por: Pablo Novillo
Un gigantesco incendio en un edificio de Lavalle AL 2200, entre Uriburu y Pasteur, en pleno Once, generó ayer tensión porque se temió por un posible derrumbe, que anoche todavía no era una posibilidad descartada por los bomberos que trabajaban en el lugar. La medianera del depósito que ardió da al vacío y linda con un local de venta de cotillón, que no tiene edificación encima y un garage descubierto.

El local afectado -que figura bajo la firma Show Party S.R.L.- tenía habilitados para el comercio la planta baja y el primer piso, informó a la agencia Télam la Agencia de Control Gubernamental del Gobierno porteño. Sin embargo, las autoridades no pudieron precisar si en el cuarto piso -donde se originó el fuego- funcionaba un depósito.

Hubo decenas de evacuados en la zona, además de grandes problemas en el tránsito. Una densa columna de humo negro, visible desde distintos barrios de la Ciudad, comenzó a salir del edificio poco después de las 15, cuando comenzó el incendio, que todavía era combatido por los bomberos después de la medianoche. A pesar de ello, varias horas antes los bomberos habían afirmado que el fuego estaba "circunscripto".

En lugares tan distantes como Palermo y el Puente Pueyrredón pudo observarse la columna de humo durante la tarde. Incluso los olores llegaron a algunos puntos de la Ciudad, mientras se complicaba el tránsito en la avenida Corrientes -que es paralela a Lavalle, a sólo una cuadra- a la hora del regreso a casa. El tránsito fue interrumpido en el perímetro delimitado por Lavalle, Callao, Tucumán y Larrea.

La situación generó una gran movilización de los organismos de emergencias. Llegaron al lugar 12 dotaciones de bomberos, con unos 100 agentes, otros tantos policías y los organismos de emergencias del Gobierno de la Ciudad. Hacia las 21, el director de la Guardia de Auxilio, Claudio Pascali, dijo que "aunque hay rajaduras en una de las medianeras, por ahora no hay peligro de derrumbe. De todas maneras, estamos evaluando la situación minuto a minuto".

Pascali intentaba poner tranquilidad, ya que antes de las 19 el subcomisario de bomberos Roberto Corsaro había afirmado que el incendio era "importante", que los bomberos estaban en riesgo y que había peligro de derrumbe de la pared lindera que da al vacío.

El director del SAME, Alberto Crescenti, también presente en el lugar, aseguró que se declaró la "alerta roja" en 13 hospitales generales y dos pediátricos de la Ciudad. Sin embargo, sólo hubo ocho personas con principios de asfixia, debido al humo: siete adultos, que fueron atendidos en el lugar, y un chico de 3 años, que fue trasladado al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.

El fuego se originó en el cuarto piso, donde funcionaba el depósito de un local de artículos de cotillón que está en la base del edificio de Lavalle 2257. El fuego se extendió rápidamente por tratarse de elementos inflamables como aerosoles de espuma, disfraces de carnaval y productos fabricados con telgopor y papel.

Lindero con el edificio, hacia la esquina de Pasteur, hay una juguetería. Esa pared fue la que estaba en riesgo. Al lado de la juguetería hay un garage, cuyos autos fueron retirados, por precaución. Al lado otro lado, yendo hacia Uriburu, hay un edificio que fue evacuado totalmente. En total, unas 60 personas dejaron sus hogares. Hasta el lugar llegó personal del programa estatal Buenos Aires Presente (BAP), para asistir a quienes no tienen adónde ir.

Anoche los bomberos seguían trabajando desde las terrazas de los edificios vecinos y desde grúas, mientras el humo salía por las rajaduras de las paredes.