los acuerdos a que lleguen los gobiernos de estos países.
“Pienso que para esa época tendremos una configuración muy diferente a la que gozamos actualmente y todo dependerá del consenso político que exista en las diferentes subregiones para alcanzar este objetivo”, dice Victorio Oxilia, secretario Ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade).
Este es el análisis inicial sobre el estudio que adelanta esta entidad, con el apoyo de consultores especializados, para identificar soluciones a barreras en lo normativo, técnico, comercial y económico.
Los resultados preliminares del estudio serán presentados y discutidos mañana 12 de julio, en la sede de la Olade, en Quito (Ecuador).
LÍMITES PARA SUPERAR
En el caso de la subregión Andina, la preocupación notable es la normativa que tiene la CAN, para permitir que Chile pueda hacer parte de su integración eléctrica, debido a que no es miembro de la Comunidad.
Lo bueno es que ante el altísimo potencial hidroeléctrico que tiene la región, existe la posibilidad de exportar a Centroamérica los excedentes de electricidad, a través de la interconexión con Panamá.
En el caso de Mercosur, más Bolivia y Chile, aunque hay una gran cantidad de energía eléctrica para poner en macha con proyectos nacionales y binacionales, hay dificultades para que pueda circular, por trabas legislativas del Cono Sur; y para resolverlas es necesario llegar a tratados de alto nivel.
Además, en esta región hay la posibilidad de una circulación de gas natural y la idea es expandir su transporte.
En América Central y México se contempla el fortalecimiento del sistema entre México y Guatemala, e iniciar la integración de la red eléctrica mexicana con la de Centroamérica, a través del Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (Siepac), conformado por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Con respecto al Caribe, Petrocaribe busca proveer petróleo a un costo económico, beneficiando a estas islas.
COLOMBIA PROPONE SOLUCIONES
A través de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), Colombia ha propuesto eventuales soluciones a las barreras para que se dé la integración energética en los países miembros de la Olade.
“Se debe buscar una armonización regulatoria que permita llegar a que el precio que se forme para los intercambios internacionales, sea uniforme”, dice Oscar Imitola, director General la Upme.
Igualmente, es necesario agilizar el aspecto de tiempos y cronogramas porque, en muchas ocasiones, “nos hemos quedado estudiando demasiado los temas y esto hace que la ejecución de los proyectos se alargue mucho”, enfatiza.
A nivel técnico es indispensable reforzar las redes eléctricas hacia las zonas de frontera.
Del mismo modo, se debe analizar profundamente qué es lo que quieren los países con sus proyectos energéticos: intercambios bilaterales o regionales.