Si usted tiene la suerte de formar parte del 0,3% de los trabajadores en relación de dependencia que ganan más de $ 100.000 por mes no tiene por qué quejarse. Aunque, a decir verdad, gracias a la implementación del cepo cambiario impuesto por el gobierno, ahora ya puede tener una razón para hacerlo: su poder de ahorro en dólares cayó en forma notable.
Al querer cambiar su salario a divisas, no tendrá otra opción que recurrir al mercado paralelo, donde le darán sólo u$s 15.000. En cambio, si pudiera comprar billetes a la cotización oficial obtendría un 40% más de dinero para su bolsillo.
Este hecho fue el puntapié inicial para que altos directivos de multinacionales negociaran que la tercera parte de su sueldo más el bono anual (de acuerdo a la performance de la persona y del negocio puede ser de cinco sueldos) sea depositado en una cuenta del exterior, ya sea en dólares en el caso de las empresas estadounidenses, como en euros en caso de las firmas europeas. Se trata de ejecutivos que reportan directamente al CEO o bien tienen reporte con la caza matriz con un superior fuera del país, que trabajan en compañías que tienen negocios globales, tanto de servicio como industriales o de alimentación. La mayoría son estadounidenses, pero también las hay francesas y alemanas
Son directivos que están embolsando entre u$s 20.000 y u$s 40.000 por mes si se toma en cuenta los beneficios que reciben: casa en un country, autos para él y su esposa, pago del colegio de los niños y hasta viajes, precisa Gloria Cassano, que dirige la consultora de RR.HH. que lleva su nombre.
Lo que sucede es que, muchos de ellos, cuando llegaron a la Argentina (en el caso de los expatriados) o cuando negociaron su salario lo fijaron en dólares y estas empresas respetan mucho su palabra dada. Esto los ejecutivos lo saben; entonces, pelean por todo y negocian por lo que sea. Incluso, esta modalidad se encuentra en estos momentos tan avanzada entre los más altos rangos que algunas empresas que aún no lo implementaron ya están evaluando seriamente ver esa posibilidad, como una manera de retener a sus principales talentos.
La gran preocupación es que a varias compañías estadounideses este nuevo modus operandi no las termina de convencer, pues les queda la sensación como si el pago fuera en negro. Sin embargo, a la larga lo terminan aceptando porque comprenden la problemática y, por otro lado, no quieren perjudicar a sus más fieles empleados. No es para menos: se trata de personas muy importantes para llevar adelante el negocio, advierte Cassano.
Por otra parte, hay que considerar que para las multinacionales la Argentina no es un país que les aporte un alto nivel de rentabilidad. La mayoría tiene presencia aquí porque es estratégico y porque tienen clientes globales pero, en general, las filiales locales no son una parte demasiado trascendente para sus números. Por eso prefieren aceptar la propuesta de los directivos porque, de esa manera, tendrán menos conflictos y la empresa estará eficientemente conducida para las pretensiones que tienen, afirma Martín Sandoval, titular de MS Coach.
También muchos profesionales independientes que trabajan para empresas del exterior realizando actividades desde la Argentina están viendo la posibilidad de que les depositen sus honorarios en cuentas del extranjero. Esto no resulta tan difícil y está teniendo bastante aceptación entre los traductores, diseñadores, editores, capacitadores, asesores y periodistas que escriben para medios de otros países.