Intervino Moreno y se complicó la negociación con el campo
El Cronista, Buenos Aires
Por orden de Comercio, no se puede exportar carne y no se abre el registro del trigo. Para los productores, es una provocación. Los anuncios siguen sin instrumentarse
PAULA LÓPEZ
La tregua entre el Gobierno y el campo volvió a enturbiarse ayer con la reaparición en la escena del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Primero presionó y amenazó a frigoríficos exportadores con mantener cerradas por tiempo indeterminado las exportaciones de carne vacuna si no bajan los precios de los cortes populares en las góndolas hasta el nivel previsto en el acuerdo sectorial del 7 de marzo (ver pág. 23)
La nueva arremetida de Moreno imposibilitó, junto con la decisión política de aguardar el discurso de la presidenta Cristina Fernández en Tucumán (ver pág. 9), en el cual volvió a cuestionar a los dirigentes rurales, el desarrollo de la pactada mesa técnica para discutir soluciones en materia de ganados y de carnes, comentaron los ruralistas. Ese encuentro quedó para hoy, a partir de las 10.
Pero el mayor impacto llegó por la noche, cuando de manera sorpresiva para los técnicos de las entidades rurales se sumó a la reunión por granos que el secretario de Agricultura, Javier de Urquiza, y su jefe de Gabinete de Asesores, Carlos Milicevic mantenían en la sede de la Sagpya. “¿Qué quieren precio lleno?, lo tienen”, fue una de las primeras frases que soltó el funcionario en ese encuentro, que de técnico sólo tuvo el nombre porque transcurrió más que nada en discusiones de tipo político y de fijación de una agenda de trabajo, comentaron referentes sectoriales que participaron de la reunión.
Eso porque ni De Urquiza, ni Milicevic, ni Moreno les explicaron lo que más les interesa por estas horas a las entidades: cómo se implementarán las promesas. “Los anuncios se siguen acumulando pero nunca se discute la letra chica”, razonó un dirigente.
El encuentro en Agricultura se extendió por menos de 2 horas, en medio de la desconfianza y luego de que la comisión de enlace conformada por Sociedad Rural, Confederaciones Rurales, Coninagro y Federación Agraria denunciara, sin mencionarlo pero en clara alusión a Moreno, “presiones y amenazas en una inequívoca maniobra tendiente a embarrar la cancha y hacer fracasar las gestiones de buena voluntad iniciadas por la Presidenta (Cristina Fernández) y las entidades”.
En la reunión no se trató otro tema que el objetivo de que los productores trigueros obtengan el precio lleno por su grano, una promesa que el Gobierno hizo en al menos tres oportunidades, desde que se intervino el mercado triguero para controlar los precios de la harina, el pan y otros productos de la canasta básica. Las entidades entregaron a los funcionarios una propuesta consensuada para “darle previsibilidad al productor”. En ella se contempla que los molinos harineros se comprometan a realizar operaciones a través de los mercados a término, con lo cual se sabría de manera precisa la demanda disponible y en los meses venidores, con lo cual las compensaciones oficiales serían de más fácil distribución. De Urquiza, Moreno y sus colaboradores recibieron la iniciativa y, luego de que el secretario de Comercio aclarara que el saldo exportable de la actual campaña es menos de la mitad de lo que la exportación preveía exportar (entre 1,5 millón y 2 millones de toneladas), prometieron que esta tarde, o a más tardar mañana, tendrán una contestación a esa propuesta.
La resolución del primer asunto en cuanto al trigo es crucial para que la mesa de granos avance en las definiciones que el campo espera sobre los otros cultivos y en especial sobre retenciones móviles. Se buscará cuanto antes tener idea de cómo modificar el sistema de retenciones móviles, sobre todo después de que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, hizo gestos en favor de remediar algunos errores técnicos de la resolución 125, en alusión a la posible fijación de un techo a la movilidad y una banda de fluctuación que permita operar a los mercados a término. También aguardan precisiones sobre los reintegros a los pequeños y medianos productores, ampliación de ese universo y cómo serán los subsidios a los fletes para los productores alejados de los puertos.
Se vuelve a enrarecer el pleito con el campo
Ámbito Financiero, Buenos Aires
• Reaparece Moreno y anuncia: no se exportará carne hasta que baje el precio a valor de marzo.
• Inician campaña para denunciar como evasores a productores pequeños del tipo De Angeli.
Por: Pablo Domini
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, sigue fiel a su estilo con el sector de la carne. Dejó claro ayer que las exportaciones no volverían a normalizarse hasta que el mercado interno no alcance los valores que el gobierno se comprometió a ofrecer por medio de la venta de 13 cortes populares. Además, el polémico funcionario lanzó amenazas sobre productores y consignatarios.
Por medio de límites en los registro de exportación (ROE) y trabas aduaneras, hace 15 días que los envíos de carne al exterior sufren un freno. Pero ayer, el mismo día en que el Ejecutivo y el campo iniciaron la ronda de reuniones técnicas, Moreno decidió ir más allá: llamó personalmente a los principales frigoríficos para informarles que no exportarán más hasta que bajen los precios locales.
La medida también llegó al Mercado de Hacienda de Liniers, en forma de presión a los consignatarios de ganado para que envíen más vacunos y bajen los precios.
Así lo denunciaron fuentes de los propios frigoríficos, en tanto que el «apriete» fue denunciado por la Comisión de Enlace que integran desde el inicio del actual conflicto la CRA, Coninagro, FAA y SRA. «Entre ayer y hoy, funcionarios relacionados con el comercio de ganados y carnes han vuelto a efectuar presiones y amenazas, en una inequívoca maniobra tendiente a 'embarrar la cancha', buscando el fracaso de las gestiones de buena voluntad iniciadas por la Presidente y las entidades», acusó el breve comunicado emitido por la tarde.
Las armas que Moreno tiene contra los exportadores son el control de los ROE (los emitela ONCCA), junto con las intrincadas y nuevas exigencias de la Dirección General de Aduanas. Se agregan las potenciales clausuras y la aplicación de la Ley de Abastecimiento.
Para el caso de los productores, la amenaza cae sobre las compensaciones que hoy perciben los establecimientos de engorde en feedlot.
Para ambos casos, el funcionario alza la espada del «combate a la evasión fiscal», acusando un alto nivel de operación en negro en la cadena de la carne.
El «mensaje» de Moreno llegó a destino temprano y obligó a suspender la «mesa técnica» que estaba prevista por la mañana. También existe la posibilidad de intentar generarun nuevo acuerdo de precios para reemplazar al firmado el 7 de marzo y que aún no pudo ser aplicado. Allí constaba una lista de 13 cortes populares, por la cual el asado y el vacío de ternera deberían valer $ 10 y $ 12,2, respectivamente. Hoy los valores no descienden de $ 15 y $ 16. Ayer Moreno tocó este tema en la reunión semanal que mantiene con las cámaras que reúnen a los frigoríficos, la Asociación de Carniceros, y las cámaras de supermercados y de autoservicios y supermercados chinos.
Existe además un conflictogremial dentro del sector de la carne, que ayer tuvo su primera jornada paritaria. Moreno también tomó injerencia en esta disputa, que paraliza a unas 13 plantas frigoríficas en todo el país, en medio de una conciliación obligatoria que no está siendo respetada. Se prometieron subsidios de $ 600 para los 60 mil trabajadores del sector, y también se incluirá a los avícolas.
El agro denunció presiones de Moreno
La Nación, Buenos Aires
En un intento de bajar el precio de la carne, el polémico secretario hizo duras advertencias a ganaderos y frigoríficos
Después de la serenidad que reinó en la reunión con la presidenta Cristina de Kirchner y del beso afectuoso en la mejilla con el que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, saludó a cada dirigente ruralista en el arranque del segundo encuentro, al campo le llegó el turno de los gritos del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Y lo de gritos no es una metáfora.
El polémico funcionario tuvo ayer un día agitado: un auténtico raid denunciado abiertamente por las cuatro entidades del campo, aunque sin mencionar a Moreno. "Han vuelvo a efectuar presiones y amenazas, en una inequívoca maniobra tendiente a «embarrar la cancha», buscando el fracaso de las gestiones de buena voluntad iniciadas por la Presidenta y las entidades", dijeron en un comunicado. A juicio de los ruralistas, la actitud de Moreno enrareció el clima de ardua negociación que mantienen las partes.
Las "presiones" de Moreno comenzaron por la mañana, cuando a las 11.30 visitó el Mercado de Liniers, donde requirió documentación, exigió el cumplimiento de los precios sugeridos extraoficialmente por su cartera y mantuvo una ríspida reunión con el presidente de la concesionaria del predio, Roberto Arancedo, al que le habría hecho advertencias sobre la continuidad de la principal plaza concentradora de ganado del país, según un consignatario.
Luego estuvo con el presidente de la Cámara de Engordadores de Hacienda a Corral ( feedlots ), Juan Carlos Eiras, y con otros empresarios del sector a los que, según voceros de esa cámara, les "bajó línea" sobre los precios a los que deben vender el ganado a los frigoríficos para que la carne llegue a los supermercados a los valores "indicados".
En la cadena de la carne, el eslabón que sigue es el de los frigoríficos. Y voceros de ese sector, que pidieron no ser identificados, dijeron que Moreno les había advertido que las exportaciones de carne permanecerán cerradas hasta que baje el precio al consumidor.
Las restricciones se materializarán por medio de las medidas administrativas de la Aduana y de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca), que seguiría regulando la entrega de los formularios de Registro de Operaciones de Exportación (ROE), documentos imprescindibles para concretar los embarques.
"Se me escapó"
Cuando el secretario de Comercio Interior ya había tachado la mayor parte de su lista de temas pendientes para el día de ayer, un dirigente ruralista llamó por teléfono a Alberto Fernández y le fue claro: "En estas condiciones no podemos negociar", le dijo. "Sí, tenés razón, se me escapó Moreno", le habría confesado el jefe de Gabinete, según allegados a las entidades rurales. De hecho, por la actividad del controvertido secretario, la reunión técnica sobre ganados y carne fue suspendida y pasó para hoy, a las 10.
A las 18.20, despejadas las dudas que motivaron el breve diálogo entre un ruralista y Fernández, se concretó el primer encuentro técnico entre el Gobierno y el campo en la Secretaría de Agricultura, al que también asistió Moreno. Aunque los ruralistas que participaron de esa primera negociación concreta prefirieron hablar de "la puesta en escena" y de "las formas pintorescas" del secretario, quienes estuvieron cerca de la puerta de entrada al salón oyeron gritos.
A los productores, el funcionario les dijo: "Yo les garantizo el precio lleno internacional [menos las retenciones y los gastos de comercialización] y lo van a cobrar al contado", habría dicho el funcionario. Como es habitual, el secretario Moreno no respondió a las consultas que LA NACION le dejó en su despacho y en el celular de su vocero.
Jorge Solmi, director de la Federación Agraria, que, como otros técnicos que participaron de la reunión, debió exhibir su DNI antes de ingresar en el salón, dijo: "Los productores tienen que sembrar trigo y para hacerlo tienen que saber qué condiciones van a tener. Mañana [por hoy], esperamos una respuesta en ese sentido".
"Para que funcione el mercado, aceptamos una retención móvil de hasta un máximo del 50%, pero si eliminan el precio tope por sobre el cual el Gobierno se queda actualmente con el 95%, que es lo que impide la operatoria en futuros y opciones", explicó Eduardo Ramos, de la Sociedad Rural. Las entidades también pidieron, entre otras cosas, subsidiar directamente a los molinos por la harina para el consumo doméstico y liberar todos los mercados; además, reclamaron la reapertura de las exportaciones de trigo, cerradas desde noviembre pasado.
Sobre las retenciones, Moreno y Urquiza fueron claros: "Se trata de una decisión del Ministerio de Economía", coincidieron, como si ellos pertenecieron a otra cartera. Voceros del ministro Martín Lousteau dijeron que "las retenciones móviles no están en discusión". A los ruralistas les resulta llamativo que, habiendo habido ya tres encuentros, en ninguno haya estado Lousteau.
"Vamos a seguir dialogando y apostando a trabajar juntos", aseguró Javier Jayo Ordoqui, de Confederaciones Rurales. "Tratamos de respetar el diálogo y de encauzar las bases, que son dos grandes esfuerzos", confesó Solmi.
Por José Crettaz
Los dirigentes del campo acusan a Moreno de sabotear la negociación Clarín, Buenos Aires (www.clarin.com)
Denuncian presiones y amenazas. Hubo citaciones judiciales a productores y suspensión de exportaciones. Por: Matías Longoni
Las que escucharon ayer los dirigentes del campo ya no fueron las palabras conciliadoras de Cristina Kirchner. En su lugar, reaparecieron los retos y gritos del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, quien irrumpió sorpresivamente en las negociaciones con el sector. Por eso, las entidades agropecuarias denunciaron "presiones y amenazas" de parte del funcionario. Las atribuyeron a "una inequívoca maniobra tendiente a embarrar la cancha, buscando el fracaso de las gestiones de buena voluntad iniciadas por la Presidenta".
Tal como anticipó ayer Clarín, en los últimos días Moreno lanzó una fuerte ofensiva para obligar a la cadena de la carne a respetar sus valores de "referencia" para 13 cortes populares. Ayer, en coincidencia con el inicio de la negociación "técnica" entre el campo y el Gobierno, el funcionario protagonizó un verdadero raid de reuniones con diferentes sectores. Frente a todos ellos dio muestras de su poder: exigió que se cumpla el precio "oficial" de la carne y amenazó con sanciones.
Antes del mediodía, Moreno apareció en el Mercado de Liniers, y acusó a los operadores de realizar ventas en negro. Más tarde, frente a los dueños de feedlot (engorde a corral) anunció precios de referencia para la hacienda y avisó que clausuraría a quien no los respetara. Luego habló con los exportadores y les informó que sus embarques -que ya estaban bloqueados- seguirían prohibidos por largo rato.
Para enrarecer el panorama, mientras esto sucedía la AFIP lanzó inspecciones "integrales" en varias plantas frigoríficas. Y un numeroso grupo de productores bonaerenses recibía una citación del Juzgado Federal de Junín, en el marco de una causa iniciada por el bloqueo al tránsito. Los chacareros habían sido fotografiados por fuerzas de seguridad cuando cortaban la ruta 5, en pleno paro del campo.
A todo esto, el inicio de la negociación acordada el lunes por los dirigentes del campo y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, se demoraba sin explicación. La reunión en Agricultura estaba pactada para las 10, después pasó para las 17 y se concretó recién pasadas las 18, luego de que las propias entidades declararan que no habían sido convocadas. No obstante, el interlocutor designado por Fernández, el secretario del área, Javier De Urquiza, limitó el temario a un único tema: el cierre de las exportaciones de trigo.
Una sorpresa se llevaron los ruralistas cuando, a poco de comenzar esa reunión, apareció en Agricultura el propio Moreno. El secretario de Comercio tomó la voz cantante y prometió que se ocuparía de garantizar a los trigueros el precio "lleno". Cansados de preguntarle cómo haría, los agropecuarios decidieron poner fin a la reunión. Dejaron su propia propuesta.
Tras ese encuentro, el vicepresidente de la Federación Agraria, Ulises Forte, juzgó que "la metodología lopezrreguista (por José López Rega, el creador de la Triple A) de Moreno no sirve para la concertación: amenazó a todos los sectores". Anoche, las entidades no tenían certeza de cómo seguirían las cosas. Tenían cita fijada para hoy a las 10. El tema: carne. El jefe de Gabinete, que había comenzado el día declarando que el inicio de la negociación era "una vuelta de página", recibió el llamado de un dirigente rural que le advertía sobre estas presiones. "Se me escapó Moreno", dicen que confesó.
Unica propuesta, pero intereses diferentesPágina 12, Buenos Aires (www.pagina12.com)
Elaborado por Federación Agraria, el punteo para la negociación que se acordó llevar al Gobierno contiene planteos, como la Ley de Arrendamientos, alejados de la mirada de CRA o Sociedad Rural. Estas diferencias ya salieron a la luz.
Por Raúl Dellatorre
La oportunidad de abrir un debate sobre una política de largo plazo para el sector agropecuario enfrenta una posibilidad atractiva con la tregua en el lockout del campo de 30 días pero, a la vez, importantes obstáculos en la falta de coincidencia entre las organizaciones del campo para transitar por el mismo camino. La propuesta de negociación que las entidades presentaron al Gobierno antes del último fin de semana marca algunas pautas para el debate que buena parte del Gobierno comparte, en cuanto a la planificación sectorial y el rol central del Estado en el ordenamiento y control. Sin embargo, a poco andar, se vio reflejado que mientras la principal inspiradora de la propuesta, Federación Agraria, intenta avanzar hacia una discusión estratégica, estructural y de largo plazo, otras organizaciones tienen profundas diferencias con ese planteo, aun cuando prestaron su acuerdo en la propuesta presentada, para no mostrar fisuras en la unidad del campo al llegar a la mesa de negociación. La propuesta presentada el viernes a Cristina Kirchner y Alberto Fernández, a la que tuvo acceso Página/12, propone herramientas de planificación sectorial, la creación de organismos públicos con capacidad de regular, ordenar y promover el crecimiento de sectores como la lechería, políticas de segmentación de políticas en favor de pequeños y grandes productores de ganado y una nueva Ley de Arrendamientos para “frenar la sojización y la concentración agraria”. Puntos a los que, más allá del apoyo formal, algunas de las entidades tradicionales, como CRA y Sociedad Rural, están más cerca de combatirlos que de comprometerse a defenderlos.
Los “ruidos” en la negociación aparecieron de inmediato en ambos bandos. Entre los ruralistas, por evidentes diferencias ideológicas. En el Gobierno, por cuestiones de estilo, hay funcionarios más proclives a hacer valer su peso para demostrar poder antes que someterse a negociaciones más prolongados y de fondo (ver nota aparte, sobre el fracaso de la reunión de la Comisión de Carnes). Ayer el vicepresidente segundo de una de las entidades que suscribió el documento para la discusión, Ricardo Buryaile, de CRA, sostuvo que “el productor no quiere las compensaciones” a cambio de mantener el sistema de retenciones móviles. El sistema de compensaciones a las retenciones móviles es el primer punto de la Propuesta de Negociación que las entidades, incluida CRA, presentaron al Gobierno el viernes. Mientras unos tratan de dibujar una solución de consenso, otros se pintan la cara.
En sus principales aspectos, la propuesta para la negociación que las entidades elevaron al Gobierno traza lo siguiente:
- Retenciones. Propone una segmentación en tres tramos de la producción: hasta 600 toneladas, desde ese volumen hasta 1500, y de ese límite hasta 3000 toneladas por campaña. Esas categorías serían aplicables a los cuatro productos a los que se establecieron retenciones móviles: soja, girasol, maíz y trigo. El régimen de devolución de retenciones propuesto es de 15 puntos sobre la cantidad comercializada por el productor en el primer tramo, de 10 puntos sobre el segundo tramo y de 5 puntos sobre el tercer tramo. Por arriba de 3000 toneladas, el producto comercializado no tendría ningún tipo de compensación o devolución. Pero por las primeras 3000 toneladas, todo productor, aun los más grandes, recibirían dicha compensación decreciente.
- Insumos. Se propone que el gobierno nacional ejerza alguna forma de control sobre los costos de producción de los proveedores de insumos agrícolas, para “invitarlos a que acepten tener, de aquí en adelante, ganancias razonables”, y en caso contrario se castiguen las prácticas oligopólicas. Apuntan contra proveedores de fertilizantes, agroquímicos, semillas, etc. Los mayores terratenientes no ven con simpatía este tipo de regulaciones, menos aún en el caso de aquellos poderosos sojeros asociados a los exportadores-proveedores de insumos (sociedad Cargill-Monsanto, por ejemplo).
- Planes estratégicos sectoriales. Arranca de “la necesidad de impulsar una diversificación productiva nacional, como parte de un desarrollo más equitativo e integral”. Como herramienta para lograrlo, propone la formulación de Planes Integrales de Desarrollo Sectorial, en rubros tales como arroz, algodón, cítricos, horticultura, caña de azúcar, porcinos (lácteos y carne vacuna se tratan en capítulos por separado). Estos planes contemplarían créditos de fomento para recuperación del sector, cuando fuera necesario, políticas de promoción del consumo o la exportación. En la medida que signifique un rol más activo del Estado y no sólo de repartidor de subsidios, encontrará resistencias.
- Lácteos. Las entidades acordaron pedir un precio de referencia de 1,25 pesos por litro al tambero. La FAA, además, propone como solución de fondo la aprobación de una ley nacional de lechería que establezca un marco regulatorio para los actores de la cadena: un sistema de liquidación única de pagos de la leche (le quita control a las industrias lácteas monopólicas) y la creación de un Instituto de Promoción de la Lechería para promocionar las exportaciones, apoyar a productores más chicos, subsidiar algunos productos de consumo masivo (leche en sachet y en polvo, y manteca). Los sectores más concentrados no serán sus más fanáticos impulsores.
- Carne vacuna. La propuesta de FAA y el resto de las entidades encuentran también en este punto algunas diferencias. Mientras que a lo largo del lockout los reclamos pasaron por la libre fijación del precio de la hacienda en pie, la flexibilización de las exportaciones, estímulo para la elevación del peso de faena y un programa de promoción de la retención de vientres, la entidad que preside Eduardo Buzzi le sumó una mirada de largo plazo. Propuso la creación de un Fondo Fiduciario con aportes del Tesoro para ayudar y estimular a pequeños y medianos productores para reorientarlos hacia la actividad de cría, engorde e invernada. Insta a promover una política ganadera con un criterio de segmentación, estratificación y distinción de las escalas productivas, enfocándose sobre los productores que posean hasta 500 vacas y hasta 1000 cabezas en invernada. Ahí marca otra clara distinción de intereses entre pequeños productores y grandes ganaderos, con intereses muchas veces contrapuestos.
- Ley de Arrendamientos. Sin consenso inicial de las otras entidades (CRA y Sociedad Rural están más cerca de oponerse que de apoyar), la Federación Agraria logró que las otras entidades aceptaran la inclusión en la Propuesta de negociación el proyecto de Nueva Ley de Arrendamientos. Es el punto seguramente más crítico en la relación entre Federación Agraria y las entidades tradicionales. Estas “lo dejaron pasar” probablemente especulando con que el Gobierno ni siquiera lo considerará. ¿Qué pasaría si el Ejecutivo lo asume como una carta a jugar en favor de una mayor equidad en la distribución de la renta agraria?
Más cabezas en Liniers
El Mercado de Hacienda de Liniers operó ayer con una oferta abundante de vacunos, aunque inferior en unos 2000 animales con relación al martes último. Los ingresos de la jornada totalizaron 8352 cabezas, con buena cantidad de novillos pesados de calidad, así como una fuerte presencia de ejemplares hembra en la composición de la oferta ganadera del día. Esa tendencia, que persiste desde el año pasado, se acentuó en lo que va de 2008. Las categorías de hembras rondaron las 5000 cabezas. El precio del ganado tuvo mermas de entre 20 y 25 centavos por kilo vivo, en relación con los negocios realizados el lunes. En dos días de actividad, el Mercado de Liniers recibió más de 12.200 vacunos para la venta, 5000 animales menos frente a los ingresos computados entre el lunes y el martes de la semana anterior.