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Minería
(Opinión): "MINERÍA, PILAR DE NUESTRO DESARROLLO"
22/03/2010

"Minería, pilar de nuestro desarrollo"

La Tercera
Por  Diego Hernández, Presidente de la división Metales Base de BHP.

Chile es un país minero en las estadísticas, pero la minería se ve distante cuando los que la miran son los formadores de opinión que siempre han estado en la capital. En la época del salitre hubo grandes empresarios mineros nacionales y muchas compañías operando en Chile o en países vecinos, que cotizaban sus papeles en la Bolsa de Santiago o en la de Valparaíso. Estas no sólo se dedicaban al salitre, sino también al cobre, al guano, la plata y el carbón.

Después de la Gran Depresión, el empresariado nacional no volvió a dedicarse a la actividad minera y sólo en los últimos años hemos visto algunos muy buenos ejemplos, que aunque no son muchos, sí son muy exitosos y marcan la huella para los emprendedores de hoy y mañana.

En el siglo pasado la sobre dependencia de la inversión extranjera creó una compleja relación entre la política y las empresas cupríferas, escenario que finalmente desembocó en la nacionalización. A mi juicio, los principales motivos de desacuerdo reflejaban la incapacidad local de poder competir en esa actividad.

Las frustraciones eran principalmente de tres órdenes: 1) la falta de capitales para invertir; 2) la desconfianza en la transparencia de los mercados y del precio; y 3) la falta de confianza en la capacidad técnica y de gestión de nuestros profesionales para manejar faenas de esa magnitud y falta de oportunidades para ellos de demostrarlo. De esa manera, desgraciadamente, la única expectativa e interés de la clase política en relación con la minería terminaron siendo los tributos y no la actividad minera propiamente tal, con todos sus alcances y potenciales.

Con este enfoque, finalmente se puso a nuestra actividad en una camisa de fuerza que no benefició a nadie. Sin embargo ahora, al cabo de 30 años, estamos seguros de que esas tres frustraciones ya están superadas.

Lo que sí está pendiente es un mayor desarrollo de la mediana minería, que aumente el número de empresarios locales presentes en nuestra actividad. Esto también se ve hoy más cercano. Los analistas y quienes estamos en el mercado del cobre vemos con optimismo el futuro, pues sabemos que China, India y los otros países que, inevitablemente, continuarán por la senda del desarrollo, seguirán demandando materia prima.

Ello, en un escenario en que las leyes de todas las minas de cobre en el mundo van decreciendo y en que existe cierta sequía de nuevos megaproyectos, lo que hace que yacimientos de mediana minería, que antes no eran económicos, ahora -con tesón e ingenio- sí lo sean. Lo anterior permite que la mediana minería vuelva a ser atractiva, y presenta buenas oportunidades para los inversionistas locales que estén dispuestos a asumir riesgos.

Debemos ser optimistas en cuanto al futuro de nuestra actividad minera y creo que si sabemos aprovechar las oportunidades de la minería y su cluster, nuestro sector podrá contribuir aún más notablemente al desarrollo económico y social, y a la regionalización del país. Porque no lo hará solamente a través de los tributos, inversiones, producción y exportaciones de minerales, sino también a través del cluster de producción de bienes y servicios de clase mundial para la minería, y, especialmente, gracias a la calidad y formación de sus profesionales y trabajadores.

Creo que esta es la forma de capitalizar los efectos multiplicadores de una actividad que nos distingue a nivel global. Con ello, los mineros podremos aspirar a dejar atrás el paradigma de ser el "sueldo de Chile" -tan instalado en el inconsciente colectivo- para pasar a ser apreciados como un gran "pilar de nuestro desarrollo".

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