El crédito sigue aletargado: la oferta es poca y no hay ánimo de endeudarse
El Cronista, Buenos Aires
FLORENCIA DONOVAN
Las buenas intenciones no siempre son suficientes. Así parece estar sucediéndole al Gobierno. En un momento en que la crisis internacional hace estragos con el financiamiento para la economía real, la administración de Cristina Kirchner lanzó a fines de 2008 un plan para incentivar a través de la ANSeS el crédito al sector privado. Sin embargo, los datos demuestran que por ahora su iniciativa tuvo un efecto nulo. De hecho, los préstamos al sector privado bajaron en enero por primera vez en cinco años.
“El plan anti-crisis del Gobierno está centrado en dos pilares, la obra pública y el subsidio al crédito privado. Los datos de evolución de los préstamos desde octubre muestran que hasta ahora esto último ha sido inefectivo para estimular la demanda”, reconoce Nicolás Bridger, economista de la consultora Prefinex. “Si bien no existen datos desagregados respecto a los consumos específicos estimulados por el Gobierno, el estancamiento de los créditos revela que aun en el caso de que haya sido efectivo ha sido a costa de otros créditos con lo cual el impacto agregado ha sido nulo”, sentencia el economista.
Según explica Juan O’Donnell, economista de Econviews, la inyección de liquidez por parte del Gobierno no se hace visible, porque los fondos que ofrece la ANSeS para que los bancos presten a tasas más bajas ya estaban en el sistema financiero, sólo que antes eran propiedad de las AFJP. “Simplemente lo que hizo el Gobierno fue reasignarlos, pero en algún lado esa plata ya estaba aplicada”, asevera el analista.
El stock de préstamos al sector privado descendió en enero 0,2%, a $129.986 millones, la primera caída mensual desde el 2004. Prácticamente todas las líneas sufrieron las consecuencias de la menor demanda y de la política mucho más conservadora de los bancos a la hora de prestar. “La caída es mínima, pero no deja de ser un punto de inflexión”, opina O’Donnell.
Demanda dormida
Los analistas atribuyen la desaceleración del crédito no sólo a una oferta mucho más restringida por el lado de los bancos, que siguen cuidando celosamente su liquidez, sino que también advierten que la demanda está adormecida. Tanto que ni si quiera reacciona a una fuerte baja en la tasa de los créditos, como sucedió puntualmente con las líneas para empresas. El costo de un préstamo a 30 días para una empresa de primer nivel descendió casi 6 puntos porcentuales en un mes, desde el 28% al 22% anual.
“Los agentes económicos no quieran endeudarse dada la incertidumbre actual respecto a los ingresos futuros”, señala Bridger.
A este ritmo, los economistas advierten que será difícil poder acercarse este año a la estimación prevista del Banco Central, de un incremento del crédito al sector privado del 30% para todo el 2009. En Prefinex, por lo pronto, las proyecciones son bastante más conservadores: prevén un desarrollo de los préstamos del 13%, lo que implica una caída en términos reales, bajo el supuesto de una inflación que se ubicará este año en torno al 15% anual. Un poco más optimistas (no tanto como el BCRA), en Econviews, creen que el crédito privado crecerá entre el 15% y el 20% en 2009.
De acuerdo con un estudio del Banco Ciudad, para que se cumpla el pronóstico del BCRA, los depósitos totales deberían trepar más del 15% en el año (poco más de lo que subieron en 2008), y los bancos deberían reducir sus posiciones en pases y títulos del Central en $ 6.000 millones.