La recaudación tributaria cayó al nivel más bajo en seis meses
El Cronista, Buenos Aires
SANTIAGO CHELALA
Fue peor de lo previsto. Luego de rumores y dos días de atraso en los anuncios, el Gobierno reconoció ayer que la recaudación impositiva mostró la peor evolución en treinta meses y creció apenas 17,6% en noviembre, menos de la mitad de la tasa de crecimiento del mes previo. La crisis financiera internacional y el derrumbe de los precios de los commodities hicieron mella en las arcas fiscales y el Fisco recolectó 21.649 millones de pesos, la menor cuantía en los últimos seis meses.
El impacto de la crisis se hizo sentir en las retenciones a las exportaciones, aunque otros tributos ligados a la actividad doméstica apenas levantaron cabeza y encendieron luces rojas de alerta entre los analistas que vieron a los pilares del modelo K, los superávit fiscal y comercial, en franco deterioro. “El crecimiento está sostenido por el mercado interno, porque el sector externo nos dio un 0,1% menos en derechos de exportación”, se quejó ayer la presidenta,
Cristina Fernández, en un acto público.
Hasta el mes pasado, en el promedio anual la recaudación tributaria mostró una suba de 39%. Si se considera que la inflación en los últimos doce meses estuvo cerca del 19%, los ingresos mostraron una disminución en términos reales.
El titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos
(AFIP), Claudio Moroni, y uno de los últimos albertistas en el Gobierno K, atribuyó el magro desempeño de la recaudación a la caída en los precios internacionales de los commodities y a su efecto sobre los derechos de exportación. Según el funcionario, hubo caídas en las cantidades vendidas en trigo y maíz de 10,7%, en soja de 70%, en aceites de 60%, en pellets de 48,5% y en petróleo de 56,5%. “Se trata de un efecto transitorio, el grano existe, fue cosechado y en algún momento se va a exportar”, advirtió Moroni.
Con estos resultados, el Gobierno obtuvo en lo que va del año $ 245.733 millones, y se espera que el 2008 cierre con fondos en torno a $ 270.000 millones. El Ejecutivo obtendrá así $ 40.000 millones de ingresos no presupuestados. La tercera parte se transfirió en forma automática por coparticipación a las provincias, pero los $ 26.000 millones restantes fueron utilizados a lo largo del año para ampliar las partidas presupuestaras de manera discrecional, en especial en subsidios al sector privado.
Esta mecánica, que se repitió en los últimos años a partir de la subestimación de las proyecciones de ingresos, será difícil de mantener en 2009 si la recaudación cumpla a duras penas la recaudación prevista. El reparto discrecional pasará entonces por los fondos de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS), que podrá financiar obras de infraestructura en las provincias con los fondos previsionales.
En el detalle impositivo, el impuesto al cheque tuvo un alza de 13,4% y aportó $ 1.706 millones. En tanto los ingresos por IVA subieron 15,7% a $ 6.794 millones y el impuesto a las Ganancias sumó $ 4.177 millones, apenas 12,7% más que en igual mes del año pasado. Con las tasas de interés por las nubes, muchas empresas prefirieron demorar el pago de impuestos y estar sujetos a los punitorios de la AFIP que se mantuvieron por debajo del interés que cobran las entidades financieras para empresas chicas y medianas.
En contrapartida, fue clave para sostener los ingresos el aporte de los impuestos al trabajo. Las contribuciones patronales subieron 55%, hasta $ 3.149 millones, y los aportes personales crecieron 68%.