Es para hogares de clase media a los que les habían anunciado alzas de hasta 400%. El beneficio rige sólo entre mayo y agosto. Las boletas con las subas ya hubiesen empezado a llegar este mismo mes.
Con la mira puesta en las elecciones y con fin de evitar los reclamos de los usuarios por los fuertes aumentos que iban a recibir en las boletas de las próximas semanas, el Gobierno decidió excluir a casi un millón de hogares de clase media del alcance de la parte más álgida del último tarifazo aprobado para el gas.
La medida -que implica la suspensión transitoria del cargo tarifario destinado a cubrir las importaciones de gas- regirá sólo de mayo a agosto y en el caso de la región metropolitana -donde se concentra casi el 40 % del padrón nacional electoral- beneficiará a unos 500.000 clientes residenciales.
Con este alivio tarifario -que en el interior alcanzará a otras 500.000 familias-, el Gobierno vuelve otra vez sobre los pasos dados a fines de 2008, cuando había aprobado un esquema diferencial de aumentos de hasta el 400% para los clientes residenciales.
Ante las primeras quejas que afloraron en el interior del país, a fines de abril el Ministerio de Planificación ya había modificado los límites de consumo a partir de los cuales debían aplicarse los cargos tarifarios en la Patagonia, la región cuyana, La Pampa y el interior de Buenos Aires.
El nuevo anuncio que atenúa los aumentos fue efectuado ayer en la Casa Rosada por el ministro de Planificación, Julio De Vido, quien sostuvo que ahora el universo de usuarios que no pagarán el cargo tarifario llega en todo el país a 5,4 millones de hogares.
Según explicó De Vido, durante el invierno los únicos que deberán afrontar el tarifazo del año pasado serán los clientes residenciales que tienen los consumos más altos y que totalizan 1,2 millón de hogares. Este segmento -de acuerdo con los datos oficiales- representa el 18% de las familias del país que consumen el 41% de la demanda total de gas del sector residencial.
A la hora de justificar la medida que tiene un claro tinte electoralista, De Vido explicó que fue posible por la baja que registraron los precios de importación del gas natural que proviene de Bolivia y del GNL que arriba por barcos a Bahía Blanca.
Con los nuevos valores del gas importado, la recaudación que se necesita obtener por el cargo tarifario bajaría en unos $ 200 millones anuales respecto a los cálculos que se habían hecho a fines de 2008.
Ante esta situación, el Gobierno resolvió ahora ampliar la cantidad de usuarios que, temporariamente, no tendrán que abonar la suba derivada del recargo tarifario.
En la Capital Federal, el Gran Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos el nuevo "umbral de consumo" a partir del cual regirá el cargo extra pasó de 1.000 a 1.500 metros cúbicos anuales.
En el caso, por ejemplo, de Mendoza, San Juan y San Luis, el nivel de consumo para la aplicación del cargo tarifario se amplió de 1.400 a 2.051 m3, mientras que en La Pampa pasó de 1.900 a 2.750.
Por su parte en Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Neuquén y Tierra del Fuego los "pisos" que eran de 3.250 a 10.150 m3 anuales ahora saltaron a valores que van de 4.700 a 14.600 m3 anuales.
El polémico cargo tarifario que el ahora Gobierno decidió atemperar había entrado en escena en noviembre del año pasado.
En ese momento, las autoridades nacionales autorizaron un aumento que incluyó dos elementos clave. Por un lado, una actualización del precio del gas en boca de pozo que fue a mejorar los ingresos de los productores. ,Y por otro lado, el cargo tarifario extra que quedó en manos de De Vido.
La combinación de ambos componentes representó en las facturas una franja de aumentos que, según los niveles de consumo, osciló entre el 70% y el 400%.
Si bien hasta setiembre no tendrán que afrontar el cargo tarifario, los hogares que ahora han sido beneficiados por el Gobierno igual tendrán que cuidar sus consumos porque siguen vigentes los dos aumentos del gas de fines de 2008 y los castigos del PURE.
Para los medianos consumos, la incidencia de esos factores implicará que a igual cantidad de metros cúbicos en este invierno deberán pagar, pese al anuncio oficial, hasta un 100% promedio más que los meses de frío del año pasado.
Quedarán exentos, entre el 1° de mayo y el 31 de agosto, del cargo tarifario creado el año pasado.
Por segunda vez en un mes y medio, y en plena campaña electoral, el Gobierno decidió excluir a más hogares de uno de los fuertes aumentos tarifarios aplicados a fines del año pasado al servicio de gas natural. Un millón de usuarios residenciales de todo el país dejarán de pagar, temporalmente, el polémico cargo tarifario creado en noviembre para solventar las importaciones de gas.
Ese adicional, que la Defensoría del Pueblo de la Nación calificó de "arbitrario e ilegal", es una de las razones principales de las alzas que registraron las últimas facturas de gas, que en los hogares de mayor consumo llegaron a cuadruplicarse. Una resolución del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), que se publicará hoy en el Boletín Oficial, modificará el piso a partir del que un hogar debe pagar ese cargo. En el área metropolitana, esa marca se elevará hasta los 1500 metros cúbicos anuales (ver infografía).
El anuncio fue realizado por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, ayer, en una conferencia en la Casa Rosada, luego de una reunión con la presidenta Cristina Kirchner. Estuvo acompañado por el secretario de Energía, Daniel Cameron, entre otros colaboradores.
Ni el freno en la demanda de gas, o los pronósticos que hablan de temperaturas benévolas para los próximos meses (a diferencia del crudo invierno de 2007), dos factores que podrían aliviar la escasez local de gas y, por ende, sus importaciones, influyeron en la decisión. O sí lo hicieron, De Vido no lo mencionó. La razón que esgrimió el ministro fue la caída de los precios internacionales del gas y del petróleo. Al implementarse la medida, en noviembre, señaló el funcionario, el barril de petróleo estaba a 90 dólares. Ahora está en 60. Y el costo del gas licuado de petróleo, que se inyecta a la red de gas desde un buque anclado en el puerto bonaerense de Ingeniero White, bajó un 35%, según De Vido.
Esta baja en los precios, al aliviar los pagos que el Gobierno debe realizar para paliar el déficit energético local, disparó la decisión. Con el esquema vigente hasta ayer, el Estado hubiera recaudado $ 200 millones anuales más por medio del cargo tarifario.
La de ayer es la segunda modificación que sufre ese concepto en 45 días. La primera se concretó a fines de abril: se excluyó a 330.000 clientes del interior de la provincia de Buenos Aires y de las provincias de Mendoza, San Juan, San Luis, La Pampa, Tierra del Fuego, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Neuquén. Ahora el Gobierno decidió llegar a todo el país.
Con el nuevo esquema, el cargo alcanza a 1,2 millones de hogares, mientras que otros 5,4 millones quedan excluidos. Así, el 82% de los hogares que reciben gas natural por red, que representan el 59% del consumo residencial de la Argentina, no pagarán el cargo durante la mayor parte del invierno, según los datos difundidos por Planificación. La modificación, retroactiva al 1° de mayo, regirá hasta el 31 de agosto. "Es la temporada más cruda del invierno", explicó De Vido.
Al ser consultado acerca de cuándo se terminarán de aplicar las subas previstas para el gas (resta implementar un aumento destinado a mejorar los ingresos de algunas distribuidoras), De Vido dijo: "No tenemos fecha. Estamos analizando la situación en forma permanente, haciendo la evaluación para ver si es necesario", indicó.
El ministro sí se explayó sobre la polémica que generó la prohibición a Edesur para repartir dividendos entre sus accionistas, y la forma en la que la prensa encaró el tema.
Descongelamiento
Agobiado por el peso de los subsidios, el Gobierno descongeló a fines de 2008 las tarifas de luz y gas. Los aumentos aplicados fueron progresivos: el incremento fue más alto para los consumos más altos. Los consumos más bajos, en ambos casos, no fueron alcanzados. Para los hogares de mayor consumo, las facturas de gas llegaron a cuadruplicarse, y las de luz, a quintuplicarse.
El descongelamiento provocó fuertes protestas de los consumidores y presentaciones a la Justicia de la Defensoría del Pueblo de la Nación, por entonces a cargo del ahora candidato a diputado nacional Eduardo Mondino. Para la Defensoría se trata de un impuesto y no de un cargo.
Es, por lo tanto, inconstitucional, ya que al ser un impuesto debería haber sido implementado por el Congreso, y no por el Poder Ejecutivo. La Justicia autorizó la aplicación del cargo, pero todavía no se explayó sobre su constitucionalidad.
Idas y venidas
Descongelamiento. A fines del año pasado, en septiembre y en noviembre, el Gobierno anunció aumentos en las tarifas de luz y gas para los hogares residenciales. En el caso del gas, se creó un cargo tarifario para solventar las importaciones.
Progresividad. Las subas tarifarias fueron mayores para los hogares de consumos más altos. El cargo tarifario se aplicó en el área metropolitana sólo para los clientes que consumían más de 1000 metros cúbicos anuales.
Protestas. Los fuertes aumentos tarifarios generaron un gran malestar en los usuarios. La Defensoría del Pueblo de la Nación presentó una demanda en la Justicia para frenar los incrementos. Pidió también que el cargo sea declarado inconstitucional.
Modificaciones. Los cambios de ayer se suman a los implementados en abril último, cuando se excluyó a 330.000 hogares. Esa reforma no había alcanzado al área metropolitana.
Subas vigentes. La exclusión del cargo tarifario no implica que las facturas de gas no registren aumentos. El Gobierno aplicó tres subas en la factura: una destinada a subsidiar el precio de la garrafa social, otra para financiar un aumento del precio de gas en boca de pozo (el que cobran las petroleras) para alentar inversiones y el cargo tarifario, que afectará ahora a menos clientes.
Aumentos pendientes. Las alzas anunciadas no han terminado de aplicarse aún. El Gobierno debe autorizar un incremento en las tarifas para mejorar el margen de algunas empresas distribuidoras que aún no han recibido ninguna suba, como Metrogas, que abastece el área metropolitana.