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Mercados
Los olvidos mineros de "Kobos"
30/08/2006

Sin mucho esfuerzo, el Central llevó el dólar a mínimos desde fines de 2005

El Cronista, Buenos Aires
Hubo poco movimiento en el mercado. Los dólares de la soja no aparecieron. El dólar minorista cayó a $ 3,05, y ya van 16 centavos en un mes y medio. En el mercado no descartan que pronto llegue a $ 3
CLARA AGUSTONI
Fue un día de máxima cautela en el mercado: la reunión entre la presidenta y los representantes del sector agropecuario, y el debate en el Congreso respecto de las retenciones mantuvieron en vilo a los inversores. En este contexto, los tan ansiados “dólares de la soja”, que ayer se esperaba hicieran su vuelta triunfal a la plaza cambiaria, apenas se animaron a aparecer, y dejaron prácticamente solo a Martín Redrado en su cruzada por bajar el precio de la divisa estadounidense. De todos modos, el presidente del Banco Central (BCRA) no tuvo que hacer demasiado para lograr una caída significativa en el tipo de cambio. Con ventas por u$s 40 millones en el mercado de futuros y de menos de u$s 10 millones en el spot, logró llevar al billete verde a su menor nivel desde fines de 2005.

“Fue un día tranquilo. Los exportadores están expectantes de lo que pueda ocurrir en el Congreso, y todavía no salieron a liquidar sus divisas”, indicaron desde la mesa de un importante banco privado. En total, se operaron unos u$s 622 millones entre el MEC y el Siopel, un volumen algo más bajo del que suele operarse en ambas plazas. “Se notó la presencia de algunos exportadores petroleros”, dijo el mismo operador.

En el mercado mayorista, el dólar cayó a $ 3,0175 para la compra y $ 3,02 unidades por dólar, luego de tocar un máximo de $ 3,0175 para la venta, al tiempo que en las casas de cambio el billete cayó un centavo, a $ 3,05. En cuanto a los futuros, en el Rofex de Rosario el contrato a junio perdió 0,65%, hasta los $ 3,015. “El dólar sigue bajando, y todo indica que esa será la tónica que tendrá la divisa en las próximas semanas. No sería extraño que el tipo de cambio caiga por debajo de $ 3,00 en el corto plazo”, indicó un un operador cambiario que prefirió no ser nombrado.

Claro que, por ahora, la oferta de dólares llega casi exclusivamente de la mano del Banco Central, que en los últimos tres meses le ha dado una lección inolvidable a todos los ahorristas que salieron a comprar divisas furiosamente, atemorizados por la crisis política y social que desató el conflicto con el campo. De hecho, en las casas de cambio el dólar se desplomó 16 centavos en menos de un mes y medio, desde los máximos de $ 3,21 que alcanzó a mediados de mayo hasta los actuales $ 3,05. Y en la jornada de ayer, la entidad monetaria parece haber dejado en claro que dejará caer aún más la cotización del dólar. “El BCRA marcó el camino a los operadores, ya que desde temprano puso cotización de futuros a $ 3,0180 y luego vendió algunos dólares de contado a $ 3,0210, dejando en claro que la divisa bajará aún mas para los días venideros”, explica un informe de ABC mercado de cambios. Del lado de la demanda, en tanto, “estuvieron sólo los bancos para atender sus pagos comerciales impostergables, ya que cada día que pasa la divisa baja más aún, hasta que el ente regulador lo disponga”, agrega el estudio de ABC.

América latina

La apreciación que mostró el peso frente al dólar en los últimos tres meses se encuentra entre las más importantes de la región. Según datos de Bloomberg, la moneda local se apreció un 5,2% desde el 11 de enero a esta parte, sólo superada por el peso colombiano, que trepó 7%. El real, en tanto, ganó 5%; y el peso mexicano, 4,5%, al tiempo que el peso chileno se depreció 14% y el sol peruano, 4,7%.

Por otra parte, ayer se conoció el índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM) que elabora el Central. Según ese estudio, en mayo el peso se apreció un 0,4% en términos reales frente a una canasta de monedas de los socios comerciales que componen el índice. “El movimiento apreciatorio es explicado fundamentalmente por la apreciación real respecto al euro y al peso chileno”, dice el Central. Contra el peso chileno, la moneda local se apreció 5,5%. Y contra el euro, ganó 1,7%.

Perversión con el dólar

Ámbito Financiero, Buenos Aires
Los depósitos en bancos ya no caen. Tampoco suben. Sucede que cifras superiores a un millón de pesos permanecen en el sistema, con lo cual el retiro constante de los pequeños ahorristas no altera el nivel. Los grandes, por supuesto, siguen la política del Banco Central, hoy devenido en el principal operador y rector de los mercados en la Argentina. Los pequeños, contrariando al BCRA, se salen del sistema y compran dólares por temor, jugada que los hace incurrir en pérdidas constantes desde hace un mes. Se benefician los poderosos; el castigo es para los más chicos. Y la tendencia amenaza con continuar: tal vez el gobierno haya optado por la política del dólar más bajo para equilibrar -entre otras razones- una tasa de inflación que ahora asusta por los precios internacionales. De paso, ese ejercicio financiero le provoca al campo otro dolor económico: cuando empezó la crisis exportaba con el dólar a $ 3,20; ahora lo hace con el dólar a $ 3,05 (también, claro, esa política afecta a otros exportadores). Para que se arrepientan de haberse opuesto al gobierno.

Señal del Central: el dólar quedará bajo por varios meses
Ámbito Finaciero, Buenos Aires (www.ambitoweb.com)

Por: Pablo Wende
Con leves ventas en el mercado contado y más intensas en el de futuros, el Banco Central transmite una señal que el mercado aún observa con incredulidad: el dólar permanecerá en niveles cercanos a los actuales en los próximos meses, es decir, por debajo del rango de $ 3,15 a $ 3,20 que supo tener hasta mayo pasado.

¿Implica esto el abandono de la política de dólar alto, uno de los pilares del gobierno? No precisamente. En realidad, el tipo de cambio se venía erosionando de manera acelerada no por la caída del valor nominal del dólar, sino por la fuerte aceleración de la inflación. El nuevo esquema de dólar desinflado, menor inyección de pesos y tasas de interés más altas debería ayudar para reducir la presión inflacionaria. La falta de productos por el conflicto con el campo complica, pero sólo en el corto plazo. Más complicada es, en cambio, la falta de un índice riguroso de inflación, ya que atenta contra las expectativas de los consumidores.

Mientras que el tipo de cambio mayorista cerró en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) por debajo de $ 3,02, en los contratos a futuro lo hizo de la siguiente manera: para fin de junio el dólar quedó a $ 3,031 (una disminución de 0,17% respecto del cierre del viernes), para julio ajustó a la baja a $ 3,043, y en agosto el nivel llegó a $ 3,055 y para setiembre quedó en $ 3,072.

# Tasas atractivas

Aún más notorio es que los inversores que procuren asegurarse divisas a fin de año podrán hacerlo a $ 3,11 si adquieren contratos de futuro con fecha diciembre 2008. Implica, desde otro punto de vista, que en los próximos seis meses el aumento esperado de la cotización no llega a 3%.

Las tasas lucen mucho más atractivas, sobre todo luego del gran salto de mayo y la primera quincena de junio. La BADLAR ( rendimiento de plazos fijos para inversores mayoristas a 30 días) pasó de 8% a 17,5% anual, es decir, se duplicaron en 45 días. Y si bien puede parecer un incremento exagerado, en la entidad que preside Martín Redrado consideran que es un nivel «razonable» considerando la prioridad que hoy tiene el sistema financiero: recuperar los depósitos perdidos.

En los bancos se respiró cierto alivio desde la semana pasada, ante el lento retorno de los inversores mayoristas, tras una intensa caída de depósitos entre abril y la primera quincena de junio. Esto se reflejó en la suba de plazos fijos, que pasaron de $ 57.500 millones a principios de mes a más de $ 59.000 en los últimos días. Casi todo el incremento de estos $ 1.500 millones correspondió a las AFJP, que recibieron dinero fresco al vender bonos al gobierno y también por los flujos de sus clientes. Para los fondos de pensión, asegurarse una tasa anual superior a 17% representa una gran oportunidad, al menos para compensar la fuerte caída de rentabilidad por el derrumbe de los títulos públicos.

La contracara es que el público sigue siendo demandante neto de dólares. La gente hoy prefiere la seguridad de las divisas (y comprarla a valores notoriamente más bajos que en los últimos dos años) que conseguir mayores ganancias con colocaciones a plazo. Este fenómeno se percibe con la caída de los depósitos en cajas de ahorro: cayeron más de $ 1.000 millones en lo que va de junio (de $ 33.200 millones pasaron a $ 32.200 millones) y acumulaban una pérdida de más de $ 3.000 millones desde el inicio de la crisis con el campo. Es dinero que tenía como destino el consumo y fue destinado a la compra, pero de dólares. No será fácil que esos saldos dolarizados vuelvan al circuito: son pocos los que están dispuestos a asumir la pérdida de haber comprado a un valor y vender a otro mucho más bajo.

Resta saber ahora qué ocurrirá cuando ingresen más dólares por la venta de cosecha, que en las últimas horas retomó un ritmo casi normal. Se espera que a partir de julio el Central retome la compra de divisas, pero lo hará de manera muy cautelosa y sólo acompañaría el mayor ingreso de dólares, que por otra parte estaría lejos de convertirse en un aluvión. Además, existe mayor demanda de divisas de importadores y de compras especulativas, con lo que el trabajo del BCRA estará lejos de ser intenso.

El dólar no deja de caer: quedó a $3,05

La Nación, Buenos Aires
Es el precio real más barato desde la devaluación de 2002; sin embargo, sigue siendo competitivo en el nivel comercial

El dólar profundizó ayer su tendencia bajista en la plaza local, al promediar una cotización de $ 3,05 para el tipo vendedor minorista en agencias y bancos del centro porteño, con lo que se hundió a niveles que no repetía desde el 2 de enero de 2006.

La misma tendencia bajista, auspiciada por el accionar de la banca oficial, se repitió en las operaciones mayoristas (cerró a $ 3,020) y para los contratos por liquidarse cuando culmine junio (se negoció a $ 3,016).

En todos los casos, los distintos segmentos del mercado operaron bajo la atenta vigilancia del Banco Central, que intervino con puntuales ventas para persuadir a los inversores de que el Gobierno propicia una baja mayor de la cotización, como queda demostrado al concretar ventas a futuro a precios inferiores que los vigentes en el mercado físico.

Según consignaron distintos operadores a LA NACION, las ventas oficiales sumaron US$ 10 millones en el mercado físico y otros US$ 40 millones en contratos por vencer a fin de mes, y al concluir julio y agosto, básicamente, plazos que tienden a corroborar que su estrategia es mantener el dólar "barato" al menos durante los próximos tres meses.

"El BCRA marcó el camino, ya que desde temprano puso futuros a la venta a $ 3,0180 y luego vendió un poco de dólares de contado a $ 3,0210, para dejar en claro que la divisa bajará aún más en los días venideros", reportó ayer en su informe diario Fernando Izzo, de ABC Mercado de Cambios.

Con esta estrategia, colocó el valor del dólar en términos reales en su mínimo nivel desde la caótica devaluación de 2002, según una medición realizada por el Departamento de Investigaciones del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).

El informe, que ajusta el precio de la divisa por el diferencial de índices inflacionarios que mostraron en ese período la Argentina y los EE.UU., coloca la cotización real promedio actual en $ 3,10, su mínimo nivel desde marzo de 2002.

Pero, a su vez, ubica al dólar multilateral en el más alto nivel desde ese lapso, al colocarlo a $ 3,21, según un cálculo de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), al ponderar por el peso de cada moneda en el comercio exterior, un fenómeno básicamente posible por la revaluación mostrada en el período por el euro y el real brasileño respecto del dólar.

Si se repasa la evolución del dólar "real", se observa que fue calma en los últimos años. Alcanzó un pico máximo de $ 5,22, dos meses después de la crisis, y luego se mantuvo invariablemente en baja (mucho menos marcada desde mediados de 2006 a la fecha) hasta enero pasado, cuando promedió $ 3,19. Pero desde marzo, es decir, desde el mes en que estalló la disputa entre el Gobierno y el campo, profundizó esa tendencia hasta tocar a fin de mayo los $ 3,10.

El dato llama la atención si se toma en cuenta que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, presentó públicamente ayer los datos de la Aduana que muestran que entre enero y mayo de este año se exportaron 27.702 toneladas de productos agropecuarios, una cifra 28% superior a las enviadas en igual período 2007. Además, los exportadores (Fernández aludió a "productores") cobraron por esas ventas un total de US$ 10.400 millones, un 63% más en la misma comparación anualizada.

Lo curioso es que los datos aportados por la Casa Rosada tienden a ratificar que el estrangulamiento que sufrió la plaza cambiaria local en los últimos meses no se correspondió con una merma en la liquidaciones (por lo menos, no de ese sector), sino con una marcada reactivación de la demanda de dólares en el marco de la incertidumbre que genera este enfrentamiento.

En rigor, esa menor oferta real de divisas (la potencial debería haber sido mayor) sólo se verificó durante los cuatro días hábiles de la semana pasada, cuando liquidaron operaciones por US$ 242,39 millones, un 36,15% menos que una semana antes, tal vez, porque las grandes cerealeras comenzaban a agotar su stock por la inactividad.

Los propios datos oficiales tienden a corroborar que la estrategia del Gobierno, que invirtió unos 3000 millones de dólares de reservas en esto, es castigar por unos meses a los que especularon con una devaluación mayor del peso, o a los productores que frenaron sus liquidaciones, como medida de fuerza para intentar forzar al Gobierno a revisar su esquema de retenciones móviles y con techo, algo que lograron parcialmente.
Por Javier Blanco

El dólar tocó ayer su piso en los últimos dos años y medio
Clarín, Buenos Aires (www.clarin.com)

Fue por la mayor liquidación de exportaciones y la intervención del BCRA.
Por: Candelaria de la Sota
Las ventas de dólares de los exportadores, que de a poco empiezan a normalizarse, y las que hizo el Banco Central en los mercados de futuros provocaron una nueva caída del dólar, que ayer se vendió a $ 3,05. La última vez que el dólar estuvo tan barato fue exactamente hace dos años y medio: el 2 de enero de 2006 fue el último día que se vendió a ese precio.

Una vez más, la tendencia estuvo marcada por el Banco Central, que vendió 40 millones en los mercados de futuros pero a un precio que provocó la profundización de la caída de la divisa.

Ocurre que las ventas del dólar en los mercados de futuros acentúan la caída del precio de la divisa en el mercado de contado. Ayer el BCRA vendió a $ 3,018 a futuro, y al final del día el dólar mayorista del mercado de contado (spot) cerró a $ 3,019, un valor muy cercano a los $ 3 que los analistas pronostican para los próximos días.

Además, ayer reaparecieron en escena los exportadores de cereales, que tras liquidar apenas 60 millones diarios durante toda la semana pasada, ayer vendieron más de 120 millones de dólares en el mercado cambiario local.

La oferta, sin duda, fue abundante. Pero la demanda se mantuvo en los mismos niveles de las últimas semanas, esto es, muy escasa. "Del lado de la demanda estuvieron sólo los bancos que tienen que atender sus pagos comerciales impostergables, ya que cada día que pasa la divisa baja más aún, hasta que el ente regulador lo disponga", sos tuvo Fernando Izzo, analista de ABC Mercado de Cambios.

La gran mayoría de los analistas coincide en señalar que la baja que el dólar ha registrado en los últimos dos meses responde a la estrategia del Banco Central, que vende reservas para profundizar la caída del precio de la divisa. Pero ayer las reservas sumaron 7 millones de dólares y llegaron a 47.679 millones.

Si, como indican distintas versiones, el Gobierno está decidido a que el dólar caiga hasta ubicarse entre $ 2,80 y $ 2,90 para castigar a quienes compraron cuando valía $ 3,28 y a los exportadores, la paulatina normalización de las operaciones de comercio exterior podría terminar siendo una aliada impensada, pero fundamental.

Ocurre que, mientras más divisas vendan los exportadores en el mercado cambiario local, menos serán los dólares de los que tendrá que desprenderse el Banco Central para asegurarse que el precio del dólar siga cayendo. Desde el Gobierno aseguran que son unos US$ 5.000 millones los que todavía tienen que ingresar al mercado (Ver página 12).

Además, la normalización de las exportaciones, -aún cuando el conflicto entre el campo y el Gobierno todavía no haya sido zanjado-, llevó cierta tranquilidad al mercado, lo que hizo que los bonos recuperaran terreno.

Uno de los títulos que más subió fue el Par en pesos, que trepó 4,07%, seguido del cupón en dólares atado al crecimiento del PBI, que subió 2,80%. También el Discount en pesos subió, pero ayudado por el Central: las compras por $ 100 millones que hizo la autoridad monetaria ayudaron a que este bono subiera 1,48%.

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