PRIVATIZADAS: MÁS PODER PARA DE VIDO
Clarín, Buenos Aires
El relevo de Roberto Lavagna y el desembarco de Felisa Miceli en el Palacio de Hacienda le permitirán al ministro de Planificación, Julio De Vido, acaparar la cuota de poder que le faltaba para convertirse en el principal y único interlocutor del Gobierno ante las empresas privatizadas.
El avance que la cartera de Planificación comenzó a concretar desde principios de año en las negociaciones con las operadoras de los servicios públicos no sólo quedaría a partir de ahora ratificado, sino que además se podría ampliar a las cuestiones "extra renegociación" que aún continuaba manejando el área de Economía.
La mayoría de los representantes de las compañías privatizadas coincidieron en señalar que tras el cambio de Gabinete se planteará un escenario donde la nueva ministra de Economía no tendrá injerencias en la normalización de los contratos porque todas las herramientas y facultades para renegociar quedarán bajo la órbita de Julio De Vido.
Junto con la mayor concentración de poder para tratar con las privatizadas, tanto en las empresas como en la segunda línea de Economía esperan una embestida de los hombres de De Vido para quedarse con el manejo de tres resortes significativos que controlaba Lavagna y que tienen directa relación con los servicios públicos:
• La negociación de las líneas de créditos con los organismos internacionales —como el BID, el Banco Mundial— que se destinarán a obras de infraestructura y expansión de los servicios.
• El control de la Unidad de Coordinación de Fideicomisos de Infraestructura (UCOFIN), la dependencia que administra los fondos que se alimentan con las tasas específicas que recaen sobre gasoil, las naftas y el GNC. Se trata del Sistema de Infraestructura del Transporte y del Fondo Hídrico, que movilizan por año cerca de $ 2.300 millones.
• El nombramiento de los directores en las conducciones de las compañías privatizadas donde el Estado aún conservaba parte de los paquetes accionarios.
Por el lado de la UNIREN (la Unidad Renegociadora de los Contratos con las Privatizadas), se espera un "blanqueo" de la situación que se venía registrando en los últimos meses. Si bien el decreto de creación de ese organismo establece que la conducción debe ser compartida entre los titulares de Economía y Planificación, en la práctica casi todas las decisiones que afloraron desde principios de año fueron impulsadas por los hombres de De Vido.
El ministro de Planificación tendrá la oportunidad de estrenar su traje de "principal renegociador con las privatizadas" ante los empresarios e inversores de Estados Unidos. La semana próxima viajará con sus principales colaboradores a Washington y Nueva York para disertar en un evento del Concejo de las Américas y mantener reuniones con funcionarios del BID y el Banco Mundial.
A su regreso deberá resolver qué camino adopta para prorrogar el marco legal de las renegociaciones que expira a fin de año. Si bien el Gobierno puede solicitar una ampliación al Congreso, lo más probable es que el Ejecutivo estire el plazo de las renegociaciones por seis meses por medio de un decreto de necesidad y urgencia.
Hasta ahora, la única renegociación que se encuentra vigente es la correspondiente a la eléctrica Edelap. En distintas instancias y sin fecha cierta de aprobación quedan pendientes otros 45 contratos que dispararán subas del 15% promedio en los peajes de las autopistas y ajustes tarifarios del 7% al 31% en el resto de los servicios para los comercios e industrias.
Antonio Rossi.